Lunes 15 de abril 2024

Infodemia criolla

Redaccion 29/04/2020 - 21.50.hs

La Organización Mundial de la Salud acuñó el término «infodemia» para referirse a la propagación de noticias falsas (fake-news), distorsionadas o maliciosas que circulan en medios y redes sociales sobre la pandemia de coronavirus y sus consecuencias. Argentina no está libre de este fenómeno ya que su prensa corporativa parece actuar en forma coordinada como un centro infodémico muy activo. Algunos pocos ejemplos bastan para corroborarlo:
I. Días atrás los grandes medios se pusieron de acuerdo en informar sobre el «rechazo» por «unanimidad» de la Corte Suprema al planteo de Cristina Kirchner, lo cual implicaba «un freno judicial» al proyecto de impuesto a la riqueza. Ni una cosa ni la otra. La decisión de la Corte no fue por unanimidad pues Carlos Rosenkrantz votó en soledad y distinto a los otros cuatro miembros quienes, en un extenso texto, expresaron que el Senado de la Nación puede sesionar en forma virtual sin violentar la Constitución. Exactamente lo que la presidenta del Senado necesitaba saber para convocar a debatir el proyecto de tributo a las grandes fortunas sin el riesgo de apelaciones judiciales que promovieran la anulación del mecanismo adoptado. Al confundir gordura con hinchazón la prensa corporativa porteña antepuso su deseo a la realidad de los hechos y quedó desnuda como lo que realmente es: la portavoz de los intereses de la elite económica del país, de la cual forma parte.

 

II. La crisis de las cárceles argentinas ante el coronavirus le dio la oportunidad al periodismo porteño para armar las más descabelladas teorías. En todas ellas se le imputa al gobierno nacional y al de la provincia de Buenos Aires la intención de tramar oscuras conspiraciones para liberar masivamente a asesinos seriales, violadores, femicidas y exfuncionarios corruptos. Ninguna -o muy poca- referencia a la sobrepoblación carcelaria, al hacinamiento, a la mayoría de detenidos sin condena, a los reclusos con alto riesgo: mayores de 60 años, mujeres embarazadas o con hijos, con presencia de enfermedades graves, etc. Y silencio sobre otro aspecto fundamental. Muchos países del mundo ya están liberando ingentes cantidades de presos pues las cárceles pueden convertirse -y de hecho algunas ya lo son- en focos de coronavirus muy peligrosos: Estados Unidos, Brasil, Chile, España, Turquía, Australia, Irán, por nombrar solo algunos.

 

III. El aporte del Estado para contener la caída de la economía producto de la cuarentena social obligatoria fue subestimada notoriamente. No pocos periodistas y economistas han levantado acusaciones contra el gobierno por «pijotear» apoyo a los sectores laborales y empresariales. Según esas voces Argentina está destinando menos del 2 por ciento del PBI a esa labor fundamental, cifra que es, se afirma, «muy inferior» a lo que ocurre en otros países. Un reciente informe divulgado por Télam y elaborado con datos oficiales permitió saber que, en verdad, la ayuda estatal equivale al 5,6 por ciento del PBI, similar a la que están brindando Alemania y el Reino Unido y superior a la de Italia, España, Francia, Brasil y Corea del Sur entre otros.

 

IV. El proyecto de impuesto a las grandes fortunas para contribuir a solventar el alto costo de la crisis también es motivo de notorias distorsiones por parte de la prensa corporativa. Se lo presenta con todos los condimentos del «periodismo de guerra»: expresa mención de la «grieta» y de que es una «iniciativa K». Y se oculta que cuenta con el apoyo de todos los sectores que integran la coalición de gobierno e incluso de buena parte de la oposición. Además se silencia el hecho de que iniciativas similares se están debatiendo en los parlamentos de varios países europeos y americanos del norte y del sur. Casi nada.
Estos pocos ejemplos, de los muchos que se observan a diario, revelan la degradación del periodismo corporativo que no duda en tergiversar la información para defender sus intereses de clase.

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?