Lunes 15 de abril 2024

Séxtuple homicidio vial

Redaccion 03/03/2020 - 09.32.hs

«Vi pasar una sombra… y después el auto de mi hijo volar…» Esa expresión fue la que utilizó Mónica Siderac. Quien es esposa de Raúl Palacio -otro de los testigos que declaró ayer-, en el juicio oral y público en el que se trata de dilucidar responsabilidades en la tragedia que el 25 de diciembre de 2018 le costó la vida a 6 personas.
Son los padres de Franco, el joven que aquel día conducía el Peugeot 206 que fue embestido por el Mercedes Benz que manejaba Esteban Hotz.
En ese siniestro perdieron la vida Franco Gabriel Palacio, Guadalupe Ana Abascal, Daiana Palacio, Gonzalo Palacio (3 años), Milagros Palacio (6 años) e Isabela Rossotto (6 años).
La testigo se expresó -entre sollozos- ante el tribunal de Audiencia que conforman Gastón Boulenaz, Andrés Olié y Alejandra Ongaro. La fiscal es Cecilia Martiní, y actúan como querellantes por la familia de las víctimas fatales los abogados José Mario Aguerrido y Juan Ravinale.

 

Una sala cargada de angustia.
El primer día de audiencias en la Ciudad Judicial para dilucidar responsabilidades acerca de cómo se produjo el choque fatal, tuvo momentos de angustia por el estado de ánimo que exhibieron los familiares de Franco Palacio y las otras personas que viajaban y fallecieron en el Peugeot, que fue embestido por el Mercedes Benz en el que iba Esteban Hotz.
El suceso se produjo en la Navidad de 2018 en el cruce de las rutas 5 y 7, en cercanías de Anguil. Era un mediodía muy claro de diciembre, el lugar estaba despejado, pero no obstante se produjo la tragedia cuyas causas ahora se dilucidan en tribunales.

 

Atención a las víctimas.
Ayer, en la sala, que estuvo colmada, se hicieron presentes familiares de las víctimas y representantes de Estrellas Amarillas. Solo un par de allegados del acusado estuvieron en la audiencia.
El primero en sentarse frente al Tribunal fue el licenciado Ignacio Delgalarrondo, de la Oficina de Atención a las Víctimas, quien asistió desde lo profesional a los familiares de Palacio y se expresó acerca de las consecuencias que la tragedia provocó en los allegados.

 

Relato entre sollozos.
Después llegó el momento de que ingresara Mónica Siderac, a quien se vio notablemente afectada mientras hacía su relato. Ella, junto a su esposo Raúl, y a otro hijo -Cristian, que iba a declarar poco después-, y otro nieto, iban en una Ford Eco Sport pocos metros detrás de Franco y el Peugeot 206.
Mónica Siderac comenzó su relato, señalando que habían decidido trasladarse con toda su familia a Colonia Barón -a la casa de sus consuegros- para almorzar, y que como la Eco Sport tenía el velocímetro roto le habían pedido a Franco que fuera adelante a una determinada velocidad (110-120 kilómetros por hora).
Mientras hacía su narración la mujer se quebró y se la vio notablemente compungida, lo que obligó a hacer un cuarto intermedio para que pudiera reponerse.

 

«Nuestra familia ya no es la misma».
Al regresar a la sala, continuó con su exposición: «Desde ese día nuestra familia no es la misma. Nuestra vida cambió totalmente, ya no somos las mismas personas… Trabajábamos todos juntos, nos juntábamos a comer y salíamos todos en bloque», puntualizó siempre con lágrimas en los ojos.
La fiscal la consultó cómo fue el momento fatal, y Siderac explicó que «viajábamos a unos 60 metros del auto de Franco… cuando íbamos llegando al cruce le dije a mi esposo que no iba a saber dónde doblar». Pero en un momento dado vieron que el Peugeot prendía sus balizas, por lo que entendieron que sí lo sabía, que Franco se tiró hacia la dársena, sobre la derecha, pero se pasó algunos metros y detuvo su marcha. Después intentó dar la vuelta y «vi una sombra que pasaba…», dijo la mujer.
Pocos instantes después se iba a desencadenar el tremendo choque. Agregó que vio cómo que el auto de su hijo volaba, y enseguida los ocupantes de la Eco bajaron desesperados. «Lo primero que vi fue el cuerpo de mi hija tirado… y creía que mi hijo (Franco) estaba vivo», relató.

