Miércoles 24 de abril 2024

Lucero: "Es mágica"

Redacción 27/05/2019 - 00.09.hs

Luego de recorrer más de 520 kilómetros para unir San Luis con Toay, llegó a su fin la XXVIº edición de la Posta Mariana Juvenil. El trazado llevó a los 46 atletas de entre 13 y 19 años mayoritariamente, a visitar las localidades de San Luis, Villa Mercedes, La Pedrera, Buena Esperanza, Anchorena, Victorica y Carro Quemado.
La delegación había partido hacia la provincia puntana el lunes a la madrugada, luego de los comicios en La Pampa, y en el pasado viernes arribó a la ciudad.
Tras completar el último tramo de 100 kilómetros desde el Durazno hasta Toay, ingresaron por el acceso a la ruta provincial 14, continuaron por el boulevard Brown hasta Sarmiento y de allí se trasladaron hasta la avenida 13 de Caballería Este para emprender el regreso desde el Reloj de Sol por 9 de Julio portando la imagen de María Auxiliadora y con el estruendoso acompañamiento de vecinos y de los bomberos voluntarios. Hay que recordar que esta actividad deportivo religiosa, se lleva adelante en honor a la patrona de la ciudad desde el año 1994.
Al entronizar la virgen en la capilla homónima, participaron de una misa hasta su culminación y la posterior entrega de certificados. Junto a ellos, estuvo presentes el intendente local, Ariel Rojas; el director de Asuntos Municipales, Martín Rojas; el viceintendente Rodolfo Alvarez; y la secretaria de Desarrollo Social y Humano, Graciela Salvini; junto a otras autoridades del municipio y del poder legislativo local.
La directora de Deportes, Claudia Lucero, vivió esta experiencia por primera vez y contó que "no sabía qué era lo que me esperaba, tenía que coordinar la logística de cómo actuar y qué hacer esperando que todo lo proyectado previamente se cumpliera".
"Es una experiencia espectacular, la gente de San Luis se portó muy bien y fueron muy serviciales. Los chicos, el equipo de trabajo funcionó y hasta me di el gusto de correr algunos kilómetros", añadió la entrevistada.
Lucero comentó: "La posta es mágica, implica un gran esfuerzo, algunos rezan, otros lloran, es una emoción tras otra y eso hace que se viva a pleno desde el momento en que salís hasta que llegás".
Sin embargo, el inicio de este desafío trajo consigo el acompañamiento de la lluvia y el frío durante los dos primeros días, pero gracias a los lugares calefaccionados y cómodos pudieron recuperarse y descansar.

 

Insumos.
Una travesía como esta implica además una buena alimentación para recuperar nutrientes y energía, ya que todos sabían que iban a correr mínimamente tres kilómetros diarios.
Los chicos se levantaban a las 7 de la mañana porque a las 8 ya estaban en la ruta para cumplir con el objetivo del día. "Esto no es una competencia, sino que cada uno lo hace a su ritmo, también hay que sumarle la fatiga muscular que se va generando", expresó Lucero.
"El desayuno era algo caliente, mate cocido, té, café con leche, con masitas, mermeladas, a media mañana una colación de fruta y barritas de cereales y al mediodía el almuerzo con bifes a la criolla y milanesas, a la media tarde se volvía a hacer la colación y a la noche era algo caliente nuevamente como arroz con albóndigas y pizzas, detalló.
Para hacer frente a este trabajo, la delegación tuvo dos cocineros (ambos integrantes de la Guarnición Militar) y un ayudante de cocina.
A diario, cada grupo hacía 40 kilómetros, cada peregrino hacía sus kilómetros acompañado por la combi, una ambulancia y un patrullero hasta su relevo y traspasar el rosario al siguiente corredor.
Cabe destacar, que la coordinación del grupo estuvo a cargo de la ultramaratonista Patricia Ferretti que no sólo se encargó de la preparación física en los meses previos sino que también estuvo cerca de cada uno de ellos ante cada paso dado por los jóvenes marianos.

 


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