Siloístas: "Ciclos se cierran con memoria"

Alejandro Rubén Andrada fue secuestrado y perseguido durante la última dictadura cívico militar por su pertenencia al movimiento siloísta. Fue detenido una noche de marzo de 1975 al mismo tiempo que allanaban la casa de sus padres con ametralladoras. Andrada fue uno de los cuatro primeros detenidos, pertenecientes a humanismo en aquella época.
El militante humanista declaró durante el juicio contra represores de la Subzona 14 II y ahora reflexionó sobre la reciente sentencia del Tribunal Oral Federal de La Pampa, de 25 a 6 años de prisión contra 13 ex militares y ex policías acusados por más de 200 delitos de lesa humanidad cometidos en La Pampa.
"Los círculos se cierran con memoria, con justicia y con el afecto de los amigos y amigas que acompañan y acompañaron todo este proceso de reparación", destacó el periodista, a días de la lectura de la sentencia, cuyos fundamentos se conocerán el 15 de octubre próximo y a partir de allí las querellas analizarán la posibilidad de apelar.
"Actúa entonces a través de la justicia -corolario de la larga lucha de tantos militantes políticos y sociales que actuaron durante todos estos años- algo que se vuelve a parar, algo que se había caído y que se vuelve a poner erguido en su lugar: el respeto por los Derechos Humanos", manifestó.
Además, el actual secretario general del Partido Humanista en la provincia dijo que "acompañando a esa reparación, se pone en marcha la debida repulsa jurídica y social a aquellos que flagelaron y humillaron el contrato social de la democracia, envileciendo con impulsos de odio, de vejación y de antihumanismo, como tantas veces lo peor del hombre lo ha hecho a lo largo de su historia".
"Los humanistas de antes, aquellos seguidores de Silo, militantes por la paz y la no violencia, aquellos que fuimos detenidos en 1975 como un ensayo primerizo de una represión cruel que se desataría en esta provincia y también en todo el país, fuimos recibidores de esa reparación, y la celebramos por nosotros, por nuestro pasado, por el futuro, y por la memoria que se vuelve a retejer en las partes hundidas de aquellos recuerdos", amplió.

"Compañeros".
Andrada explicó que en el juicio de la Subzona 14 II "estuvimos acompañados por las nuevas generaciones de humanistas, alentados por abrazos provenientes de los compañeros de otras fuerzas políticas, que nos estrechan fraternalmente. Estuvimos con la co presencia en el alma de amigos que conformaron aquel grupo de 30 militantes y que no pudieron estar en estas jornadas y que residen en otras provincias e inclusive algunos en el extranjero, y fundamentalmente, llevando en nuestros corazones a aquellos que ya no están en este plano, pero que respiran vivos en nuestras intenciones y laten todavía en nuestros mejores anhelos".
En esa línea, recordó la emoción que tuvo junto a Juan Carlos "Pinky" Pumilla y Raquel Barabaschi, dos ex detenidos querellantes de este juicio Subzona II, y también con la visita de Nora Cortiñas, que con su simbólico y legendario pañuelo blanco nos acompañó en "este juicio histórico para esta provincia".
Por otro lado, destacó que los condenados Luis Baraldini, jefe policial en la dictadura, "y sus secuaces, hace rato que entraron en el infierno de Dante y allí quedarán, confundidos con los espíritus de los violentos del pasado, en un círculo sin fin donde las acciones ejercidas impunemente contra otros vuelven y los visitan como viejos y eternos fantasmas".