Jueves 11 de abril 2024

«Por suerte todo salió bien»

Redaccion 27/05/2020 - 05.23.hs

El periodista Alejandro Levintan recibió ayer martes con éxito un autotrasplante de médula al que fue sometido en el Sanatorio Anchorena, y ahora empezará un proceso de recuperación y controles que le demandará aún algunas semanas.
«No sentí nada y por suerte me dijeron que todo salió muy bien», dijo un regocijado Alejandro en diálogo con un periodista de este diario. «Estuve consciente durante la operación, que duró más o menos una hora y media. Antes me habían puesto un catéter en el cuello con el cual me hacían la transfusión, pero yo estaba atento a todo y el médico me iba diciendo que me quedara tranquilo… faltan 15 minutos, faltan 5… Por suerte dicen que todo salió bárbaro», dijo con muchas ganas de hablar.

 

Una enfermera oportuna.
El periodista expresó que «lo peor es que por la medicación cuando duermo tengo pesadillas horribles… pero feas de verdad -enfatizó-, pero por suerte van dos o tres veces que justo me llama la enfermera, me despierta y me salva. Es como un boxeador que está esperando el gong…», agregó con humor.
¿Qué viene ahora? Naturalmente «un control estricto del proceso de recuperación, que supongo va a durar dos o tres semanas. Pero pareciera que todo salió muy bien», volvió a decir mientras se lo notaba de muy buen ánimo.

 

Muestras de cariño.
En estas horas Alejandro recibió múltiples llamadas de afecto, tanto de compañeros de trabajo, como de otros colegas, pero también políticos de los más diversos sectores.
Se sabe, Alejandro se ha mostrado siempre muy polémico y aferrado a sus convicciones, con lo que consiguió a lo largo de su extensa trayectoria una valoración positiva y espontánea por su honestidad intelectual, un reconocimiento que le ha llegado de toda la dirigencia política y de quienes lo debieron tratar en su función de periodista, tanto radial como escrito.

 

En el Anchorena.
Cabe recordar que desde hace algunos días estaba internado en el Hospital Anchorena, en Capital Federal, donde esperaba recibir un trasplante de médula con lo que podría superar su dolencia.
Estaba en Buenos Aires desde julio del año pasado tratándose de su enfermedad, pero aguardaba algunos estudios más. Esos análisis se veían demorados por la pandemia que soporta el mundo, pero su intervención se apuró en la última semana.
La semana anterior fue ingresado al nosocomio porteño, donde se le realizó el testeo por coronavirus que dio negativo; y posteriormente sometido a un último tratamiento con quimioterapia.

 

Controversia superada.
En algún momento -cuando se supo que debía ser trasladado a Capital Federal para su mejor atención-, hubo una disputa con la obra social a la que estaba afiliado, pero después de la intervención de la Superintendencia de Salud ha sido convenientemente atendido y ya no tuvo inconvenientes.

 

Agradecimiento.
Ayer por la tarde estaba con ganas de conversar, y mientras extendía la charla no quiso dejar de agradecer a todos los que de alguna manera lo ayudaron en estas circunstancias. «Ni hablar de mis compañeros de trabajo, mi familia, muchos dirigentes políticos… el gobernador (Sergio Ziliotto), Cacho (Alou, secretario privado), José Pérez (secretario de Información Pública)… pero todos, de todos los partidos y gente que sin ocupar cargos me hicieron sentir que me apoyaban», cerró.

 

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