Martes 26 de marzo 2024

Chávez profundiza el curso bolivariano y veta al embajador de EE UU

Redacción 21/12/2010 - 00.58.hs

La derecha regional, con oído atento en Washington, centró sus críticas en supuestas limitaciones del chavismo a Internet y medios. Lo que más le preocupa es la radicalización política del proceso venezolano.
EMILIO MARÍN
Las filtraciones de WikiLeaks permitieron corroborar en forma fehaciente lo que ya se sabía. Esto es, que para la administración Obama y las anteriores, remontándose hasta 1999, el gran dolor de cabeza en el continente se llama Hugo Chávez. En cierto modo, más incluso que los gobernantes de Cuba, que fueron por décadas el enemigo público regional número 1 para la Casa Blanca.
Los cables desclasificados por Julian Assange revelan que la embajada estadounidense en Bogotá informaba que Alvaro Uribe alentaba a Washington a aislar a Chávez mediante un frente que incluyera a los líderes de México, Panamá y Costa Rica.
La embajada norteamericana en Caracas ya había participado en el golpe de Estado de abril de 2002. El embajador Patrick Duddy estuvo un año fuera de Venezuela, entre 2008 y 2009, luego que los dos países retiraran a sus representantes diplomáticos.
Nuevamente ahora hay un conflicto de esa índole, diplomática pero esencialmente política. Barack Obama seleccionó como futuro embajador a Larry Palmer, un afroamericano como él. Este señor concurrió en junio pasado a una reunión en el Senado y tuvo expresiones muy lesivas para Venezuela, adonde se supone iba a viajar para representar a EE UU.
Por ejemplo, aseguró en Venezuela había presencia de las FARC. En referencia a las FF AA del país de destino, aseguró que tenían la moral muy baja y estaban bajo fuerte influencia cubana. Esas dos presuntas verdades -campamentos de la guerrilla colombiana y "la cubanización"- son uno de los núcleos de las acusaciones norteamericanas contra Chávez. La oposición venezolana también cabalga sobre esas afirmaciones, complotándose con la cartera de Hillary Clinton.
El presidente norteamericano confirmó a Palmer como embajador, pero Chávez le advirtió en agosto pasado que no sería bienvenido. Que eligieran otro. Que al injerencista Palmer no le otorgarían el placet. Pese a ese pedido, el subsecretario de Estado Arturo Valenzuela dijo que mandarían al poco diplomático Palmer. El mandatario venezolano dio orden al canciller Nicolás Maduro que si aquél baja en el aeropuerto de Maiquetía, que tome un café con él y le diga "bye, bye, no puede entrar en este país". La orden es ponerlo en el siguiente vuelo hacia EE UU.
Estos chisporroteos diplomáticos expresan una grave dificultad política en la relación bilateral. El responsable es el imperio y no el bolivariano, que le vende un millón de barriles diarios de petróleo al país del Norte.

 

Molesta el ALBA e Irán.
La mala predisposición de Washington no tiene que ver entonces con que pueda quejarse de que su abastecedor de crudo le haya cerrado el grifo. Le puede molestar, y de hecho le molesta, que Venezuela haya ido estatizando la industria petrolera y en especial la riquísima Faja del Orinoco, una de las mayores reservas comprobadas del planeta.
Se sabe que el interés norteamericano por ese y otros recursos naturales pone un fuerte condimento a la hora de invadir países. Se le puede preguntar a los iraquíes.
La inquina es política. La superpotencia no digiere que en 2004 Caracas haya sido junto con La Habana, por entonces con Fidel Castro como mandatario, un sostén de la Alianza Bolivariana de Nuestra América (ALBA).
Ese ámbito se fue forjando como una alternativa opuesta a los planes norteamericanos en la región. "Venezuela ha sido muy solidaria con la región", dijo Cristina Fernández en la reunión del Mercosur en Foz de Iguazú. Este reconocimiento es la punta del iceberg de todo lo bueno que han hecho venezolanos y cubanos por los pueblos latinoamericanos en salud y educación.
Alrededor de esa dupla se fueron sumando otros gobiernos, pese a la amputación que supuso la salida de Honduras del ALBA tras el golpe de Estado de junio de 2009. Hoy están allí Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y Granadinas, y Venezuela. Y algunos gobiernos de cuando en cuando envían representantes como invitados (Haití y Paraguay).
A la cúpula norteamericana alarma el vínculo bolivariano con Irán, al que aquélla mantiene sentada en el eje del mal. Sin ceder a esa presión, Chávez ha recibido varias veces a Mahmud Ahmadinejad en el Palacio de Miraflores y lo ha visitado en Teherán, firmando acuerdos de cooperación.
A fines de octubre el venezolano hizo una gira por Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Siria, Libia, Argelia y Portugal, y recaló en Irán como una escala destacada. Suscribió otros compromisos comerciales y de inversión con su par iraní, a pesar que la Casa Blanca .junto a Tel Aviv- insiste en sancionar a Ahmadinejad bajo la falsa acusación de tener un programa atómico de armamentos.

