Martes 09 de abril 2024

Nominan a un corto pampeano

Redaccion 21/09/2020 - 05.28.hs

Un documental que relata el rescate de un pichón de águila coronada en el oeste pampeano es uno de los finalistas del Festival Latinoamericano de Naturaleza 2020 en la categoría «Mejor Corto Inspiracional». Se trata de un festival que busca visibilizar el trabajo de los investigadores, conservacionistas y productores de países latinoamericanos, y conectarlos con la industria del cine y de los documentales.
El documental «Rescatando a Ñankul» fue realizado en conjunto entre el Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces de Argentina (Cecara) y el Centro de Producción Audiovisual de la Universidad Nacional de La Pampa (CPA UNLPam), y se encuentra disponible tanto en el canal que el Cecara posee en la plataforma Youtube como en el sitio del CPA.
De cinco minutos de duración, el video se elaboró con imágenes y filmaciones tomadas entre enero y junio de este año en un campo cercano a Colonia La Pastoril, predio en el cual en noviembre de 2019 los investigadores y el dueño de la propiedad encontraron un nido de águilas coronadas con un huevo.
Diego Gallego, un joven español que participa en el proyecto de conservación del águila coronada, contó a LA ARENA que «hacia finales de enero -cuando ya había nacido el pichón- ocurre una tormenta enorme que hace caer el nido. Un día después llegamos nosotros y pudimos salvar el nido con el pallet y todo eso». A pesar de la intervención humana, los padres del pichón lo reconocieron y continuaron con su crianza.
Aprovechando la tarea de reconstruir el nido, los investigadores colocaron una ‘cámara trampa’ en el árbol a fin de tener un monitoreo permanente y seguir de cerca al polluelo, al que bautizaron Ñankul. «Normalmente a las cámaras trampa las ponemos antes de que las águilas pongan el huevo, más hacia septiembre», explicó Gallego. «Como a este nido lo descubrimos en noviembre, ya no podíamos poner la cámara porque haríamos mucho disturbio».
La caída del nido fue la oportunidad propicia para colocar esta suerte de «Gran Hermano» de la familia de águilas coronadas. La cámara registró imágenes hasta fines de mayo cuando el pichón abandonó el nido y comenzó a volar solo.
En febrero los investigadores procedieron a anillar el animal y colocarle un transmisor satelital que permitirá hacer un seguimiento de su evolución durante toda su vida. Desde que dejó el nido, Ñankul ha hecho vuelos primero cortos y luego cada vez más extensos, reconociendo el terreno y buscando sus primeras presas.

 

Anillos.
A fin de estudiar su comportamiento, las águilas coronadas -también llamadas águilas del Chaco- son «anilladas» para poder identificarlas cuando mueren y también en vida, a través de binoculares, sin necesidad de atraparlas.
«El primer anillo, metálico, tiene un código alfanumérico, como una huella dactilar, única para cada animal», explicó Gallego. Además de esta suerte de DNI del ejemplar, el anillo también lleva «información de remito» para que si alguien encuentra su cuerpo cuando muere, pueda saber quién lo anilló y comunicarle esa circunstancia. En el caso de Ñankul, la información de remito menciona al Cecara, instituto universitario que concretó el anillado.
«Esto es muy importante para la ecología de las aves, especialmente las migratorias», comentó el joven naturalista. «Antes, cuando no existían los sistemas GPS, la única manera de seguir lo que hacían las aves, era con estos anillos y si el anillo era encontrado en otro país, corroboraba que el ave había migrado. Por ello su importancia».
El segundo anillo es un un poco más liviano, de color, con un código alfanumérico más simple, pero con letras y número más grandes, visibles con largavistas. Este sistema permite la identificación del ejemplar en el campo, a la distancia. «En ese anillo los números se ven grandes entonces uno puede determinar ‘este águila es Ñankul», ejemplificó Gallego.

 

Oportuno.
El joven águila fue bautizada como Ñankul por «Chichín» Cabal, propietario del campo donde se encuentra el nido y quien se tomó el trabajo de ir a verlo luego de la tormenta veraniega. Fue él quien descubrió que había caído pero que el polluelo estaba en buenas condiciones.
Por ello, tal como se ve en el cortometraje, usaron un pallet para rearmar el nido, instalar la cámara trampa, y facilitar las condiciones para que el proceso no se interrumpiera. Para sorpresa de muchos, los padres reconocieron el nido y a su cría, volvieron a él, y continuaron criándolo hasta que fue un juvenil en condiciones de valerse por si mismo.
Si Cabal no hubiera encontrado el nido caído, «lo más probable es que hubiera muerto, principalmente a partir de la acción de depredadores, como gatos monteses, gatos del pajonal, algún zorro o incluso un puma», aseguró Gallego. «En ese momento el pichón aún no volaba y era muy torpe, hubiera sido una presa fácil de esos depredadores», reiteró. En la historieta Patoruzú, Ñankul era el fiel encargado de la estancia del cacique tehuelche.
La Ceremonia de Premiación se celebrará en los estudios de Chile Channel y será transmitida en vivo a todo el mundo. Será el 17 de octubre a partir de las 20. «Rescatando a Ñankul» competirá con realizaciones audiovisuales de Perú, México, Chile, Colombia, Venezuela y dos producciones argentinas.

 

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