Viernes 12 de abril 2024

Todo comenzó con un «planito»

Redaccion 18/05/2020 - 21.39.hs

En menos de 60 días, La Pampa logró sumar 102 nuevas camas de internación a su sistema de salud. Esto gracias a los módulos hospitalarios que la Provincia construyó en tiempo récord en las dos principales ciudades pampeanas: Santa Rosa y General Pico. Una «hito nunca visto», según entienden desde la Casa de Gobierno, que no se podría haber hecho sin «el esfuerzo» de los trabajadores, tanto públicos como privados.
En diálogo con LA ARENA, el ingeniero del área de Hidrocarburos y Minería provincial y gestor del proyecto de los Hospitales Modulares para la lucha contra el coronavirus, Gonzalo Sondon, recordó cómo surgió una iniciativa que llevó a la Provincia y las empresas pampeanas a trabajar a contrarreloj, y con una celeridad pocas veces vista en el ámbito público.
«La idea nace del miedo, vos ves una situación mundial donde hay una enfermedad que nadie sabe cómo va a terminar y hago un planito muy sencillo, un bosquejo que se me había ocurrido. Esto no es de casualidad, tuve un proyecto (emprendimiento) que quedó trunco, entonces con esta idea lo llamo a mi jefe, Matías Toso (secretario de Energía), y me recibe al otro día con ese planito», contó Sondon.
«De ahí nos vamos a ver con José Vanini, el secretario General de la Gobernación, charlamos un poco y le gustó. E inmediatamente abren las puertas del gobernador, así ni más ni menos: con ese planito A4, bastante ilegible», continuó sobre la reunión con Sergio Ziliotto.
«El gobernador fue muy rápido para la toma de decisiones, hizo preguntas clave: ‘¿Esto se puede hacer?’, a lo que le respondí ‘depende de cuánta gente se pueda sumar’. Había que diversificar en muchas empresas, no había una empresa que podía hacer todo esto en La Pampa. Esto fue un desafío enorme», reveló Sondon.

 

La otra clave.
«A partir de eso, nosotros también teníamos la alternativa de hacer algunos por administración, por gente del Estado, si no conseguíamos las empresas necesarias. Y ahí fue la otra clave que dijo Ziliotto, ‘mirá hay que darle laburo a las empresas locales porque se vienen momentos durísimos'», contó. Con la decisión tomada, el próximo paso era contactar a las firmas y realizar un listado sobre lo que disponía el Estado para llevar adelante las obras.
«Salimos a buscar proveedores y empezaron a sumarse el resto de los organismos: Obras Públicas, Vialidad, APE, que te lo remarco porque es infernal la capacidad técnica que tiene tanto en recursos humanos como en equipamiento, y después fuimos buscando chicos de otros organismos específicos. Colaboró Juan Pico, de APA, los chicos de Salud», enumeró sobre las diferentes áreas que fueron aportando recursos, tanto materiales como humanos, para la construcción de los hospitales.
«Había que cumplir requisitos rápidamente porque había que fabricar. A esto sumale también toda la gestión de compras y contratos que hubo detrás, y los permisos. En ese momento, estaba todo el país cerrado, no se podía circular, los materiales no estaban en la provincia en su totalidad. Los contenedores no estaban y había que abrir depósitos fiscales con permiso de la Provincia», recordó Sondon.
«Todo fue posible gracias a un grupo de gente del Estado, donde todos colaboraban y armaban los permisos para cada necesidad que iba surgiendo momento a momento. Y era todo vía Whatsapp, con gente que no nos conocíamos la cara».

 

