Viernes 12 de abril 2024

«Tenemos una formación más solidaria»

Redaccion 24/05/2020 - 16.33.hs

En la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de La Habana «tenemos una formación más solidaria y no tan mercantil», por eso los médicos cubanos «hacen misiones en sitios donde casi ningún médico quiere ir o residir», aseguró la santarroseña Romina Picco.
«No estoy de acuerdo con quienes dicen que los médicos cubanos son espías y todas esas cosas. Tengo compañeros que participan en las misiones. Nosotros tenemos otro punto de vista (de la medicina), a los que se gradúan acá o en otros países», destacó la médica actualmente radicada en una pequeña localidad de Chubut.
Picco desestimó las críticas contra los médicos cubanos que impulsan los medios de comunicación porteños que son propiedad de grandes grupos económicos. La joven estudió y se graduó en La Habana, donde cursó la carrera de Medicina en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).
Antes hubo «dos o tres» pampeanos que también se graduaron en la Mayor de las Antillas. «Somos poquitos de La Pampa los graduados de la ELAM», reconoce.

 

La importancia de la beca.
Romina Picco es hija de un albañil y una ama de casa de Santa Rosa. Cuando cursaba el colegio secundario se inscribió para acceder a una beca de la Casa de la Amistad entre Argentina y Cuba para cursar la carrera de Medicina en la ELAM. Tenía 17 años. Y cumplimentó todos «los exigentes requisitos» que solicitaban desde el gobierno socialista. Empezó a cursar otra carrera universitaria. Y al año siguiente le confirmaron que podría estudiar en la ELAM.
«Sin la beca no hubiera podido estudiar Medicina, por eso comencé con otra carrera hasta que me salió la beca, e igualmente se me estaba haciendo difícil porque las carreras universitarias son difíciles de solventar aún en universidades públicas, porque tenés que alquilar, los libros tienen costos y todo suma mucho dinero», reconoció Picco en una entrevista con Radio DON. «Sin esta ayuda no hubiera podido tener la oportunidad de estudiar la carrera que me gusta y
disfruto de ejercer», destacó.
«Hice la carrera en seis años y medio y me quedaron muy buenos recuerdos -de Cuba-, porque me quedaron amistades en toda la Latinoamérica. En la ELAM estudia gente de todo el mundo. Hay alumnos de Africa, de Pakistán, de Centroamérica, de Sudamérica e incluso había algunos chicos de Estados Unidos», resaltó.

 

-¿Participó en las misiones sanitarias de la ELAM?
-Cuba siempre hace misiones en todo el mundo e incluso los oculistas realizaron varias misiones en el norte del país. Nunca tuve la posibilidad de hacer misiones. Acá en Chubut cuando comenzó la problemática de la pandemia del Covid-19 se planteó traer médicos cubanos, pero después trajeron médicos venezolanos por la situación que atravesaba Venezuela.

 

-¿Qué opina cuando algunos políticos y medios de comunicación porteños rechazan la llegada de médicos cubanos para la lucha contra el Covid-19 y hasta los acusan de espías?
-Eso es un tema político, pero no es así. Los médicos vienen a prestar sus servicios y brindar sus conocimientos. Somos la primera línea de defensa, porque somos los que estamos todos los días con las personas que tenga o no tengan Covid-19. No estoy de acuerdo que digan que vienen espías (cubanos). Y menos en esta situación, porque todos queremos estar con nuestras familias y no correr riesgos.

 

-Pese a las críticas, Cuba sigue dando muestras de solidaridad con los países latinoamericanos…
-Ellos siempre hacen misiones. Fueron a Haití como fue azotado por un huracán, van a Venezuela o al Amazonas en Brasil, porque van donde no quiere ir ningún medico. Eso del espionaje no es real, no estoy de acuerdo.

 

-O sea, ¿van a hacer misiones donde nadie quiere ir a atender los pacientes?
-Sí, van donde no quiere ir nadie y es muy difícil permanecer. Al Amazonas, muy pocos médicos quieren ir nadie a trabajar. Tengo compañeros que participan en esas misiones. Nuestra formación es más que nada solidaria, y no tan mercantil.

 

-¿Esto significa que no son parte de las corporaciones médicas?
-Todos necesitamos plata y aspiramos a tener un sueldo digno, porque para eso también estudiamos y tenemos familia. Pero, tenemos otro punto de vista, a los que se gradúan acá o en otros países

 

-Sería menos mercantilista.
-Se podría decir así.

 

«Me gusta la zona rural».
Romina Picco cuando egresó, regresó a la Argentina con su pareja, que es un médico traumatólogo cubano. En 2015 trabajó en la posta sanitaria de Monte Nievas y realizó guardias en el Hospital de Eduardo Castex. Después hizo la residencia de Clínica Médica en el Hospital Lucio Molas de Santa Rosa.
«Por motivos familiares y económicos» emigró a Chubut, donde trabaja desde hace tres años en el Hospital Rural de Las Plumas. La comuna tiene 700 habitantes y se encuentra a 200 kilómetros de Trelew.
«Me gusta mucho la zona rural. Es diferente a trabajar en una ciudad. Estuve un año en el hospital Lucio Molas, pero me gusta más la población rural. Es diferente el contacto con la gente. En este pueblo o en Monte Nievas, conocés a toda la población, sabés con quién trabajás, qué enfermedades tienen y cómo tratarlo. En las ciudades atendés a un paciente y no lo ves más. Aca tenemos una relación más cercana, más personalizada», relató Picco.
El marido es cubano y en la ELAM se recibió de médico traumatólogo, pero en Argentina homologó el título como médico general. «No pudo homologar el título de traumatología, porque requería muchos requisitos y era como hacer nuevamente la carrera de traumatología. Así que eso se dificultó y está trabajando como médico acá», explicó Picco.
La entrevistada admitió que inicialmente «costó» adaptarse al clima hostil del sur argentino. «El primer año nos agarró una nevada fuerte, y nos costó un poco», dijo risueña. «El pueblo donde vivo es muy lindo, tiene montaña y río», concluyó.

 

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