Domingo 21 de abril 2024

Las novedades en el oficialismo y en la variopinta oposición

Redacción 22/04/2014 - 03.51.hs

Las elecciones de 2015 todavía están lejos y sin embargo al mismo tiempo explican movidas del oficialismo y la oposición. Incluso los que dicen que no son candidatos, en realidad actúan como tales, caso de Sergio Massa.
EMILIO MARÍN
Los políticos que aspiran a continuar el gobierno actual, como Daniel Scioli, y los que dicen ser la continuidad pura del mismo, caso de Sergio Urribarri, viven días más aliviados. Es que el dios mercado en estas Pascuas no lució tan desestabilizador como en enero, cuando la devaluación y aceleración de la inflación.
El Indec dio cuenta de un aumento del 2,6 en los precios de marzo, con lo que el primer trimestre arrojó una suba de algo más del 10. La marca es alta, pero viene registrando una tendencia declinante y el gobierno vaticina que en los próximos meses será 1 por ciento mensual.
Otra calma relativa se vive con la cotización del dólar, luego de la intervención que le cupo al Banco Central, su apreciación a 8 pesos y la paulatina liquidación por parte de los exportadores. No faltan los gurúes según los cuales esa cotización seguirá pum para arriba, pero por ahora no sucede. Y ese es un buen dato para la población y, de rebote, para las chances del kirchnerismo que trata de aquietar esas aguas con recursos antes desechados, como presentar un plan de pagos al Club de París y abonar pleitos ante multinacionales en el CIADI.
La negociación en paritarias viene cerrando en torno a 30 por ciento de aumento en los salarios. Y si bien ese es un mérito de esos gremios, no es menos cierto que este gobierno -a partir de 2003- fue generando condiciones para esas negociaciones. Y en consecuencia reclama que una parte del éxito es suyo. Como sea, y a contramano del paro del 10 de abril, el panorama gremial y social ha tenido con las paritarias un mejor clima que no permitiría pronosticar más enconados paros en lo inmediato, luego del convocado por Moyano-Barrionuevo-Micheli.
Esos elementos darían pie a la interpretación optimista del gobierno, según la cual estaría fortalecido con un 30 por ciento del electorado que suele votarlo. Y que eso puede aumentarse si logra que los dos candidatos que han blanqueado sus intenciones presidenciales (Scioli y Urribarri), más otros que se vayan sumando, logran acordar la participación en internas del FpV-PJ.

 

No es lo mismo
No es lo mismo el gobernador de Buenos Aires que su colega de Entre Ríos. Como Scioli habla poco y se le entiende menos, es mejor tomar las precisiones del entrerriano para saber qué los une y qué los diferencia. En un reportaje en Página/12 del 6/4, Urribarri precisó: "con Daniel tengo una relación de amistad, pero para él este gobierno es un aliado mientras que yo me siento parte del proyecto. No es lo mismo. El tiene otros hombres, otros nombres, otras ideas. Yo propongo las mismas ideas y los mismos equipos que acompañan a la presidenta para seguir transformando la Argentina".
Otras diferencias a tener en cuenta: Scioli declaró la emergencia de seguridad por un año, destinará 600 millones de pesos a Seguridad y convocó a filas a 5.000 policías retirados. Comprará 30.000 chalecos antibalas y 10.000 armas, y construirá ocho alcaldías para alojamiento de mil presos y cuatro Unidades Penitenciarias para 2.000 internos. Todo eso será un refuerzo para los 58.000 agentes de la mejor maldita policía del mundo, que pronto sumará a 10.000 cadetes egresados.
En Entre Ríos a su gobernador no le agarró tal fiebre policíaca. Fue el único distrito donde se denunció por extorsivo el "acuerdo" de aumento salarial impuesto a base de motines por la policía en diciembre pasado. Y tal mal no le va, teniendo en cuenta la tranquilidad casi total con que Gualeguaychú recibió a 170.000 personas en el recital del Indio Solari.
Que no son lo mismo lo demuestran ciertas preferencias de política internacional.
Scioli priorizó ir en febrero a Nueva York a disertar ante el Consejo de las Américas presidido por la banquera Susan Segal. Allí sostuvo: "estoy aquí para que confíen e inviertan en la Argentina del desarrollo. Con mi experiencia como hombre de Estado y las responsabilidades institucionales que se me han confiado en estos años, busqué más Argentina en el mundo y más mundo en la Argentina promoviendo previsibilidad y confianza".
Urribarri prefirió viajar a Beijing. Allí arregló que técnicos de la constructora estatal China irán a Entre Ríos para la construcción de los acueductos Paraná-Estacas y Mandisoví Chico. "Ese es el tamaño de la oportunidad de nuestra provincia ante este gigante necesitado de alimentos y sobrado de fondos, que llevará un esfuerzo pero valdrá la pena hacerlo porque hemos encontrado en China nuestra piedra filosofal y estoy dispuesto a correr ese riesgo", reflexionó. La piedra filosofal de Scioli, en cambio, está en Wall Street.