Con transparencia.
Otro de los obstáculos que debió afrontar este proyecto fue que «ninguna de las firmas que participaban tenía la espalda (financiera) para encarar la compra de todos esos materiales. Entonces, en una obra del Estado, con tiempos lógicos, hubiera sido totalmente inviable».
«Así que fue un desafío, una experiencia que no sé si la volveré a ver. Ojalá que se repita, con los controles necesarios que tiene el Estado. Se hizo todo el detalle de lo que se gastó, tiene todo la trazabilidad correspondiente, los presupuestos, todo transparente», destacó. «El 13 de marzo creo que fue la idea y el 16 empieza el terraplén. Ya el 14 de mayo se finalizaron las tareas», añadió.
-Para lo que es la Administración pública esto es …
-Esto es inédito, inédito lo de la gente. Por decirte una cosa, mucho de los dueños de las empresas eran gente de más de 60 años. Cuando fuimos con la propuesta, por ellos mismos se sintieron con ganas de colaborar. Acá todos tenemos miedo, nadie sabe hasta dónde va a llegar la enfermedad.
Pese a la vertiginosidad con que se llevó adelante todo, el ingeniero destacó que «no hubo errores de obra» gracias a que todos trabajaron bajo un mismo objetivo, «siempre colaborando, todos alineados» y «sin discusiones. Imaginate que la documentación técnica iba a veces más lenta que el propio avance de la obra».
En ese sentido, Sondon precisó que las tareas iban cambiando día a día, según las necesidades y los obstáculos: «Nosotros teníamos una idea general, cuando llegamos a la obra tanto en Santa Rosa como en Pico se tuvo que replantear en función del espacio disponible». Y añadió: «Esta zona era inundable y hubo que terraplenar 60 centímetros toda esta área donde se montó el Hospital Modular. A partir de ahí, recién se comenzó con la platea, con todas las cañerías y demás».
-¿Qué sentimiento tuviste cuando supiste que los hospitales estaban operativos?
-Orgullo. La verdad que estoy muy emocionado porque es una mezcla de cosas, de lo que sentí que era la enfermedad, de la oportunidad que me dieron… porque si vos tenés una idea pero no tenés apoyo, todo queda ahí. Y que la hayamos podido hacer y que la gente te haya apoyado, acompañado… Cada uno dio todo lo que tenía. Se llegaron a bajar contenedores de noche, un domingo y la gente estaba ahí. Empresas que trabajaron para cumplir los plazos de lunes a lunes. Es un hito.

 

Con última tecnología
Los módulos hospitalarios poseen equipamiento de última generación. Si bien el motivo de su construcción es hacer frente a los posibles efectos de la pandemia, estas instalaciones quedarán disponibles para el Sistema de Salud. «El Gobierno verá su uso después», afirmó Sondon. «La obra en total son 32 contenedores, que algunos son marítimos reformados y otros son módulos fabricados de cero. Se lograron 18 terapias que tienen las 102 camas. A eso se suman dos salas de máquina y la enfermería desde donde se puede monitorear cada una de las camas de cada una de las terapias», amplió.

 

«El esfuerzo es de todos»
Si bien el empleado del área de Hidrocarburos fue el impulsor de la idea, Gonzalo Sondon resaltó que «cualquiera podría haber tenido la idea y habría sido escuchado por las autoridades». Además, resaltó: «Lo importante acá es el esfuerzo que hicieron los pampeanos, sin ellos esto no hubiera tomado forma».
«Alrededor de 500 trabajadores participaron, aunque capaz que en realidad nos quedamos cortos. En empresas, tenés cinco fabricantes, dos firmas civiles, uno de gases, dos de datos, ploteo, cortinas, aberturas, mosquiteros, hay más de 20 firmas seguro. Es que si no fuera por este trabajo en conjunto no lo podés hacer. El tema era unir y el desafío de la logística», explicó el ingeniero, quien celebró: «Así y todo se logró».
Y agregó: «Se trabajó 24 horas, mi familia me bancó, me llegaban llamados a las 12 de la medianoche. Nos levantábamos a las 7 de la mañana para hacer las recorridas a cada uno de los fabricantes, diariamente, porque había cosas que los planos no tenían y eran temas a resolver, discutiendo sanamente, y dándole para adelante. Ese era el lema».
¿Es un hito para la provincia?, se le preguntó. «Esto un hito de todos los pampeanos, cada uno puso su granito de arena y creo que no se podría haber hecho sin la participación y el esfuerzo de todos. El organigrama típico acá no corrió, no había jefes, todos apoyaban una idea y esa idea se coordinaba entre todos, sin rangos y siempre con apoyo. Cuando estás en una situación extrema cambia todo y todo se multiplica: la capacidad y la entrega de la gente».
Luego añadió: «Estamos terminando de entregar formalmente la obra, ahora tenemos que hacer los inventarios de lo que tiene cada contenedor. Y ya mi tarea en esto está finalizada, volveré a mi organismo madre que es la Subsecretaría de Hidrocarburos y Minerías».

 

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