Miércoles 17 de abril 2024

Familia quiere conservar sus tierras

Redacción 02/10/2016 - 01.47.hs

La situación de una familia de Dorila fue noticia este año cuando maquinarias comenzaron a derribar los alambrados que cercaban sus tierras y la policía custodió el lugar en contra de quienes habitaron por años allí. Ahora una resolución judicial podría quitarles las hectáreas.
Una familia de Dorila espera que la Justicia le confirme la posesión de las tierras que llevan habitando y explotando por tres generaciones. En medio de un conflicto con la comuna local, que es la contraparte en esta situación, Josefa Souto con sus 75 años espera que la herencia de sus hijos y de sus nietos sea respetada. Guillermo Vicente, hijo de Souto, señaló que han vivido situaciones muy violentas al estar trabajando en el predio y encontrarse con que llegaban los supuestos compradores acompañados de agrimensores para determinar la parcela que habían adquirido a través del municipio.
Josefa Souto mantiene desde hace décadas un almacén en la pequeña localidad del norte pampeano. Ahora ya es viuda pero recuerda con claridad que su esposo dedicó toda su vida a las hectáreas de tierra que ahora son motivo de discusión. "Mi marido nació ahí", aseguró en diálogo con LA ARENA y afirmó que hace algún tiempo comenzaron a realizar los trámites para poner a nombre de su familia los terrenos que por mucho tiempo sostuvieron con el pago de impuestos pero que todavía figuraban como propiedad del dueño anterior a nombre de Gaddo Capagli.
Souto recordó que allí han criado animales, compraron un viejo tractorcito para mantener el lugar y fueron ellos quienes alambraron el lugar. Mucha fue su sorpresa, según manifestó, al enterarse que personas ajenas a su familia quisieron ingresar al lugar aduciendo que habían comprado esas tierras al municipio de Dorila.
La vecina señaló que no sólo es un perjuicio desde lo económico sino que también es un daño moral, porque ella y su familia no están reclamando algo ajeno. Souto se mostró dolida con todo lo ocurrido y afirmó que todo comenzó tiempo después de que ella misma pidió en la intendencia de la localidad que le ayudaran a regularizar la situación de esas tierras.

 

Intereses políticos.
Guillermo Vicente es el hijo de Souto, y junto a su madre señaló que han vivido situaciones muy violentas al estar trabajando en el predio y encontrarse con que llegaban los supuestos compradores acompañados de agrimensores para determinar la parcela que habían adquirido a través del municipio.
Vicente explicó que ahora deben aguardar la resolución de la Justicia, porque interviene el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil. Dijo que sus tierras no estaban abandonadas, estaban cercadas, con dos perforaciones, con un galpón para guardar herramientas. Pero opinó que hay algunas personas que aprovechando su trabajo en la comuna decidieron apropiarse de esas hectáreas y cuando fracasó la posibilidad de venderlas a particulares optaron por querer usarlas para construir allí un polideportivo. Ahora hay una medida cautelar que dejó todo en suspenso.
El hombre habló de ciertos intereses políticos de los cuales van a quedar rehenes si esta situación no se difunde y la Justicia atiende a sus razones. Para Vicente esto es netamente el despojo de su herencia y le ha ocasionado que dentro de la pequeña comunidad algunas personas ya no vayan al almacén de su madre y que vecinos que conoce desde la niñez le esquiven la mirada en la calle.

 


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