Martes 26 de marzo 2024

Gobierno de Macri viene despidiendo a miles de personas

Redacción 07/01/2016 - 04.35.hs

El gobierno de Macri no creó hasta hoy ninguna fuente de empleo. En cambio, los hechos prueban que en forma directa o indirecta, en el Estado nacional, provincias y municipios, viene despidiendo a miles de personas.
EMILIO MARIN
Con su primer mes de gestión ya se puede demostrar que la promesa de Mauricio Macri de "Pobreza Cero" es un bluff. Sólo en Buenos Aires se han anunciado 8.000 despidos en diversos municipios, de ellos 4.500 sólo en la capital platense. Si los trabajadores no lograran revertir con resistencia esa profusión de telegramas de cesantías, sus afectados habrán sido arrojados sin clemencia a los brazos de la desocupación y mayor pobreza.
Esa misma situación se produce en el Senado de la Nación, con 2.035 despidos, la Jefatura de Gabinete con 150, la AFSCA, los 600 del Centro Cultural Néstor Kirchner y muchos lugares más.
La Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses denunció el despido de 2.600 empleados en ocho municipios bonaerenses. Los más castigados son Quilmes, con mil cesanteados, Malvinas Argentinas con 900, Coronel Vidal con 300, Lanús con 290 y cifras inferiores en Coronel Suárez, Adolfo Alsina, Chascomús y Esteban Echeverría. No todos son intendentes macristas, porque los de Malvinas Argentinas y E. Echeverría pertenecen al FpV, fuerza que tendrá que hacerse cargo de esas cesantías.
¿Cuánto impactará esa incipiente oleada en los índices de desocupación? Difícil precisarlo, porque el Indec no está funcionando normalmente desde que llegó el gobierno del PRO-Cambiemos, con su interventor Jorge Todesca.
Como bien ironizó alguien del kirchnerismo sobre esa carencia informativa, antes la consultora de Todesca, con cuatro empleados, pretendía tener los mejores números sobre inflación, desempleo y pobreza; ahora no puede medirlas con centenares de especialistas del Instituto.
¿Justo cuando empieza un ciclo de despidos, el Indec no puede medir? Son casualidades muy difíciles de creer.
La vicepresidenta Gabriela Michetti, para justificar su decisión de echar a 2.035 empleados del Senado, aludió -como el resto de las autoridades que en distintos niveles adoptó medidas similares- a que no eran empleados que cumplieran funciones. Los descalificó como "ñoquis", buscando ganarse el favor popular que rechaza esos acomodos y negocios políticos.
Sin embargo, se contradijo profundamente porque ya había puesto en marcha un estudio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA para discernir si había o no gente que cobrara sin trabajar, dentro de ese lote. El estudio de la universidad estaría listo en febrero, pero en enero, un mes antes, la vicepresidente firmó la resolución que deja en la calle a ese numeroso grupo de personas. O sea que primero las condenó al desempleo y luego sabrá si eran culpables o inocentes del cargo en su contra. Si eso no es violar los procedimientos legales...

 

Ciclo de ajuste.
Datos de otros lugares del país refuerzan la idea de que el 10 de diciembre se inició un ciclo político de ajuste, muy diferente al de los últimos años.
Quedó dicho que dos de los intendentes bonaerenses que despidieron personal pertenecen al kirchnerismo. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, del peronismo delasotista, introdujo a traición una rebaja de 9 puntos, equivalente al 11 por ciento del monto las jubilaciones, según el especialista y contador Eduardo Viera, cuando fue entrevistado por Daniel Migani en "Nuestra Radio". En la localidad de Unquillo, siempre en Córdoba, el flamante intendente delasotista, Jorge Fabrissin, ex funcionario de la dictadura militar, asumió su cargo cesanteando a 182 empleados.
En Santa Rosa, La Pampa, el intendente Leandro Altolaguirre, de Cambiemos, generó muchas protestas que aún duran por querer desprenderse de entre 60 y 80 empleados.
Un dato a tener en cuenta es que la mayoría de los afectados ha reaccionado con asambleas, cortes de calles, ocupación de las oficinas, etc. Es gente de carne y hueso, no fantasmas. Por ejemplo, antes del fin de las sesiones ordinarias del Congreso, son los que protagonizaron una enérgica movilización contra un plan similar al que ahora puso en marcha Michetti.
Eso desmiente el argumento macrista de que se trataría de "choriplaneros" o ñoquis, que cobran sin ir a cumplir tareas a su trabajo.
Por ejemplo, sobre los 710 empleados del "Centro Cultural Néstor Kirchner", el funcionario encargado por Macri, Hernán Lombardi, no pudo negar que los 600 despedidos son personas reales y capacitadas. Su endeble razonamiento para prescindir de sus servicios es que habían sido contratados por triangulaciones con tres universidades nacionales. Según él, después de los estudios y depuraciones del caso, muchos serán readmitidos pero con contratos por entre uno y tres meses.
Si llegara a cumplir su palabra, habiendo muchísimo para sospechar que no, querría decir que un segundo objetivo de la ola macrista de desocupación sería precarizar más el empleo. En vez de contratar por un año, o seis meses, Lombardi y muchos como él ofrecerán contratos por sólo un mes.

