Miércoles 03 de abril 2024

De los coloquios y de razones y sinrazones

Redacción 31/10/2014 - 04.15.hs

Señor Director:
Acerca de la voz coloquio me informo que se la puede usar cuando dos o más personas hablan entre sí por una gran diversidad de motivos y también para dar cuenta de una reunión que se lleva a cabo para debatir un asunto (en este caso hay sinonimia con las voces mesa redonda, panel y debate).
O sea que hay bastante liberalidad para el uso de esta palabra coloquio, que tiene su antecedente en el latín y equivale a conversar o conferenciar. En el segundo caso se diferencia de una conversación espontánea y se supone que ha sido convocada, de modo que consta de una preparación, un desarrollo y una conclusión. También es anunciado y preparado el coloquio cuando se invita para escuchar a dos o más personas sobre un tema determinado. Y hay más, de modo que lo mejor es averiguar de qué se trata en cada caso. Yo había leído acerca de los coloquios de la cristiandad, que debatían puntos de doctrina. Y también leí la "Novela y coloquio que pasó entre Cipión y Berganza", nombres éstos de sendos perros del hospital de la Resurrección, de Valladolid, cuyo autor fue Cervantes. Cipión comienza por sorprenderse que ellos, que son perros, sean dueños de un lenguaje y con capacidad para hilar un discurso. Pero, "bueno, ya que estamos", parecen decirse, y empiezan por relatarse sus propias vidas.
El tema viene porque en días recientes se ha hablado mucho, en algunos medios y en el ambiente político, del Coloquio llamado Ideas, palabra ésta que no alude a alguna forma particular de entender las cosas sino que se trata de la sigla del Instituto para el Desarrollo del Empresariado Argentino. O sea que hablamos de un palique entre empresarios, pero al que también se invita a políticos, lo que no sorprende puesto que quien cree tener ideas interesantes aspira de inmediato a que éstas puedan concretarse en leyes y otras acciones del campo político.
En el coloquio de días pasados, en Mar del Plata, estuvieron casi todos los presidenciables de la oposición (faltó Macri por algún desacuerdo). Parece que se habló mucho y se comió bien, y que, luego, se habló más, porque hubo réplicas del sector político y de sectores empresarios. En general, el coloquio repitió consignas neoliberales. No hubo debate adentro, pero sí, luego, afuera. Nada novedoso.

 

Contentos
La reelección de Dilma Rousseff fue muy comentada en nuestro país, nada extraño porque los vínculos se vienen fortaleciendo y cambiando de signo (antes eran de recelo) desde el retorno de la democracia.
El Mercosur, iniciado en años de Alfonsín, recibió apoyos desde el gobierno pero también de no pocos dirigentes de la oposición argentina (Aguad, Posse, Binner, Moreau y otros), lo que indica que es política de Estado. Para la Argentina la reelección de Vilma era importante, sobre todo porque la oposición del país vecino no había ocultado que se proponía frenar el proceso de integración regional.
También los partidarios de la regionalización sudamericana celebraron el triunfo del Frente Amplio en Uruguay, donde habrá balotaje. La ventaja del Frente superó lo previsto por los encuestadores.

 

Coima
En Argentina se comentaba una encuesta realizada entre empresarios que asistieron al coloquio Ideas, cuando estalló la noticia de España: más de 50 políticos, empresarios y funcionarios (mayoritariamente del gobernante PP) detenidos para desarmar una estructura de coimas con obras públicas, de la que se avisó desde Suiza porque allí se detectó una operación de blanqueo.
Los empresarios argentinos consultados sobre si pagar coima es aceptable en algún caso, recibió el no del 53 por ciento, apenas algo más de la mitad de los consultados. Para el 47% "no es condenable" y, de entre éstos, el 28% "sólo en casos extremos" y el l9% "nunca sería condenable". Así, pues, están las cosas. Faltaría conocer una respuesta franca de los políticos y funcionarios.
Jotavé

 

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