Martes 16 de abril 2024

Transener, la gran responsable

Redacción 26/12/2019 - 02.01.hs

Ese día, un problema puntual y ocasional puso en evidencia fallas estructurales en el sistema energético nacional. La empresa transportadora de energía aparece como principal responsable junto con Cammesa.
Un informe de la Facultad de Ingeniería de la UBA confirmó, como ya lo había señalado una auditoría interna de la Secretaría de Energía de la Nación, que la empresa Transener fue la principal responsable del gran apagón que el domingo 16 de junio dejó sin luz durante muchas horas a gran parte del territorio argentino.
El martes 3 de diciembre, la Facultad de Ingeniería entregó al ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) un informe detallado donde identificó el grado de participación de los agentes del sistema eléctrico en el apagón nacional del 16 de junio. Según el portal EconoJournal, el documento pone en blanco sobre negro "el nivel de abandono del sistema por la inacción de los organismos de regulación y control.
El estudio -siempre según EconoJournal- ponderó de 1 a 10 la participación de todos los agentes del sistema en el apagón, siendo 1 la máxima responsabilidad, y 10 la mínima. La Facultad segmentó el incidente en 3 etapas: 1) evolución de la falla inicial hasta la no operación de la Desconexión Automática de
Generación (DAG), 2) los hechos que se sucedieron desde la falla de la DAG hasta el apagón nacional, y 3) la restitución del sistema.
"La investigación confirmó que la falla inicial tuvo como principal responsable a Transener", precisó EconoJournal. A la empresa privada encargada del manejo de las líneas de alta tensión que cruzan el país Transener SA, le asignó la responsabilidad 1, es decir, la más alta de todas.
En segundo lugar señaló a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista de la Energía SA (Cammesa) con un alto grado de responsabilidad, a la que cuestionó por la ineficiente configuración del "despacho de carga".
En la segunda etapa del colapso eléctrico -los hechos que se sucedieron desde la falla de la DAG hasta el apagón generalizado-, la Facultad responsabilizó "a un conjunto de grandes usuarios y en menor medida a distribuidores y generadores", mientras que en la tercera -la demora para restablecer el servicio- "tuvo como culpables centrales a generadores, Cammesa y transportistas, en ese orden".

 

Responsabilidades.
"Del análisis de contingencias, surgió que el esquema de definición de DAG no resultó suficiente para lograr un buen desempeño del sistema ante contingencias críticas sobre el escenario del colapso del sistema", remarcó el informe en sus conclusiones. "El responsable de este hecho fue sin lugar a dudas Transener", acotó de inmediato.
El documento también le apuntó a Cammesa por la configuración de un despacho que sin dudas debería haber sido menor. "De los análisis de los límites de transmisión y de la operación del corredor NEA-Litoral se evidencia su operación exigida. En el análisis de la operación aparecen situaciones en que, para el evento más crítico, se pueden alcanzar niveles de DAG que implicarían ante una falla salidas de generación similares a la del evento del 16/, con su operación correcta".
A ello se suma que "algunas unidades generadoras tuvieron fallas importantes no previstas, con salida intempestiva de servicio", un inconveniente que provocó una caída de frecuencia de mayor profundidad con oscilaciones. El listado apuntó fundamentalmente a los generadores Embalse, Termoandes y Renova.

 

Más falencias.
La Facultad también detectó que "no existe una sistemática de verificación por parte de una autoridad de aplicación del estado operativo de los relés de subfrecuencia de distribuidores y grandes usuarios ni de los sistemas de respuesta y desenganche de los generadores ante eventos externos a su nodo de conexión".
En este punto detectó fallas de distribuidores y grandes usuarios "pero le apunta fundamentalmente a ENRE y Cammesa".
Este detalle permite ver que la participación y/o responsabilidad involucró a todos los eslabones del sistema, lo que evidencia problemas estructurales que van más allá de un inconveniente puntual. Es por ello que el informe de la UBA apuntó también que "la regulación o ha tenido actualizaciones al estado del arte mundial y las realidades tecnológicas actuales en los últimos 20 años".

 


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