Miércoles 24 de abril 2024

Piden ocho meses para un policía

Redacción 31/03/2015 - 03.44.hs

(General Pico) - La fiscalía pidió ocho meses de prisión para el policía Rubén Darío Wilches, quien fue enjuiciado ayer por un caso de violencia de género ocurrido en la localidad de Realicó. Sin embargo, el imputado no tiene antecedentes de condena porque las denuncias anteriores en su contra están todavía en proceso en sede judicial de Santa Rosa y por lo tanto podría tener una pena en suspenso.
El debate por "violencia contra las mujeres, lesiones agravadas por el vínculo" comenzó a las 9.20 en la sede tribunalicia de esta ciudad. El joven imputado es cabo de la Policía de La Pampa y fue representado por la defensora María José Gianinetto. La fiscalía accionó a través de Ana Laura Ruffini e intervino en la causa el juez Fabricio Losi.
En el comienzo del juicio fue la representante del Ministerio Público Fiscal quien indicó que el hecho en investigación ocurrió el 12 de noviembre de 2014 a las 19.30 cuando la pareja conformada por Wilches y una joven de 24 años, tuvo una discusión en presencia de dos hijos menores de edad y una beba. La mujer, quien había radicado otras denuncias en contra del imputado, fue golpeada, amenazada y presentó una mordida en la mano.
La defensora manifestó que pensaba probar la inocencia de Wilches, más tarde solicitó la absolución conforme a las pruebas presentadas, y el hombre no quiso declarar.
La primera testigo de la jornada fue la víctima. La joven indicó que estuvo casada y producto de ese matrimonio tuvo dos hijos de 6 y 7 años, los cuales ahora viven con el padre en una localidad norteña.
Luego indicó que su propia madre y otros familiares han llevado "chismes" a Wilches afirmando que ella le era infiel. Esas "mentiras" ocasionaron que el 12 de noviembre cuando ella llegó a su casa se encontró con su pareja, él estaba enojado y con los bolsos armados para irse. Sin embargo, antes de partir se inició una pelea, y entonces ella intentó llamar a la policía pero él le quiso quitar el teléfono y para lograrlo le mordió la mano.

 

Sin temor.
Pese a esa situación, la joven aseguró que no tenía temor y que no creía que fuera a pasar nada grave en el futuro. Aseguró que con Wilches y su beba son una familia.
Si bien en el juicio la víctima reconoció las denuncias realizadas antes, como una presentación de 2013 porque ella resultó con una costilla fisurada y por la cual el imputado tuvo 21 días de prisión preventiva. Esa causa se originó en Eduardo Castex y todavía no pasó a la etapa acusatoria en Santa Rosa.
Sobre la orden de restricción que fue violada, y que motivó la detención de Wilches, la víctima afirmó que ellos decidieron retomar su relación y consultaron sobre la prohibición de acercamiento. Un comisario le habría explicado que esa medida solo era válida en Realicó, por lo tanto se fueron a vivir juntos a Santa Rosa. Pero en realidad la prohibición es efectiva para toda la provincia.
El resto de los testigos fueron un policía que acudió el 12 de noviembre al domicilio y un vecino que intervino en defensa de la joven. Esos testimonios mostraron una situación más grave que la que la propia víctima dio a conocer ante el juez.
Los hombres indicaron que la mujer estaba nerviosa, que lloraba y que sus hijos también estaban alterados porque vieron la pelea. Incluso el vecino afirmó que Wilches le pegaba en el jardín de la vivienda y que la víctima tenía en brazos a la beba, aseguró que la joven gritaba pidiendo ayuda y que muchas personas de casas cercanas estaban observando lo que ocurría.
Cerca de las 11 se hicieron los alegatos y la sentencia del caso se dará a conocer en los próximos días.

 


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