Primeras dudas en la etapa de "luna de miel"
Miércoles 13 de marzo 2024

Primeras dudas en la etapa de "luna de miel"

Redacción 29/12/2019 - 00.23.hs

El nuevo gobierno no cumplió 20 días y no debe pedírsele que solucione todo en corto tiempo. Además buena parte de sus medidas fueron positivas. Otras, en cambio, despiertan las primeras dudas y críticas.
SERGIO ORTIZ
Alberto Fernández pagó el primer bono de 5.000 pesos a los jubilados que ganan la mínima. Y dentro de un mes ese segmento recibirá otro igual. Millones de argentinos apoyan esa buena medida. A lo sumo pueden pensar, como el cronista, que quienes perciben más de 19.000 pesos también debían recibirlos, salvo los que tienen altas jubilaciones.
También es mayoritaria la franja de bonaerenses a favor del congelamiento de tarifas, frente al cronograma de aumentos que dejó la enamorada viajera a París. O el congelamiento por seis meses para el boleto de trenes y colectivos en la Capital y conurbano bonaerense.
Que los organismos de DDHH, vituperados en tiempos macristas, sean recibidos por la ministra de Seguridad, Sabina Frederik, es un hecho auspicioso. Más aún si ese gesto va en sintonía con la derogación de la "doctrina Chocobar" de tirar primero y preguntar después al cadáver, instaurada por Patricia Bullrich y Mauricio Macri.
La cartera también dispuso, no en forma inmediata, revisar la pericia trucha de Gendarmería que falsificó como "asesinato" el suicidio de Alberto Nisman, sirviendo al macrismo en su campaña antikirchnerista de 2015. La revisión también alcanzará a la intervención de la fuerza en la desaparición forzada de Santiago Maldonado.
Esos anuncios democráticos generaron mucho apoyo, pero también oposición en los núcleos duros de Cambiemos. El mediocre y sionista Waldo Wolff, ex vicepresidente de la DAIA y diputado nacional gracias a la explotación política del caso Nisman, dijo en términos machistas: "a esa chica (Frederik) hay que enseñarle lo que es una república".
Aparte de odio tienen temor a que la revisión de la pericia trucha de los gendarmes, ordenada por Bullrich, deje en pie las de los especialistas del Cuerpo Médico Forense. Estos aseguraron que no hubo rastros de otras personas en el momento de la muerte del fiscal.
Y eso desnudará el uso fraudulento y político-partidario que el PRO, la embajada norteamericana y la de Israel, las directivas de DAIA-AMIA y parte de la corporación judicial hicieron de ese suicidio. Les sirvió para acusar a la entonces presidenta CFK y para realinear a Argentina en política exterior junto a los EEUU y el sionismo.
Ahora en una causa conexa, esto es la firma del Memorándum con Irán, el Tribunal Oral Federal 8 dispuso el levantamiento de la orden de prisión preventiva contra Cristina. Preguntada que fue la DAIA, querellante en esa causa, contestó que no tenía la obligación de expresarse por sí o por no. No va a autocriticarse de su montaje Nisman ni de basarse en su desopilante denuncia para pedir la detención de la expresidenta. Los sionistas-macristas son incorregibles...

 

Positivo con límites.
En estas últimas dos semanas se ha discutido mucho por los aumentos de retenciones, en particular las de la soja.
Cuando un gobierno se mete con el bolsillo de los grandes productores, aunque sea para sacar de allí menos de lo que corresponda en retenciones e impuestos, los alaridos y denuncias serán tan elevados como si se hubiera atentado contra sus vidas. El bolsillo es la víscera más sensible y egoísta, cuando se trata de dueños de medios de producción.
Aumentar las retenciones a la soja hasta el 30 por ciento y permitir un eventual aumento hasta el 33, parece una medida elemental y justa, vista la crisis. También teniendo en cuenta el nivel de ganancias del sector con las políticas de Macri: hubo eliminación de retenciones en los cultivos, menos en la soja que fue bajando 5 puntos por año; y hubo devaluaciones que llevaron el dólar de 9,50 en 2015 a los 62 pesos actuales.
La única salvedad, que no figuró inicialmente pero fue admitida luego por AF, es que para los productores de menos de 600 toneladas anuales habrá subsidios y reintegros. O sea que las retenciones tendrán en cuenta el capital de los sojeros, porque no es lo mismo quien cultiva un campo de 100 o 200 hectáreas que Los Grobo que lo hacen sobre 150.000 hectáreas entre propias y arrendadas.
Y ahí aparecen las primeras dudas sobre el plan del gobierno. ¿Qué hace Gustavo Grobocopatel, directivo de Los Grobo, "rey de soja", participando de las reuniones del Consejo contra el Hambre? El tipo es parte del problema, no de la solución: del drama del hambre y del modelo extractivo-sojero, del agrobusiness con Monsanto y los agroquímicos, de la contaminación minera de la Barrick y Vale.
El aumento de recaudación por la soja irá completo a la caja de la Nación. Las provincias, por su parte, también necesitadas de fondos para atender sus gastos y pago de sus deudas (algunas híper endeudadas como Buenos Aires y Córdoba), elevaron los impuestos urbanos y rurales. Eso motivó mucho debate. En Buenos Aires la bancada opositora de Cambiemos le demoró al gobernador Axel Kicillof el tratamiento de su ley de emergencia.
Si la inflación de 2019 andará por el orden del 55 por ciento, y esta es una herencia maldita de Macri, tiene lógica que Kicillof quiera aumentar los impuestos en ese rango, y un poco más a los contribuyentes con viviendas más caras, propiedades y campos, hasta el 75 por ciento.
Esa lógica simple choca con una realidad dejada de lado por la emergencia del gobierno nacional: si la inflación anual vale para aumentar los impuestos, ¿por qué no se tiene en cuenta para actualizar sueldos y jubilaciones? Hasta ahora a los jubilados, fuera de los dos bonos para quienes cobran la mínima, sólo se les dijo que habrá un aumento por decreto en marzo. Se le suspendió la fórmula de movilidad, que era del 70 por ciento por inflación y 30 por ciento de promedio de aumentos salariales (Ripte).

