Lunes 25 de marzo 2024

Una propuesta para un «Verano Mágico»

Redaccion 20/12/2020 - 07.35.hs

Dos emprendedoras le pusieron cuerpo y alma a una idea que hace tiempo las inquietaba, las enojaba, las entristecía: la falta de talles en locales de ropa y sobre todo, la falta de talles de trajes de baño para quienes no se ajustan al molde hegemónico de flacura.

 

POR VICTORIA SANTESTEBAN

 

Es un domingo de diciembre, de sol y viento en la capital pampeana. Son las diez y algo de la mañana y la agencia de viajes Jam Travel (@jamtravel) es escenario del backstage de una producción de fotos que tendrá lugar, sobre el mediodía, al fondo de la casa. Somos varias mujeres embarbijadas, algunas peinan y maquillan, otras se cambian. Otras observamos. Hay facturas y comemos sin que nadie haga el comentario «me estoy cuidando». Es que en tiempos de revolución, interpelamos el mandato de cuidado hasta el cansancio. ¿Cuidarnos de qué? ¿De disfrutar de la crema pastelera y el dulce de leche? El derecho al goce incluye también el comer sin culpas, saboreando cada bocado, como enseña Luciana Péker con su militancia por los postres.

 

Emprendedoras.

 

De esto se trata la propuesta de Nadia Agustina Bonafine (@bonaa.ph) y Micaela Moneo (@iconicaestudio.dg), con la campaña «Verano Mágico» que LA ARENA anticipara en el suplemento Emprendedores en octubre pasado. Agustina es fotógrafa, Micaela diseñadora. Y como emprendedoras le pusieron cuerpo y alma a una idea que hace tiempo las inquietaba, las enojaba, las entristecía: la falta de talles en locales de ropa y sobre todo, la falta de talles de trajes de baño para quienes no se ajustan al molde hegemónico de flacura. Agustina explica que «Verano Mágico» nace por la necesidad de conseguir talles de trajes de baño para que «todo el mundo tenga una malla que ponerse». Cuenta que gracias a la publicación en LA ARENA es que aparecieron los locales y emprendedoras que se sumaron a lo que logró concretarse. Agustina, entre otras causas, apoya a la de implementación de ley de talles, y es la que da marco a su iniciativa, «para todas las cuerpas» explica. Agustina advierte la importancia de que «todos empecemos a ver que nuestros cuerpos no están mal. El cuerpo de los demás no es un espacio de dominio público, sobre el que se pueda opinar. Cada una tiene sus batallas internas pero los cuerpos que escapan a la norma son los que más padecen esta lucha, sobre todo en el verano en el que la publicidad nos vende cosas para «llegar al verano». Al verano vamos a llegar igual, cada una elige si lo disfruta o no. Hay diversidad de cuerpos que también se quieren meter a la pileta». En su cuenta de Instagram puede vérsela explicando la campaña: «Como creadora de contenido y generadora de imágenes está bueno que desde este lugar se muestren más realidades y se incorporen más talles». Entiende que la decisión de las marcas es difícil por el tema costos, pero que cambios como estos hablan de lo que la marca quiere construir y a dónde apunta.

 

Campaña.

 

La propuesta consistió en regalar una sesión de fotos a las marcas que incluyeran en sus trajes de baño seis talles, del S al triple XL, de los 85 centímetros de cadera hasta los 130. Así fue como Disprend (@disprend), Gorditas con Onda (@gorditascononda) y Luzela Lencería (@luzelalenceria) se sumaron y obtuvieron la sesión de fotos que ayer se dio a conocer en redes sociales. También las maquilladoras Valentina Festa (vgmakeups), Bianca Liquitay (@bian.liquitay), la peinadora Caro Rodriguez Hunter (@crh_mkp) y los accesorios de Per Due Diseño (@perduedisegno) y Ojos Chinos Bijou (@ojoschinos_bijou) formaron parte de la iniciativa.

 

Ley de talles.

 

Mientras en otros países conseguir talles no es un problema, en Argentina todavía se usa la expresión «talles especiales» para los y las que osan desafiar al esclavizante 90-60-90. La ley de talles fue sancionada en noviembre de 2019 pero su implementación es otra de las deudas democráticas. Agustina y Micaela señalan que algunas marcas de ropa dicen tener todos los talles, y esto en algunos casos no es así, o bien los locales sólo comercializan los talles pequeños. Explican que ciertos comercios se jactan de tener todos los talles por contar con un stock de apenas unos pocos modelos de bikinis para cuerpos que no responden a los mandatos de estética que, en buena hora, están cuestionándose. La ley de talles no puede reducirse a campañas marketineras y de pretendida responsabilidad social empresaria, sino que como toda conquista de derechos, debe poder vivirse en carne y hueso, en cuerpo y alma.

 

Modelos.

 

Mientras charlamos se van sumando algunas de las modelos que completan el equipo, que le ponen rostro y cuerpo a la campaña: Abigail Biragnet (@abibiragnet), Valentina Festa (@vgmakeups), Geraldine Blanc (@geri.blanc), Natalia Campanille (@nattchinaski) y Luna Alvarez (@luualvareezz). Hace unos años, en el imaginario colectivo, la modelo era representada por un cuerpo que respondía a los cánones de belleza hegemónicos de flacura, blancura y juventud. En la producción de Agustina y Micaela posan cinco modelos. Todas distintas, todas hermosas. Por fin vemos que en la diversidad está la belleza y que no hay una única manera de ser linda. Durante la sesión de fotos vibra en el aire alegría y cada pose de esas chicas es militancia. A quienes somos de una generación que a pesar del calor vestía pareos y toallas en la pileta para tapar las carnes rebeldes, que se escondía detrás de algo o alguien para la foto, que decía que no se sentía bien para justificar el faltazo a la pileta, que lloraba en el probador con dicroicas cuando no le entraba la malla mientras del otro lado la vendedora decía que esa era la más grande que venía, ver modelos de todos los tamaños y colores a pleno sol fue emocionante.

 

Mujeres bonitas.

 

Durante ese domingo de charla, recordamos el suplicio de buscar talles, en la industria gigantesca de productos y tratamientos de belleza, en haber crecido en un mundo donde el peso se asocia a un problema o a una enfermedad, en que Argentina es uno de los países que mayor índice de personas -en su mayoría mujeres- con anorexia y bulimia. Luego de entrar en confianza, sentimos que había agua y nos zambullimos a una pileta-diván, generando una charla catártica en la que hablamos de autoexigencias, de los miedos de emprender, en particular en una provincia pequeña y en un pueblo chico, en el que el temor a un infierno grande hace de freno a las ideas y al cambio. Por fin descubrimos que eso del infierno era un invento para inmovilizar de miedo. Por suerte las chicas emprendieron sin que el temor le ganara a las ganas. Circulan desde ayer en las redes las fotos de Agustina. Y es otro mensaje que reivindica que hay que animarse: a emprender, a repensar, a interpelar, a mostrarse, a salir, y a rodearse de quienes siempre acompañan. Por más veranos mágicos, sin pareos, sin pedir disculpas ni permisos. Porque la belleza está en la diversidad, en el amor propio y en la valentía. Porque tenemos derecho a mostrar y disfrutar de nuestros cuerpos. Porque mujeres bonitas son las que luchan, las que se animan y se quieren mucho.

 

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