Lunes 22 de abril 2024

Ecuador en el gran cuadro de la región

Redacción 27/02/2013 - 04.46.hs

Señor Director:
La reciente elección de Ecuador permite distinguir su interés para la región.
Lo primero es que hubo una elección transparente, que contó con la asistencia de observadores especialmente designados y de una legión de periodistas del continente y de Europa. Además, logró aumentar la concurrencia habitual de las urnas y dejó un resultado categórico.
El otro dato significativo resulta del hecho de que el presidente Correa fue reelecto con el 56,7 por ciento de los votos, en tanto que el rival más próximo obtuvo el 23 por ciento. Puede decirse que repitió y mejoró los guarismos de Chávez, en Venezuela, de Cristina Fernández, en la Argentina, y anteriormente de la sucesora de Lula, en Brasil, Dilma Rousseff. Otros países que han liderado el Mercosur (Uruguay, Bolivia) también ratificaron a la conducción en la última consulta. La excepción fue Paraguay, por la destitución del presidente y ahora con la posibilidad de retomar el camino de la integración regional en una elección de difícil pronóstico.
La reelección de Correa implica un hecho singular, ya que ninguno de los siete presidentes anteriores pudo completar su mandato. El propio Correa sufrió un intento de destitución que, en parte, salvó por la rápida respuesta a su favor de las naciones del Mercosur y la Unasur. La gran victoria que acaba de obtener ahora no puede entenderse de otra manera que a partir de la sensación que movió a los votantes ante las políticas de inclusión social que ha venido desarrollando y que, en lo sustancial, están en la sintonía de las políticas internas en Brasil, Uruguay, Venezuela, Bolivia y la Argentina. En el caso ecuatoriano esas políticas han reducido la pobreza y la pobreza extrema y han bajado la brecha social y el desempleo. Según datos de la Cepal, la pobreza bajó de 37,1% en 2911 a 32,4 en 2012, acentuando la tendencia de los años de Correa. Este presidente ha obtenido también mayoría propia en la legislatura, de modo que podrá acentuar su política social y sus correlatos en educación, cultura y pluralidad en la información. Sus votos han llegado desde los niveles medios a los más pobres. Ha tenido mayor respaldo de los sectores independientes y ha neutralizado la reticencia de ciertos grupos aborígenes, que recelan de algunas de sus posibles políticas futuras (las de explotación de recursos naturales, con riesgos ambientales).
Correa ganó en todas las provincias, incluso en las sureñas y en la propia Guayaquil, cuya municipalidad está a cargo de un líder de la derecha. Los grupos que llegaron a la competencia electoral con las banderas de la izquierda tradicional, decayeron notablemente. Los analistas destacan que para Alianza País (el partido de Correa) es también importante que ahora su opositor más definido sea la derecha tradicional. Otra "ganancia" no menos significativa es la recuperación de la política en la apreciación de las mayorías y un restablecimiento del sentido nacional, que se debilitó por la anterior situación de crisis, endeudamiento y desnacionalización de la economía. Las mayorías revelan que "no parlan, pero se fijan" o que, como también se oye decir, "no comen vidrio". Esto supone un fortalecimiento de la democracia y de la confianza en el Estado, dato este que se confirma en la región y que quizás constituye la gran novedad y una fuerte esperanza. Hay que considerar que nuestra región viene de gobiernos débiles e inestables, de desgobiernos, de corrupción y de desaliento en cuanto a la capacidad de las instituciones que tienen el signo de la democracia. La suerte futura de la democracia ha estado y hoy en día ante una de sus más severas pruebas, aquí y en gran parte de occidente.
Es posible que ahora empiece la parte más dura de las políticas de los países de la Unasur. Si Europa se recompone y se concreta el gran mercado común que propone Obama habrá problemas para los países en desarrollo.
Atentamente:

 

JOTAVE

 


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