 

Duro a los monopolios, no a la clase media.
Intentando sintetizar una opinión sobre estos debates económicos e impositivos, parece justo bonificar a los jubilados pero no sólo a los de la mínima; está bien cobrar más retenciones por la soja aunque segmentando esas mayores cargas; es inevitable aumentar impuestos urbanos y rurales, pero está mal no indexar los salarios y jubilaciones siguiendo el mismo criterio inflacionario.
En su política de sumar "a todos", el albertismo está cometiendo el error de cobijar bajo el mismo techo a los monopolios, causantes de los dramas de la Argentina desde fines del siglo XIX hasta hoy.
Esos representantes del poder concentrado, que lucraron con Macri, deben pagar la crisis que ellos provocaron, en vez de tenderles la mano para que vengan a hacer beneficencia y mantener lo mal habido.
Los bancos, las energéticas, los exportadores, los pulpos industriales, los grandes sojeros y terratenientes, etcétera, tienen que ser afectados por medidas fuertes por parte del Estado. Y en vez de planificarse eso, aún por etapas, se los convoca a acuerdos económicos y sociales.
Algunas entidades, muy reaccionarias, mostraron sus colmillos. La Suciedad Rural y CRA-Carbap no asistieron el viernes 27 a la reunión en la Casa Rosada, convocada por el presidente para firmar el documento por el "Compromiso Argentino por el Desarrollo y la Solidaridad".
Otros que no se hicieron ver en ese salón colmado por 60 hombres y apenas 3 mujeres fueron los banqueros. Quizás hubiera alguno, tratando de pasar desapercibido. ¿Por qué no quieren dar la cara? No desean que algún sindicato o trabajadores de la UTEP les hicieran allí algún reclamo.
Este es el meollo del debate económico-financiero pero también político. Según el Banco Central, contabilizando los nueve primeros meses de 2019, las ganancias de los bancos se elevaron a 189.860 millones de pesos. Cuando se compute el cuarto trimestre habrán superado largamente los 200.000 millones de ganancias.
¡Y no hay ninguna medida de Alberto Fernández contra los banqueros! Ni nacionalización de la banca, como era la histórica consigna sindical peronista de los años 60 y 70. Ni nacionalización de los depósitos bancarios como propugnó el ministro José Ber Gelbard en 1973. Ni un fuerte impuesto como ameritaban de mínima esas altas ganancias de 2019
¡Nada contra los bancos! O peor aún, mayores negocios porque el gobierno ha derogado el impuesto a la renta financiera que pagaban los depositantes, no los bancos. Y sin ese recargo y, por el contrario, con el 30 por ciento a pagar por el dólar ahorro, quien tenga algunos pesos seguramente los volcará a plazos fijos en los bancos, con mayor ganancia de éstos.
En El Destape (23/12), de Roberto Navarro, se consignaba que "dentro de la plaza bursátil local todas las acciones operaban al alza. Allí crecían 18,1% los papeles de Edenor, le seguían las acciones del Grupo Supervielle y el BBVA, con mejoras de 15% y 13,6%". Añadía: "También en Wall Street crecían con fuerza las acciones argentinas, con variaciones positivas de hasta casi 10 puntos porcentuales del Banco Supervielle. Las mejoras del Banco Francés (+8,2%), Loma Negra (+7,5%) y Galicia (+7,1%)".
Exhortación final a Alberto. No te pelees tanto con la clase media, porque empujas los peces hacia las aguas profundas del macrismo. Hay que tomar medidas contra la Patria Financiera, Energética, Minera, Sojera y Fondomonetarista, que no tienen Patria.

 


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