 

Acelerador a fondo.
En las últimas semanas hubo una intensa campaña propagandística estadounidense criticando al gobierno de Chávez por restringir supuestamente las libertades de prensa y también presuntamente controlar Internet.
En realidad la ley de responsabilidad de la prensa estaba aprobada de tiempo atrás y ahora se le agregó que esos medios, incluida Internet, tienen que procurar "que no se haga propaganda que pudiera inducir al magnicidio, ni manipulaciones mediáticas dirigidas a fomentar zozobra en la ciudadanía o alterar el orden público".
Toda la artillería mediática privada dijo que eso reforzaba "la dictadura chavista" y "la cubanización". En el mismo sentido se pronunció la SIP, otra colateral del Departamento de Estado.
Esa ley fue aprobada por la Asamblea Nacional, lo mismo que otras muy importantes que requerían de mayorías calificadas. Por ejemplo, se reformó la ley de telecomunicaciones, se aprobó una ley de comunas que creará 200 de estas nuevas jurisdicciones con gobierno y recursos propios, etc.
Para la oposición, expresada por la Mesa de Unidad Democrática (MUD), esas medidas chavistas pretenden adelantarse a lo que será el Parlamento cuando asuman los nuevos representantes. El 5 de enero habrá 67 parlamentarios de la oposición, sobre el total de 165, luego que en los comicios de septiembre pasado las listas del MUD obtuvieran interesantes resultados en varios estados.
El primer argumento del gobierno para hacer votar una ley habilitante que le permita gobernar con decretos, fue la emergencia que se vive luego de intensas lluvias e inundaciones que causaron 40 muertos y 130.000 desplazados.
Pero esa no es la única razón. Chávez quiere profundizar el curso de su revolución bolivariana y por supuesto no esperará que cambie en sentido un poco adverso la correlación de fuerzas parlamentaria. "No hay tiempo que perder, necesito dictar leyes con rapidez ahora", dijo el presidente. Estaba apretando el acelerador.
La postura opositora fue la contraria. Aseguró que "el paquetazo legislativo busca cubanizar el país". Y dale con la cubanización...
Aunque la aprobación de esas leyes tiene por escenario el parlamento, el presidente de Venezuela cree que la clave es la movilización social. "¡Guerra a muerte contra el burocratismo: contra la contrarrevolución burocrática! Ahora, más que nunca, la calle es el campo de batalla de nuestra lucha por la justicia y la igualdad", arengó a sus seguidores.
Apuntando a resolver la "soberanía alimentaria", el gobierno está enfrascado en nacionalizar varios latifundios, por 25.000 hectáreas, al sur del lago Maracaibo. Las inundaciones dejaron al descubierto la situación de casi esclavitud en que allí vivían los trabajadores rurales (cualquier parecido con la precarización impuesta por las patronales sojeras de la Mesa de Enlace, no es pura coincidencia).
Entre las nuevas leyes hubo una que declara el crédito bancario como "un servicio público". Según la oposición, es la señal de que Chávez nacionalizará el sector bancario, donde ya influye en el 27 por ciento luego de la compra del Banco de Venezuela. Aquel temor es similar al de la "Patria Financiera" de Argentina, que ha logrado hasta ahora mantener relativamente cajoneado el proyecto de Carlos Heller para reemplazar a la vieja norma de Adolfo Diz y José A. Martínez de Hoz.
En el fondo, lo que al imperio y la derecha regional les molesta de Chávez es que políticamente está ubicado a la izquierda y tiene buenos resultados sociales. La Cepal reconoció que Argentina y Venezuela son los que más redujeron la desigualdad y la pobreza en la región en la última década, según manifestó su secretaria ejecutiva Alicia Bárcena en el reportaje de Página/12, el 18/12. Con la IV República, Washington se llevaba muy bien.

 


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