 

Ñoquis del 29.
Como en tantos temas, el asunto ñoquis merece una lectura diferente a la macrista. Si los hubiera al interior de una planta de personal, que un estudio preciso los detecte y no se arroje la sospecha sobre el conjunto, como se hace ahora. Además, la ley debe ser pareja. ¿Por qué llamar ñoqui a un empleado de limpieza de La Plata, que Jorge Garro decidió echar, y no denominar del mismo modo a Elisa Carrió, Sergio Massa y otros legisladores que no estuvieron en sus bancas en la mayor parte de las sesiones? ¿O hay ñoquis de primera y ñoquis de segunda?
El 21 de febrero de 2007, una nota de Eduardo Tagliaferro en Página/12, analizaba un trabajo de la Cámara Baja sobre las 321 votaciones realizadas en 2006. El título lo decía todo: "Macri y Storani entre los que tienen más ausencias en Diputados". El actual presidente y por entonces diputado nacional se había borrado en 277 de las 321 votaciones de la Cámara. ¿Y ahora su gobierno se precia de ser un ejemplo de contracción al trabajo?

 

Lesiones al empleo y algo más.
No se crea que la contracción del empleo se esté produciendo solamente en la órbita estatal, provincial y municipal pues también sucede en empresas privadas. Y eso que, al igual que el fenómeno anteriormente descripto, también está en sus inicios. En algún tiempo más se podrá apreciar cierre o achicamiento de planteles de empresas por lo general medianas y chicas -sin excluir algunas grandes- de capitales nacionales, afectadas por la apertura de importaciones, la caída del consumo, un financiamiento más caro y el mayor peso de los monopolios en el mercado.
Un tropiezo que puede hacer mucho ruido en todo sentido es el que amenaza a Lázaro Báez y su nave insignia, Austral Construcciones, que podría dejar en la lona a 1.700 empleados. Supuestamente en la etapa final del kirchnerismo no le fueron abonados los certificados de obras públicas y tampoco la nueva gobernadora Alicia Kirchner lo ayudaría a cobrar esas acreencias. Desesperado y oportunista, Báez hizo declaraciones elogiosas del macrismo, según nota de Juan Cruz Sanz (Infobae, 6/1).
Otras decisiones de Macri huelen espantosamente al Foro Mundial de Davos y sus multinacionales, como cuando recibió a Cristine Mc Divitt, viuda de un fallecido inversor estadounidense en tierras (Douglas Tompkins). Su fundación objetó con argumentos falsamente ecológicos las dos represas patagónicas sobre el río Santa Cruz. Y Macri, solícito, le dijo que hará todo lo posible por frenarlas.
En tal caso el primer lesionado sería el empleo, porque allí ya están trabajando 1.500 obreros, según declaraciones de los dos responsables de Electroingeniería (ingenieros Jorge Acosta y Gerardo Ferreyra). Esa cifra de trabajadores aumentará a 5.000 a lo largo de los 60 meses que insumirá construir las represas "Néstor Kirchner" y "Jorge Cepernic", que aumentarán en 15 por ciento la capacidad hidroeléctrica energética a nivel nacional.
A su vez esos emprendimientos, de tirarse abajo, comprometerán los convenios firmados por Argentina con China, que financiará los 4.714 millones de dólares que costarán. Está todo negociado desde 2010 con Beijing y los convenios se firmaron luego de mucho análisis y las visitas entre Cristina Fernández de Kirchner y Xi Jinping en 2014 y 2015. ¿Dónde quedará la famosa "seguridad jurídica"?
En todo caso podrá decirse que en esto Macri no actuó solo. Un artículo de Martin Dinatale en "La Nación" del 19 de noviembre pasado anticipó que la intención del candidato del PRO era frenar y anular esas represas. Esto fue complementado el 28 de diciembre por Clarín, con otra nota en la misma dirección. La tribuna de doctrina rural volvió sobre el tema el 2 de enero con un editorial titulado "Dos vergonzosas represas". No quieren esas dos represas ni otra con financiamiento ruso, Chihuido, tampoco las centrales nucleares 4 y 5 acordadas con el gobierno chino.
En estos casos el programa macrista es evidente: menos empleo, menos obras energéticas porque no le importa tanto el desarrollo industrial nacional, y menos acuerdos con China y Rusia. Los aliados de Macri no son esos dos países ni están en la Celac ni el Brics, sino en su admirado Foro de Davos, la Alianza del Pacífico, Washington y Bruselas.

 


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