Martes 16 de abril 2024

Palacio Real, el lugar de Mauricio Macri en el mundo

Redacción 26/02/2017 - 00.58.hs

Emilio Marín - Nunca se los vio tan felices a Mauricio Macri y su mujer que en su viaje oficial a España. Codearse con la nobleza y con los CEOS de las empresas que cotizan en la Bolsa de Madrid, fue como descubrir su lugar soñado en el mundo.
La política capitalista va casi siempre de la mano de los negocios, más o menos opacos, y si se acompaña de una buena dosis de cholulismo, de mujeres bonitas y bien vestidas o desnudas, tanto mejor. Si además hay títulos de nobleza, aún de dudoso origen y con muertos en el placard, entonces el espectáculo será ideal para el consumo masivo. O al menos para quienes quieran intoxicarse como partícipes o espectadores.
Y tuvo muchísimo de eso la gira a España del presidente y Juliana Awada, acompañados de ministros del gabinete.
Que la cuota de cholulismo superó el nivel habitual lo certifica el amplio espacio que en el evento tuvo Awada, siempre elegante y sonriendo, en un "duelo del siglo" con la reina Letizia por ver quién ganaba el torneo de la moda ante las cámaras. Son mujeres bonitas y emperifolladas, pero flaco favor le hacen a las féminas en cercanías del Día de la Mujer, como acompañantes y parte del decorado para lucimiento político de Felipe VI y del presidente MM.
Los medios oficialistas destacaron que la recepción oficial fue por primera vez en el Palacio Real, en vez del habitual del Pardo. Eso, como si el protocolo de los borbones fuera certificado de calidad internacional.
Esa monarquía y el gobierno de Mariano Rajoy no están para festejos. En esos días había una condena a 6 años y 3 meses de prisión para el cuñado del rey, esposo de la infanta (51 años, ¿aún "infanta"?) Cristina, por corrupción en el caso Noos.
Y al jefe de gobierno Rajoy, del Partido Popular, lo salpicó la condena a 4 años de prisión del ex vicepresidente y ministro de Economía de José María Aznar, Rodrigo Rato, por uno de los procesos penales que enfrenta. Este fue por la emisión de tarjetas de Bankia, del que fue presidente, con las que cobraban sumas millonarias los ejecutivos de la entidad. Bankia debió ser rescatada por el Estado al costo de más de 22.000 millones de euros.
Obviamente Macri habrá evitado toda mención a esos procesos y condenas a prisión, por ahora en suspenso mediante el pago de fianzas. Del mismo modo, y aunque son procesos que aún tienen un largo camino hasta el juicio, si es que alguna vez llegan, los españoles habrán omitido preguntar sobre la situación de Macri en los Panamá Papers y en el escándalo de la condonación de deudas al Correo, o sea a su familia.
Para qué menear asuntos complicados cuando en las reuniones, conferencias de prensa y fotos, todos aparecen tan sonrientes, con Letizia y Juliana tan elegantes...

 

El lugar en el mundo.
En este viaje, así como en la recepción tributada a Barack Obama en Buenos Aires en marzo de 2016 y en las aceitadas relaciones con el cuestionado Michel Temer, queda plasmada la visión internacional del PRO. O dicho en otros términos, su eje de inserción en el mundo, luego de tantos años de cuestionar que Argentina no lo tenía.
En rigor, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner tenían una relación especial con otros factores de poder internacional. No es que Cristina se privara de participar de las cumbres del poderoso G-20 ni de ir a las reuniones de la Sociedad de las Américas, del grupo Rockefeller. Iba y allí anunció la polémica inversión de Monsanto en Córdoba, en 2012. Sin embargo, ese gobierno hacía hincapié en un Mercosur muy diferente al actual, con Dilma Rousseff, Pepe Mujica y la Venezuela bolivariana, hoy sancionada por la mayoría neoliberal.
CFK también tenía excelente relación con el resto de la región agrupada en la Unasur y Celac, además de vínculos espesos con Rusia y China, integrantes del Brics.
Eso llevaba a la derecha macrista a decir que el país no estaba inserto en el mundo. Una mentira más, de las tantas.
Macri cambió, Fue a España y le entregó la orden del Libertador al rey Felipe VI, lo que sumado a la invitación oficial del año pasado al corrupto Juan Carlos para el Bicentenario de la Independencia en Tucumán, completó una política muy poco independentista.
Que el viaje tenía por objetivo hacer negocios, sobre todo privados, lo delata la comitiva de 200 empresarios argentinos que fue con Macri. Y que del otro lado estuvieran 500 hombres de negocios en el Foro Invertir en Argentina, organizado por el diario El País (otra prueba del contubernio medios de comunicación y corporaciones empresarias). Entre otras estaban los bancos Santander y el BBVA, Abertis Infraestructura, Telefónica, Iberia (línea por la que viajó el presidente a la ida), Cirsa, NH Group, la pesquera Arbumasa e Indra, que gana los contratos informáticos para las elecciones argentinas.
Macri y sus ministros estaban fascinados con poder interactuar con ese público VIP, que elogió el rumbo que sigue Argentina desde fines de 2015. Todo en línea con las palabras dulzonas de Rajoy y demás autoridades peperas que los agasajaron durante cuatro días.
El viajero no se trajo ningún anuncio concreto de nuevas inversiones de esas empresas. Por supuesto, muchas de ellas ya están entre nosotros y llegaron a ser la principal corriente inversora en los ´90, cuando las escandalosas privatizaciones ganadas por Telefónica, Iberia, Repsol, etc. Ahora ocupan la segunda posición y mantienen algunas dudas sobre el gobierno, que no dicen en público, un plano donde fueron todos elogios.
Sin embargo, cómo hará Macri para bajar el costo del salario argentino y para achicar el déficit fiscal, así como la duda sobre si ganará las legislativas de este año, son preguntas de ese empresariado top cuyos papeles cotizan en el índice bursátil IBEX 35.

