Domingo 21 de abril 2024

La crisis del nuevo relato

Redacción 09/04/2016 - 04.11.hs

El gobierno nacional acaba de anunciar que sacó de la lista de medicamentos gratuitos a 150 denominaciones farmacéuticas que integraban la nómina de remedios que los afiliados al Pami recibían en forma gratuita. La medida se suma a una ya larga lista de recortes que afectan a los que menos tienen contradiciendo el discurso de campaña de la alianza partidaria que ganó las elecciones que repetía por cuanto medio tuvo a su alcance (y tuvo muchos) que no le quitarían nada a nadie y que los beneficios conquistados iban a ser mantenidos.
Decenas de miles de trabajadores despedidos del Estado pueden hoy dar testimonio de que lo que se advertía en la campaña no era una "campaña del miedo" y lo pueden afirmar millones de pasivos de todo el país que, a partir de ahora, deberán pagar por remedios que eran gratis.
No se trata de cualquier remedio. La nómina que trascendió incluye "antibióticos importantes" advirtieron entidades farmacéuticas al tiempo que médicos gerontólogos hallaron inexplicable que se incluyera en esa nómina uno de los medicamentos antidepresivos más nuevos y más usados para tratar esta afección.
El gobierno justificó este nuevo golpe al bolsillo de los sectores más vulnerables con su reiterada alusión a la herencia recibida. Así como los despidos en el Estado se hicieron bajo el argumento generalizado de que eran todos ñoquis, esto es, que cobraban pero no trabajaban, el recorte en los medicamentos se hizo argumentando que había 400.000 jubilados fallecidos a los que se les seguía dando medicamentos y que, en la lista de medicamentos gratis había tintura para el pelo y sangre de ternera.
Así como meneando la palabra ñoqui se despidió a personas que trabajaban, ahora, meneando que había medicamentos inútiles, se corta el acceso gratuito a remedios indispensables para garantizar la salud de los adultos mayores.
Se trata de todo un método de gestión en el que el ajuste se presenta justificado en una falsa lógica de causa-efecto. Despidos por los ñoquis, menos medicamentos por los abusos, menos subsidios por injustos, integran una parte del nuevo "relato" que tiene como telón de fondo una nueva historia oficial del anterior gobierno al que se presenta como una caterva de corruptos que en vez de gestionar solo usaban su tiempo para planear y cometer actos de corrupción de manera ininterrumpida y que ahora obligan al nuevo gobierno a "ordenar" y "normalizar" la economía descargando el peso de ese ajuste en la población.
No obstante, cuando la evasión que prometen combatir se presenta en la forma de empresas en paraísos fiscales del Presidente, cuando la pobreza que iba a ser cero crece en millones de individuos en solo tres meses, cuando la promesa presidencial de decir siempre la verdad se estrella con el ocultamiento de empresas en paraísos fiscales, cuando la promesa de no quitarle nada a nadie se convierte en despidos, menos medicamentos, tarifazos y ajuste, en fin, cuando la realidad cotidiana desmiente a cada paso esa construcción discursiva y mediática con la que ganaron la voluntad del 51 por ciento de la población, el nuevo "relato" entra en crisis y su credibilidad entra en un proceso de erosión. ¿Hasta dónde seguirá el gobierno tensando esa cuerda entre lo que sucede en la calle y sufre el pueblo llano, y la realidad virtual que los medios asociados le escriben día a día?. Por lo pronto algunos de los más lúcidos integrantes del gobierno han comenzado a advertir que aquélla mayoría electoral que los ungió en el gobierno puede diluirse en un abrir y cerrar de ojos, como le sucedió a otra alianza electoral cuyo líder pensó que podía gobernar subestimando la inteligencia y la paciencia de los ciudadanos.

 

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