Domingo 21 de abril 2024

No tenía panadería y ahora venden el pan más barato de la provincia

Redaccion 20/11/2020 - 22.14.hs

Cansadas de comprar en otros pueblos, dos hermanas se organizaron para abastecer la localidad.

 

En Loventué nunca hubo una panadería y resultaba costumbre que los pobladores se abastecieran del pan y sus derivados en Victorica, ciudad de referencia en la zona, a 25 kilómetros de distancia. Hasta que hace cinco años, el frío invierno inspiró a Ceferina Ariazola para «empezar a hacer algunas tortas y vender para que los vecinos pudieran acompañar los mates».

 

Se acercó a la Comisión de Fomento y consultó a su titular Oscar Hugo Martínez «si me prestaba el horno pizzero para elaborar algunas tortas y budines». El intendente pensó que era una oportunidad histórica y le preguntó «si no me animaba a armar un proyecto para instalar una panadería».

 

Resultaba un desafío, pero «apareció la Fundación Pro Alvear (presidida por Juan Pepa) y nos dio una mano grande, con parte de la maquinaria y hasta el cartel» para el negocio. El intendente también se comprometió con la iniciativa. «Tardamos cinco meses y el 28 de noviembre de 2015 inauguramos la panadería Loventué». Dentro de una semana se cumplirán cinco años.

 

Dos hermanas

 

A la inauguración asistió Juan Pepa que «estaba en Buenos Aires pero se tomó un avión hasta Victorica y nos acompañó». Y aunque se desató «una tormenta muy fuerte» nada impidió que disfrutaran «con tortas, budines y panes dulces». Desde entonces Ceferina (37 años) lleva adelante la panadería junto a su hermana María Luz (33), cocinera de la Escuela Hogar N° 56. «No teníamos experiencia, pero mi hermana hizo cursos en Victorica y Santa Rosa», recuerda Ceferina.

 

Una trabaja en la escuela, otra en la Comisión de Fomento, y se turnan para atender la panadería junto al resto de la familia que colabora para pesar, empaquetar y acomodar el negocio, ubicado a la entrada del pueblo, junto al Centro de Salud.

 

«Amasamos por la noche y temprano a la mañana cocinamos el pan». Con el horno encendido aprovechan para elaborar las restantes delicias: «pan de panchos y hamburguesas, pizzas, tortas de todo tipo, pastas, facturas, criollitos, palmeritas, budines, panes dulces». Además de proveer a los vecinos «abastecemos a la escuela, a la despensa y al SUM» donde en tiempos de clases almuerzan 18 adolescentes que cursan el secundario en Victorica.

 

Buscando mejorar

 

Aunque pudieron incorporar algunas maquinarias mantienen la expectativa de «acceder a algún crédito de promoción para comprar una balanza nueva, una churrera, una freidora grande» y una armadora, porque la que tienen no funciona: «todavía armamos el pan a mano». Las hermanas tienen «dos amasadoras, dos sobadoras (grande y chica) un horno, una heladera. No nos podemos quejar, pero siempre viene bien la posibilidad de mejorar». Diariamente elaboran unos 20 kilos de pan y 10 docenas de facturas.

 

Durante décadas los 150 habitantes de Loventué debieron conseguir su pan en otro pueblo. Ahora no solo tienen panadería: como el intendente «subsidia el 30% del costo de la harina para que resulte más barato» pueden comprar el pan «a 70 pesos el kilo», el precio más bajo de La Pampa.

 


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