 

Riesgos que no cesan.
No sólo esos hombres de negocios españoles sino muchos argentino de a pie ven una serie de hechos que aumentan dudas sobre el porvenir del gobierno, aún sin creer en lo que dijo Diego Maradona en un video de apoyo a los bancarios, de que "ganarle a Macri es tan fácil como jugar a la pelota con un chico de cinco años".
No es como dijo el 10, pero el gobierno se viene haciendo varios goles en contra. Uno que vale por dos fue en el conflicto bancario, donde el ministro de Trabajo no pudo sostener el veto contra el aumento por paritaria del 24,3 por ciento. Ese logro desacomodaba los topes puestos por Macri, coincidentes con los puntos de vista de los españoles popes del IBEX 35.
Y vale dos porque no conforme con esa metida de pata, Triaca denunció a dos camaristas del Trabajo que habían fallado a favor de la paritaria. Uno de los afectados dijo que está en la justicia desde 1989 y nunca había visto algo igual, que eso equivale a liquidar la división de poderes y a poner una policía de conciencia.
Otro tema donde bajó un poco la espuma pero no se esfumó fue el affaire del Correo Argentino. El ministro de Comunicaciones Oscar Aguad envió una nota a la Cámara Comercial para no homologar el vergonzoso acuerdo que tanto favorecía a los Macri. El tribunal convocó a una nueva audiencia con todas las partes para el 6 de marzo, incluyendo a la fiscal crítica del acuerdo, Gabriela Boquín.
El "dictamen" de las mayorías fue muy impiadoso con la imagen presidencial, que siguió perdiendo varios puntos según coincidentes encuestas de opinión.
Si hace unos meses quien podía saltar como un tapón, inservible, era Juan J. Aranguren, tras haber firmado los tarifazos. Hoy ese lugar de súper quemado lo ocupa Aguad, por la orden de firmar esa escandalosa condonación de deuda a Socma-Sideco, y por afirmar ante la Comisión de Diputados que no había conflicto de intereses para el presidente.
El gobierno sigue abriendo numerosos frentes de ataque, táctica muy ponderada en un video del ministro de Educación, Esteban Bullrich. Según admitió, ellos plantean 12 ataques a los gremios docentes, que pueden responder en un frente y en los otros 11 avanza el oficialismo.
Parece una estrategia inteligente pero en la práctica ese no es el resultado. El macrismo ataca en varias direcciones y por lo general debe retroceder. Y eso ocurrió días atrás cuando dieron marcha atrás en la mala liquidación de las jubilaciones, con la vuelta a "fojas cero" del escándalo postal, cuando hicieron caer 20.000 planes sociales y los piqueteros cortaron el centro de Capital, cuando tuvieron que meter la reversa con la movilidad del feriado del 24 de marzo y, meses atrás, con su recálculo de los tarifazos.
El peronismo es un tiburón que huele sangre, supo decir Emilio Pérsico, quien suele olfatear planes sociales y otros tributos de la emergencia social. Tiburones o no, por primera vez en mucho tiempo el PJ de Buenos Aires se reunió el 24 de febrero y se sacó una foto de familia, sin cuernitos de los que estaban atrás. El documento fue de los mejores suyos, por su alto contenido social y político contrario a Macri, reivindicador de los gobiernos de los doce años y denunciante de la persecución judicial contra Cristina y la prisión de Milagro Sala. Que la pieza fue buena lo ilustra la condena de Miguel Pichetto, Diego Bossio y Juan M. Urtubey, los más macristas del peronismo.
Como ese es el país real donde está gobernando, donde habrá paro de los docentes y marcha de gremios industriales, el 6 y 7 de marzo, Macri disfrutó mucho más de su estancia en el Palacio Real y otros palacios, donde habitan los zánganos borbones.

 


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