Jueves 11 de abril 2024

Tender una mano cuando más se necesita

Redaccion 05/04/2020 - 21.13.hs

Era el inicio de 2011 cuando un grupo de amigos que, entre otras cosas, compartían su pasión por el rugby, decidió destinar parte de su tiempo a la solidaridad. Convocaron a chicos en distintas escuelas de la zona norte de la ciudad, en barrios carenciados o periféricos, y así armaron un club donde la pelota ovalada es el motor que los congrega pero también el lugar donde se reparte la merienda, donde se brinda apoyo escolar o simplemente un abrazo y una palmada en la espalda.
La escuelita «Calfucurá rugby» creció, se consolidó y hoy, nueve años después, mantiene y redobla su objetivo: tenderle una mano a los que más lo necesitan.
«Cuando se declaró la pandemia del Covid-19 por supuesto que suspendimos las actividades en el club, nosotros ahí damos la merienda todos los días de entrenamiento entonces dijimos que de alguna manera había que darles algo porque realmente lo necesitan. Nos organizamos y mandamos un vaucher a un comercio de la zona entonces la gente retiró ahí la mercadería. Son unas 20 familias, que son las que sabemos que están siempre, que tenemos identificadas y que sabemos que la ayuda va a llegar a buen puerto», contó Fernando «Ruso» Fernández, uno de los impulsores de Calfucurá.
Cada familia recibió un vale equivalente a 1.500 pesos y esa movida se repetirá para Semana Santa, según resaltó Fernández a LA ARENA. La escuelita funciona en los terrenos que están detrás del ex Molino Werner, en 1º de Mayo y Stieben.
A la movida inicial de los creadores de la entidad se sumó en los últimos tiempos un grupo de veteranos del Club Náutico, un equipo de rugby que se originó en los 80 y tuvo gran repercusión en el deporte santarroseño y de la zona.
«Nosotros los fondos los teníamos para la ayuda, y eran por la venta de una camiseta del Club Náutico, una movida que organizaron un grupo grande de los que jugaron ahí y que también se ofrecieron para colaborar: hicieron una edición de la camiseta por los 30 años del viejo Club Náutico y así se hizo la colecta. Parte de la plata fue para Calfucurá y el resto para el costo de la camiseta, Nuestra idea es recuperar esa plata para hacer otra donación así que por eso abrimos una cuenta para quien quiera colaborar, será muy bienvenido porque servirá para ayudar a los chicos y a sus familias».
Una donación mínima de 600 pesos significa convertirse en «Socio Benefactor» de Calfucurá y la cuenta corriente es del Banco Patagonia, (número 0228 228008303 00. Alias: Calfucurá donación). La asociación civil tiene su CBU: 03402285 00228008303002 mientras que el número de CUIT es el 30-71245882-4.

 

Comienzo.
La iniciativa de fundar «Calfucurá» surgió por un proyecto de las instituciones más poderosas del rugby de San Isidro, el SIC y el CASI, que en 2001 se juntaron y formaron el club Virreyes, destinado a ayudar a chicos de la villa La Cava, una de las más marginales del Gran Buenos Aires.
«La idea es crear un espacio para chicos en situación de vulnerabilidad, con la propuesta del rugby y el acceso a distintos programas educativos como herramientas de integración», había explicado Fernández en ese inicio. Hoy esa idea también se traduce en ayuda y trabajo social para los más carenciados.

 

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