Viernes 12 de abril 2024

Promesas sobre la huella del Covid-19

Redaccion 29/04/2020 - 21.50.hs

POR ALEJANDRO VILLARREAL Y MANUEL WOLFSON *
En esta sección queremos contar de qué se tratan los tan hablados test rápidos, la tan buscada
vacuna y otras viejas estrategias que buscan combatir la infección por Covid-19.
Comentamos anteriormente que existen dos respuestas inmunológicas frente a una infección. La segunda de ellas (adaptativa o de memoria) involucraba la participación de linfocitos B, unas
células productoras de anticuerpos. Los anticuerpos son proteínas, muy complejas y de gran
tamaño que son liberadas al medio extracelular. Es decir, una vez fabricados por los linfocitos B que entraron en contacto con proteínas virales, los anticuerpos son liberados a la sangre y se
mantienen en circulación. En el caso de volver a encontrarse con proteínas virales de la misma
versión del virus, los anticuerpos se van a unir como imanes, rodeándola completamente. Como cuando muchas personas abrazan a una persona en su cumpleaños y no la dejan mover. Así, los anticuerpos pueden neutralizar la infección. Dijimos antes que el virus se une a la proteína ACE2 en la membrana de nuestras células, pero si el virus está rodeado por anticuerpos, esa unión se verá interrumpida. Además, estos anticuerpos funcionan además cómo señales para que otras células del sistema inmunológico vengan y se encarguen «del trabajo sucio» y la limpieza final.
Lo importante es que una persona recuperada y con anticuerpos en sangre nos dice dos cosas: 1) que sus células ya vieron el virus al menos una vez y 2) que podría tener preparadas las
defensas. El punto 1 es a lo que apuntan los kits serológicos de detección rápida. Serológicos
porque detectan cosas en suero (en sangre). Rápida, porque lleva minutos. Se utilizan «tiras
reactivas» que contienen proteínas virales del Covid-19 (inactivas, claro). Estas proteínas
inactivas funcionan como «señuelos para pescar anticuerpos». Al entrar en contacto estas tiras con la sangre de un paciente, los anticuerpos específicos (si es que los hay) se van a unir a esas proteínas. Luego de una serie de reacciones podremos evidenciar esa unión, es decir, la
presencia de anticuerpos específicos. La presencia de estos anticuerpos nos indica que esa
persona fue infectada por el virus y activó la respuesta inmune. Es distinto a la PCR que
discutimos antes. La PCR detecta el archivo en formato ARN del virus, incluso antes de que el
virus evoque una respuesta inmune en nuestro cuerpo. La PCR confirma infección, los kits
serológicos confirman respuesta a esa infección. Respecto del punto 2, es importante saber si una persona generó defensas en contra del Covid-19. Por un lado, porque sus anticuerpos podrían ser purificados a partir de sangre donada y ayudar a otra persona a neutralizar el virus. Con estos anticuerpos donados, una persona infectada que aún no desarrolló defensas propias, puede responder más rápidamente a la infección, es decir, antes que el cuadro clínico pueda empeorar por otras razones.
Entonces, como ya se ha mostrado con otras infecciones (como la Polio o la Fiebre hemorrágica), el tratamiento con anticuerpos donados podría representar una muy buena estrategia. En Argentina, ya comenzaron estas investigaciones y actualmente se están buscando personas donantes. Los kits de detección rápida que mencionamos arriba ayudan también a encontrar personas infectadas que no desarrollaron síntomas. Estas personas, son potenciales donadoras de sangre. De ser posible, es bueno hacer ese ensayo.
Por otro lado, si realmente se generaron defensas, aumentan las esperanzas de lograr una
vacuna. Recordemos que una vacuna contiene partes inactivas del organismo (aquí Covid-19)
causante de la infección y el objetivo es «artificialmente» activar la respuesta inmune adaptativa y la generación de anticuerpos. Esta respuesta inmune, la adaptativa, si bien fue descripta también para el Covid-19, hay muchos detalles que aún no se conocen. Por ejemplo, no se sabe aún cuánto dura esa «memoria» y al día de hoy, no hay ninguna vacuna que haya completado los ensayos clínicos. No es sólo cuestión de ver si inyectando una porción inactiva del virus se dispara la respuesta inmune y cuánto dura; además, hay que asegurarse que la vacuna propuesta no genera efectos adversos. Hay muchos ensayos en camino, pero falta mucho por recorrer en este aspecto. (NOTA 8)

 

* Doctores en Biología. Investigadores de Conicet. Universidad de Buenos Aires.

 


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