Sur oscuro, con tendencia a diluirse como esperanza

Sesionó el pasado fin de semana la "cumbre" del Mercosur, la reunión de los jefes de Estado de los países miembros, cuyo objeto básico es hacer el traspaso anual de la presidencia "pro tempore" del ente.
El pasaje de la presidencia del Mercosur significó simplemente el reemplazo del actual por el que estaba previsto que debía sucederlo: del argentino al de Brasil. Esta presidencia es rotativa.
Como es habitual, fue una reunión de jefes de Estado que son miembros del Mercosur, pero esta vez también asistieron los de Bolivia, cuyo ingreso está en trámite, y de Chile. Ésta última, Bachelet, explora una integración del Mercosur con la alianza del Pacífico, que fue ideaba por el ex presidente de USA, Obama.
Simultáneamente, pero no como parte integrante, sesionó en Mendoza la Cumbre de los Pueblos, una creación ideada para dar lugar a que se escuchen voces que expresen puntos de vista no gubernamentales. Una apertura a la diversidad. Por primera vez, esta Cumbre de los Pueblos no fue parte de la de los jefes de Estado. Con todo, desde la región y más allá llegaron centenares de delegados, quienes deliberaron en otro escenario y expresaron voces marcadamente discordantes. Entre ambas cumbres se movió el presidente de Bolivia, Evo Morales, cuyo pensamiento coincide con el de quienes se expresaron en la de los Pueblos.
El Mercosur es hoy una fachada que no logra disimular los cambios que se han producido desde los años de Lula y Kirchner, iniciadores con Uruguay y, luego, Paraguay, del Mercosur y, en su momento culminante, del Parlasur. Los cambios políticos, especialmente los de Brasil y la Argentina, han significado un giro básico de objetivos, puesto que ya no se busca un norte común mediante una integración regional económica y social como instancia diferenciada de los poderes europeos y de los Estados Unidos. Solamente Uruguay sostiene ahora algo de los propósitos fundadores del Mercosur y por eso la voz del presidente oriental, Vázquez, marcó diferencias con los otros jefes de Estado, en particular con referencia a Venezuela. Vázquez reiteró el principio de que un gobierno surgido de la voluntad popular debe ser respetado en tanto no se aparte del camino democrático de renovación periódica del poder. Más marcada fue la diferencia del discurso del presidente boliviano. Evo Morales no vio inconveniente su relación con las dos cumbres: la del Mercosur y la de los Pueblos.
El dibujo sobresaliente estuvo marcado por la diferencia entre ambas cumbres: la de jefes de Estado y la de los Pueblos.

Brexit.
La primera reunión de los negociadores de la Unión Europea y del Reino Unido, para buscar coincidencias en las condiciones para el retiro de este último de la UE, no dejó otra señal que la de un camino arduo para el acuerdo.
No es sencilla la empresa de esos negociadores, sobre todo porque la última elección del Reino Unido debilitó la posición de la primera ministra Theresa May. Su partido perdió el dominio que tenía sobre el parlamento y ahora depende de apoyos externos para la aprobación de sus políticas. Su partido, el conservador, da muestras de diferencias internas y se estima que May puede caer en cualquier momento. Los partidarios de un Brexit duro parecen estar dispuestos a reemplazarla, por temer que llegue a aceptar condiciones económicas muy severas para el Reino.
Por lo que ha trascendido, el piso de la exigencia de la Unión Europea es de unos 60 mil millones de dólares, de conformidad con los compromisos que el Reino Unido asumió al sumarse a la UE y algunos de los beneficios que ha recibido.

Francia.
El presidente de Francia, Macron, navegaba aguas tranquilas desde su reciente arribo al poder, pero ha tropezado con un obstáculo imprevisto: el jefe del Estado Mayor Militar ha renunciado a su cargo, incluso con expresiones que no ocultaron su malhumor. La causa parece estar en el propósito de Macron de reducir el presupuesto militar en 850 millones de euros.
Macron reemplazó de inmediato al renunciante, pero se entiende que la actitud de este militar no ha sido un hecho individual. Los militares entienden que queda comprometida su capacidad para dar seguridad a los franceses. Hacía años que no había estos roces entre gobierno y militares en Francia.
En cambio de este traspié, se observa que Macron es muy halagado actualmente por el gobierno de los Estados Unidos. Al parecer, le cayó bien al presidenteTrump, pero no se descarta que éste explore la posibilidad de debilitar el eje Francia-Alemania, que es la base de la actual Unión Europea.
Jotavé