 

¿Qué hará Cristina?
La duda que persiste es qué hará Cristina Fernández en materia de estrategia y candidaturas. Hasta ahora deja hacer a todos y todas, sin mostrar preferencias ni vetos. Desde el punto de vista ideológico puede tener más afinidad con Urribarri y otros posibles candidatos, como Florencio Randazzo o Julián Domínguez.
Sin embargo, pragmática como está mostrando que es en esta etapa final de su mandato, como lo muestra su negativo proyecto de limitar la protesta social, puede que termine aceptando la candidatura del ex motonauta. No sería por un enamoramiento político con el proyecto que se alienta desde La Plata, sino por un cálculo político: Scioli es el que luce mejor posicionado, según las encuestas y según los acuerdos que está abrochando con otros gobernadores.
El 9 de mayo habrá un congreso del FpV-PJ y allí se elegirá la conducción partidaria. Para darle aires de "neutralidad", es posible que el jujeño Eduardo Fellner siga al frente como titular, pero el aparato bonaerense ocupará allí muchas más posiciones que sus rivales. Fellner y el sanjuanino José Luis Gioja, entre varios, van a operar a su favor.
Una incógnita subsiste en torno a La Cámpora. A su dirigente Andrés Larroque se le adjudicó haber dicho: "¿les queda claro que Scioli no tiene nada que ver con nosotros y nunca va a ser nuestro candidato, no?". "Cuervo" desmintió haber estado ese día en ese lugar, pero no refutó el contenido de los dichos que se le atribuían. Esos jóvenes tienen más feeling con Urribarri, quien fue a Córdoba a un encuentro organizado por otro sector juvenil K, la Jauretche.
De todas maneras, si la presidenta finalmente acepta a Scioli antes o después de las PASO, a Larroque y las agrupaciones progresistas se les hará cuesta arriba desobedecer ese alineamiento. Quizás para esa eventualidad saquen turno con algunos facultativos para consultar cómo pueden sus tráqueas y organismos digerir un sapo de tales dimensiones...
Wado de Pedro, otro referente de La Cámpora, ya estuvo en la cumbre del PJ en Santa Teresita, organizada por Scioli para acordar planes de trabajo del partido. José Ottavis, otro camporista, ocupa altas funciones en la Legislatura platense. Los del Movimiento Evita registran antecedentes de trabajar para listas de Scioli donde se les reserva ciertos lugares. En fin, está la historia pejotista de gatos que parece que pelean pero se reproducen...

 

Tres de la opo.
Massa está concentrado en disputar al gobierno en dos frentes conectados entre sí. Por una parte trata de birlarle la mayor cantidad de intendentes; si son de la provincia de Buenos Aires cotizan más. Con Daniel Bolinaga, de Arrecifes, el de Tigre dice haber sumado 80 intendentes y va por más, porque quiere llegar a los 100. Por la otra está recorriendo el espinel de las relaciones empresarias, nacionales e internacionales, presentándose como el futuro presidente y sacándose fotos que son parte de su marketing electoral, aunque diga que no es tiempo de campaña.
Antes había estado en el ya citado Consejo de las Américas, el Departamento de Estado y con personajes tan reaccionarios como Rudolph Giuliani, ex alcalde neoyorquino. Posteriormente tuvo su encuentro con la Fundación Mediterránea en Córdoba y voló luego a San Pablo, a entrevistarse con la cúpula de la Federación de Industriales de esa ciudad, el núcleo de los monopolios brasileños. Su idea es ir por la presidencia sin participar de la interna justicialista, tomando de base la provincia de Buenos Aires, donde tan bien le fue en octubre de 2013.
Mauricio Macri atraviesa un momento de desdibujamiento político, en parte porque Massa le roba páginas de su libreto y público, y en parte porque por otro lado la alianza tejida entre radicales y UNEN le muerde algo de su electorado, sobre todo en la Capital. El PRO, aunque haya avanzado algo en la construcción de un partido a nivel nacional, no tiene allí una masa crítica. Por eso en el espacio de radicales y sus aliados lo consideran como un potencial socio de último momento, por ejemplo para un ballottage.
Hoy se presenta en sociedad esa unidad entre la UCR, el Frente Amplio Progresista y UNEN, con figuras tan poco novedosas como Carrió, Solanas, Sanz, Cobos y Binner. Su endeble nivel de coincidencias no dará para un acto con oradores sino para la mera firma de un documento ante el actor Luis Brandoni, como si estuvieran en una escribanía. Justo ellos, que se cansaron de decir que el Congreso era una escribanía del gobierno.

 


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