Miércoles 27 de marzo 2024

"Se resisten a los límites que ponemos"

Redacción 17/06/2018 - 00.23.hs

La situación dejó al descubierto la grieta que existe entre una parte del alumnado y la dirección del colegio. "Queremos que nos respete", dijeron los estudiantes. "Desde mi asunción un montón de lineamientos y formas de trabajar empezaron a cambiar", se defendió la docente.
Alumnos de sexto año del Instituto Privado Cristo Redentor de Winifreda (IPCR), propiedad del Obispado de Santa Rosa, expresaron su disconformidad con la dirección del establecimiento educativo y le apuntaron a la rectora Cecilia Chaves, quien asumió sus funciones en 2017. "La relación que teníamos con la rectora anterior era completamente distinta. Lo que decía lo cumplía y cuando se generaba un conflicto se solucionaba con diálogo", dijeron los estudiantes.
"La rectora actual a veces nos dice frases incoherentes que no están a la altura de una docente. Esperamos que cambie y que nos respete como alumnos porque hasta ahora nos vive mintiendo y se contradice permanentemente", agregaron.
"Desde un principio estamos tratando de tener una buena relación pero no hay compromiso por parte de ella", aseguraron en declaraciones a Radio Contacto. Para hacerle sentir el descontento de la comunidad estudiantil, entre miércoles y jueves, varios alumnos faltaron a clases.
En diálogo con LA ARENA, Chaves respondió los cuestionamientos. "El viernes, una alumna de sexto sociales me dice que todos los alumnos del ciclo orientado querían hablar conmigo. Los cursos de quinto se dirigen a sus aulas, los de cuarto quisieron escuchar y los de sexto me estuvieron planteando un montón de dudas y de enojos que tienen porque desde mi asunción, hace un año, hay un montón de lineamientos y formas de trabajo que empezaron a cambiar", dijo Chaves, profesora de Educación Física. "Les expliqué que todas las personas tenemos una personalidad que la trasladamos al trato con los demás", continuó.

 

Impronta personal.
Consultada sobre si en algún momento le faltó el respeto a los alumnos, respondió: "No lo tomo como falta de respeto, ellos creen que sí, pero es la impronta personal que cada uno tiene y a su vez ellos tienen una resistencia a los límites que ponemos".
"Soy la figura visible y tengo que aplicar los acuerdos escolares de convivencia, que no los redacto yo sola. Ellos creen que son impuestos por mí, pero no tienen en cuenta que también fueron redactados por sus delegados de curso, que son los voceros de todo el grupo, pero recae en mí aplicar las sanciones disciplinarias en caso que sean necesarias", abundó.
Sobre estas medidas puntualizó: "Primero hay un diálogo con el alumno, si se repiten esas acciones inadecuadas se hacen actas acuerdos donde queda por escrito el compromiso de modificar comportamientos y al producirse una suma de actas se los invita junto a los tutores, a que reflexionen en sus hogares acerca de la transgresión a estos acuerdos escolares de convivencia".
Las sanciones se aplicaron cuando "han ocurrido agresiones físicas, verbales, bullying. Son todas acciones individuales donde lo que tenemos que tratar de hacer es que el alumno obtenga nuevos valores para poder formarse. Continuamente trabajamos en eso".

 

-¿Hubo cuestionamientos por parte de los padres hacia su gestión?
-Ninguno, destaco la muy buena predisposición de ellos. Han estado cada vez que se los ha convocado para poder ayudarnos y en forma conjunta formar en valores a los alumnos. Padres y alumnos saben que reglas y reglamentos tenemos en todos los aspectos de la vida.

 

Designación.
Reveló que los alumnos la consultaron sobre su designación. "Les respondí que el año pasado cuando se produce la jubilación del rector titular el cargo estaba ocupado por una docente suplente. Fui una de las personas que se inscribió para concursar el cargo cumpliendo los requisitos que solicitaba la convocatoria, que se publicó en los diarios. Después se produce mi designación, decisión que tomó el Obispado aunque no tuviera el mayor puntaje. Esto se debe a criterios que considera pertinentes la gestión privada.
Consultada si los alumnos le pidieron la renuncia, aseguró: "No, en ningún momento, es la primera vez que escucho eso".
Sobre el ausentismo registrado como medida de protesta, Chaves dijo que "si bien hubo una mayor cantidad de ausentes, no se dio un faltazo masivo. Estuve haciendo dos reuniones de entrega de boletines y los padres estaban en conocimiento de que sus hijos no estaban presentes".

 


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