Domingo 14 de abril 2024

¿Por qué el juez no levanta la quiebra?

Redaccion 06/04/2021 - 21.08.hs

La empresa propietaria del Frigorífico General Acha está por estas horas interponiendo ante la Cámara Civil y Comercial de la Justicia en esta capital un recurso de queja por la actuación del juez en lo civil de General Acha, Gerardo Bonino, al que acusan de violar todos los procedimientos legales y negarse a dictar la conclusión de la quiebra de la empresa.
Bonino no sólo se negó a considerar su decisión inicial, sino que además le negó a los empresarios la posibilidad de presentarse a la Cámara en apelación, quedando ahora la chance de la queja.
Anoche, LA ARENA pudo acceder a la documentación que se va acumulando en la causa y que incluye 52 avenimientos (acuerdos) firmados por otros tantos acreedores para el cobro de las deudas, sobre un total de 57.
Las acusaciones que hacen los empresarios, que se traducirán en el texto de la queja que anoche o esta mañana iba a ingresar en los estrados judiciales, incluyen que en la actualidad ya hay trabajando en la planta alrededor de 20 personas, en los aprestos y las grandes modificaciones que se hacen para abrir cuanto antes.
El juez Bonino es el mismo que fue acusado por personal de su área de maltrato psicológico, verbal y emocional y cuya suerte ahora está en manos del Superior Tribunal de Justicia, que, como informó ayer este diario, espera los resultados de pericias e informes para decidir su futuro. En Tribunales recordaron que ya estuvo a punto de ser enjuiciado en un jury y que no son pocas las veces que instancias superiores han revocado sus fallos y realizado severas críticas y advertencias por errores y arbitrariedades.

 

Millones de dólares.
El concurso de acreedores al que se presentó la anterior empresa propietaria del Frigorífico General Acha («por ahora se sigue llamando así», dijeron) debía casi 45 millones de pesos, que a valores de ese momento eran unos 6 millones de dólares. Hoy, intereses y cambios en la cotización, la suma asciende a algo más de 130 millones de pesos pero es muy menor en dólares.
Además, mientras firmó con casi todos los acreedores y a algunos ya les pagó o les debe muy poco, la nueva propietaria asegura haber invertido una suma que ronda los dos millones de dólares para modernización y sistematizar una planta que en un único turno de 8 horas podrá faenar y terminar entre 480 y 640 animales diarios. «Eso es lo que estamos perdiendo cada día, además de la cantidad de puestos de trabajo directo e indirecto que tendrá General Acha», se quejaron desde la empresa.
Entre los trabajadores de una empresa que se ocupa de sistema de frío y los jornalizados que contrata temporalmente la empresa para alistar las instalaciones «hay hoy unas veinte personas, pero que también corre peligro porque el juez amenaza con intervenir el uso de todas las instalaciones», dijo uno de los voceros de la empresa mostrando documentación al respecto.

 

Acreedores.
La AFIP, el Banco de La Pampa, el municipio de Acha y la cooperativa de servicios públicos figuran en la nómina de acreedores. Todos ellos, 52 sobre 57, firmaron los convenios respectivos y muchos ya cobraron, la empresa pagó aún sin poder generar recursos con la planta en marcha.
Es el caso de la Cosega, que ya cobró la totalidad de la deuda incluida en el concurso y además recibió 3 de las 5 cuotas que vencieron por otro monto que se fue acumulando por los consumos que aún sin trabajar tiene el lugar. «Además junto a nuestros colegas de Victorica (Cevic) le instalamos un nuevo transformador para darle alimentación desde una subestación de mayor potencia», dijeron desde la entidad solidaria y añadieron que «la deuda ya fue saldada, sólo quedan dos cuotas a vencer».
Para cubrir las acreencias de aquellos que no arreglaron como parte del concurso, la empresa hizo un depósito de una cifra superior a los 20 millones de pesos que «alcanza para cubrir el total, y sobra», deslizaron.

 

Conformidad.
Al hacer el pedido de levantamiento de la quiebra, en febrero pasado y con el fin de inaugurar la planta en mayo, el apoderado legal de la empresa, José M. Ochoteco, presentó la conformidad de la síndico actuante, contadora pública nacional María Antonia Langlois.
El pedido se hizo indicando que la conclusión de quiebra era «por avenimiento», según el artículo 225 de la ley 24522.
La síndico Langlois firmó invocando ese carácter e indicando que «vengo a prestar conformidad a la conclusión de la quiebra del Frigorífico General Acha SA por avenimiento (artículo 225 de la ley 24522) y a las liquidaciones practicadas en el anexo que integran el presente», en alusión al escrito de presentación formal ante Bonino.

 

Se pagó con una vida
En su camino a la reapertura de la planta de faena, la empresa propietaria del Frigorífico ha venido trabajando en la puesta a punto. En una inspección del Senasa, las autoridades dispusieron la demolición de un sector en muy malas condiciones, el mismo que hace pocos días atrás terminó cobrando una vida.
Conocido fue el caso de una persona que, cazando por la zona, fue a guarecerse de una fuerte tormenta a ese lugar y una pared se derrumbó encima. Horas después falleció.
La empresa ya había hecho gestiones, confirmadas por fuentes del municipio, pidiendo la maquinaria para proceder a la demolición. Entre lo que consideran parte de las arbitrariedades del juez Gerardo Bonino se encontraron la negativa a hacer cambios en lo que ya está plantado, sólo les permite hacer mejoras, lo que de confirmarse suena llamativo.
Como parte de esos dos millones de dólares de inversión, están la estación transformadora de energía, un nuevo cerco perimetral que se está haciendo y la modernización y sistematización y los equipos de frío de última general.
Especulaciones sobre la postura de Bonino sobran. Por ahora están los hechos.

 

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