Martes 09 de abril 2024

«Sistema de ideas, no es una boleta»

Redaccion 10/05/2020 - 21.21.hs

Ricardo Alfonsín es una piedra en el zapato para la conducción actual del radicalismo. Hijo del expresidente Raúl Alfonsín y propuesto como embajador de España por el presidente Alberto Fernández, lleva años denunciando que la cúpula de la Unión Cívica Radical abandonó los ideales del partido centenario para ponerse a la cola de una fuerza de derecha, como el PRO, primero con Cambiemos y actualmente con Juntos por el Cambio, según los distintos nombres que recibió esa alianza que también integran otras fuerzas políticas.
Para el ex diputado nacional no existe ninguna contradicción entre haber aceptado el cargo que le ofreció Alberto y continuar en la UCR. Para él, los equivocados son los que sostienen el alineamiento con el macrismo. «Lo que Alfonsín (padre) decía era que no debíamos hacerle nunca ofrecimientos programáticos de derecha a la sociedad, aunque la sociedad se derechizara. Eso no quiere decir que no podamos, en la medida en que no nos condicione programáticamente, recibir apoyos de fuerzas que no coinciden con nosotros ideológicamente», sostuvo en una extensa entrevista con La Parte y el Todo, por CPEtv.
«Ahora el partido, aparentemente, se atreve a discutirle al PRO el liderazgo electoral, pero eso no me tranquiliza, quiero que la UCR elabore programas que nos vinculen nuevamente con los sectores mayoritarios, con la clase media, con los pequeños y medianos productores, con los sectores más desprotegidos, pero claro, será muy difícil que pueda ocurrir esto si conservamos el acuerdo con el PRO», explicó.

 

-La UCR tenía un programa muy parecido al de Perón del ’45 que era el programa de Avellaneda. A partir de allí, le disputaba con sus características el programa popular al peronismo. ¿Cómo ve al radicalismo hoy?
-La mayoría están disconformes, sorprendidos por la perseverancia de la conducción del partido en las posiciones de derecha. Lo que falta es que se atrevan a decirlo públicamente y lo planteen, en forma democrática, hacia el interior del partido.

 

-Hay algo que Alfonsín nos enseñó y es que la dicotomía peronismo-antiperonismo había sido muy dañina para la Argentina.
-No debemos definirnos como antiperonistas. Somos anteriores al peronismo. El radicalismo surge a fines del siglo XIX como expresión de los sectores populares frente al régimen falaz y descreído, como decía Irigoyen para referirse a los conservadores. Pero el antiperonismo, además, no es ni siquiera inteligente. Si lo que se quiere es ganarle al peronismo, no hay que hacer antiperonismo. El peronismo está asociado a conquistas, derechos y progresos sociales, de manera que, para un sector muy importante de la sociedad, ser antiperonista significa, de alguna manera, estar en contra de esas conquistas. Si el peronismo fue capaz de poner en marcha un proceso de extensión de derechos sociales, nosotros, que queremos hacer eso, tenemos que tener mejores ideas. Salvo que queramos convertir al partido en una expresión de la derecha.

 

-¿Cómo ve las medidas que se han tomado para paliar la pandemia de coronavirus?
-Se hizo lo correcto. Se optó por la vida, que era lo que correspondía desde el punto de vista ético. Si no hubiéramos optado por la vida podríamos tener hoy la cantidad de contagios y de muertes que tiene Estados Unidos. Fue una decisión correcta incluso desde el punto de vista económico porque los problemas los hubiéramos tenido igual. En EEUU hay un desastre desde el punto de vista económico: en 70 años no hubo niveles de emisión monetaria como los que hubo ahora y hay récord de déficit fiscal. La Reserva Federal calcula que durante 2020 habrá un desempleo equivalente al 30% de la población económicamente activa y que el PBI puede caer el 30% en EEUU. Y en nombre de la economía sacrificaron miles de vidas.

 

-¿Qué mirada tiene del proyecto de ley para gravar las riquezas?
-Desde mi posición de radical estoy a favor. Si uno mira los programas de TV de Buenos Aires verá que allí invitan a economistas o a tributaristas para hablar sobre este tema, pero la discusión no es técnica, es filosófica. ¿Es justo que se les pida a los que más tienen que pongan más en esta situación excepcional? Creo que es justo. Y los que pensamos que es justo, recién después empezaremos a discutir cuál es el mejor mecanismo técnico y si nos da la correlación de fuerzas para aplicar esa ley. Mi partido salió a decir que detrás de ese impuesto hay odio de clase, que está motivado en un ánimo persecutorio o en un odio ideológico… ¿Quién puede pensar semejante tontería? Es la ética de la solidaridad lo que está detrás de este proyecto.

 

-Me llama la atención la cantidad de trolls que responden ofensivamente cada vez que usted se expresa en Twitter. Me recuerda a aquél que en Neuquén insultó a su padre el día de la famosa frase: «A vos no te va nada mal, gordito».
-Yo lo que rescato de aquel episodio es que, por lo menos, el amigo de Neuquén daba la cara, pero estos son inventados, no se sabe quiénes son. Internet es una herramienta extraordinaria, pero muchos la usan como una suerte de ecosistema para la inferioridad moral. ¿Qué dirán los hijos de estas personas si un día ven que escriben estas cosas?

 

-¿Cómo está su relación con los radicales pampeanos?
-Soy amigo de todos. De (Francisco) Torroba, de Juan Carlos (Marino), de Martín Berhongaray. Veré cómo evolucionan las cosas en las distintas provincias para ver con quiénes vamos a seguir trabajando por un radicalismo distinto. En todas las provincias tenemos grupos de amigos que claramente hemos comprendido que la UCR se alió y bajó banderas. Podrán decirnos que era lo mejor para el país, pero a mí nunca me convenció ese acuerdo. El radicalismo es un sistema de ideas no una boleta. Que yo sepa no hubo una reunión de la Convención Nacional -que es la única que podría hacer eso- para decir: «De ahora en adelante nosotros vamos a transformarnos en un partido político que va a representar los intereses de la derecha». Eso no ocurrió.

 

Embajador.
Alfonsín aseguró que aceptó el ofrecimiento de Alberto Fernández de ir como embajador argentino en España por tres razones: “Estoy de acuerdo con las ideas y los programas que anunció el actual presidente durante su campaña; es necesario colaborar, porque la situación es muy difícil; y porque precisamente, entre los que resisten, está mi partido”. El dirigente radical dijo que no esperaba la oposición de la UCR. “Creí que después de las elecciones mi partido iba a comprender el error que había cometido”, dijo respecto a la alianza con el PRO.

 

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