 

«Puso las balizas».
Raúl Palacio -ex policía retirado y ahora comerciante- se expresó más o menos en los mismos términos. Dijo que esa mañana después de cargar nafta pusieron camino a Colonia Barón, por la ruta 5, y que Franco iba delante, separados por unos 60 ó 70 metros, y que al llegar al cruce con la ruta 7 Franco puso el guiño para doblar «pero se pasó un poco, unos 40 metros», que bajó a la dársena y la Eco también lo hizo. Relató Palacio que el Peugeot puso las balizas, se detuvo, y después empezó a maniobrar para retomar.
Tanto Mónica Siderac como Raúl Palacio explicaron que en ese momento advirtieron «una sombra» que pasó a su lado, y enseguida el encontronazo con el auto donde iban sus familiares.
Los dos dijeron -ante preguntas concretas- que nunca hubo otro auto entre el Peugeot y la Eco, y que tampoco advirtieron la presencia de un Audi.

 

¿Hubo otros testigos?
En este punto cabe decir que la Defensa sostiene que sí había otros vehículos; y en ese sentido presentarán un testigo que dijo haber visto el suceso: Luis Jorge Garzarón, quien declarará en el juicio.
Después ingresó a la sala Cristian Raúl Palacio -hijo de Mónica y Raúl-, que iba en la Eco, y declaró más o menos lo mismo que sus padres.
El último en presentarse ante los jueces ayer fue José Soria, subcomisario de Anguil, que intervino en las diligencias posteriores al choque. Expresó que mientras estaba en el lugar del hecho se presentó un hombre que dijo que viajaba detrás del Mercedes Benz y que el Peugeot se cruzó en la ruta.
Hoy continuará el juicio, con la declaración de más testigos. Continuará mañana, y está previsto que haya una nueva audiencia el lunes venidero.

 

“Hotz es una víctima más”
La fiscal Cecilia Martiní, acusó a Esteban Hotz como autor del “delito de homicidio culposo agravado por la conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria de un vehículo con motor, excediendo en más de 30 kilómetros la velocidad máxima permitida” (artículo 84 bis del Código Penal), que en el lugar del siniestro era de 60 kilómetros.
Una pericia oficial determinó que el Mercedes Benz que conducía Hotz se desplazaba a 170 kilómetros por hora, lo que es cuestionado por el abogado defensor Jorge Salamone. Además la Defensa también sostiene –y así lo dijo en la audiencia de ayer–, anticipando su alegato, que Franco Palacio fue autor de una maniobra “totalmente desaprensiva” al retomar en U la cinta asfáltica, sobre la ruta 5: “Fue una conducta temeraria y peligrosa”, adujo.
Salamone se mostró disconforme y quiso desmentir lo que sostuvo eran “versiones en los medios basadas en información inexacta e irresponsable”, y señaló que el Ministerio Público Fiscal formulaba una acusación que no tiene que ver con la realidad.
Después de decir de su respeto a la familia Palacio, agregó que en su entender Hotz era “una víctima más”, por lo que iba a pedir lisa y llanamente su absolución. “Es una víctima más de la conducta desaprensiva de Palacio. A Hotz le cambió la vida para siempre”, insistió.
El conductor del Mercedes Benz es un hombre muy joven, tiene 31 años, y se desempeña como martillero público y corredor de comercio. Una pericia realizada por un experto sostiene que pudo haber una causa suficiente, que no sería otra que la excesiva velocidad del Mercedes Benz, y una causa necesaria dada por la maniobra del Peugeot 206 de dar vuelta en U sobre la ruta.

 

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