Viernes 12 de abril 2024

Un chivo en el jardín

Redaccion 01/08/2021 - 07.00.hs
Agustín Rossi de recorrida por el regimiento 13 de Caballería

En Tucumán y Santa Fe tanto el gobernador como su vice presentarán sus candidaturas en opciones opuestas. la oposición tendrá listas enfrentadas en una docena y media de provincias. Lo que para Juntos es la regla, en el Frente de Todos constituye la excepción.

 

Por Horacio Verbitsky

 

En Tucumán y Santa Fe tanto el gobernador como su vice presentarán sus candidaturas en opciones opuestas. La pugna entre Juan Manzur (que se anotó como suplente en la nómina para el Senado) y Osvaldo Jaldo (que encabeza la oferta para diputados) no tiene repercusión significativa más allá de Tucumán. Distinto es el caso de Santa Fe, porque involucra al Presidente Alberto Fernández y a la Vicepresidenta CFK. En cambio, la oposición tendrá listas enfrentadas en una docena y media de provincias. Lo que para Juntos es la regla, en el Frente de Todos constituye la excepción.
El gobernador de Santa Fe Omar Perotti integrará la lista oficial, junto con la camporista Josefina González, ambos como suplentes para el Senado, mientras la vicegobernadora Alejandra Rodenas acompañará a Agustín Rossi como postulante titular al Senado de la Nación, en una nómina que también incluye a dos representantes del Movimiento Evita. Rossi es, además, el único ministro del gabinete nacional que competirá en las elecciones primarias de septiembre y, si prevalece, en las generales de noviembre. Pese a la solicitud presidencial de declinar su postulación, decidió mantenerla, y Fernández anunció desde Perú que debía dejar el ministerio de Defensa. Otro tanto ocurrió con su colega de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, quien integrará la lista única del FdT en la provincia de Buenos Aires. Eso prueba los valores éticos del Presidente, dijo Rossi. Pero omitió agregar que crea un problema innecesario, que incluso afectaría al propio Fernández si dentro de dos años aspirara a la reelección. Siguiendo su propia norma, debería entregar la banda presidencial a Cristina en agosto de 2023. Esto no sucede en otro lugar del mundo. Es el problema de presentar como opciones abstractas de principios, las que en realidad son cuestiones políticas específicas.

 

Muy natural.

 

El Chivo intentó desdramatizar lo sucedido, instó a tomar con naturalidad las elecciones internas que en su provincia eran habituales aún antes de la ley nacional. Agregó que la disputa dentro de un partido nunca fue conflictiva, lo cual es más difícil de sostener. En 1995, Carlos Reutemann sólo pudo evitar el fraude que el menemismo intentó hacerle en favor del Tigre Héctor Cavallero, guardando las urnas en un edificio con custodia de la Gendarmería, iluminación a giorno y control con cámaras de televisión por circuito cerrado, mientras avanzaba el escrutinio manual que duró un mes y se definió por una diferencia quasi peruana del 1%.
Pero el caso actual expone una acumulación de equívocos de los distintos protagonistas, que llevan a una encrucijada que no conviene a nadie. Rossi fue una de las principales figuras del kirchnerismo, como presidente del bloque de diputados nacionales bajo las presidencias de Néstor y de Cristina, y como ministro de Defensa, desde agosto de 2014 hasta la asunción de Maurizio Macrì. En 2019 anunció su precandidatura presidencial, condicionada a que Cristina no proclamara la propia. Alberto quiso que volviera a Defensa como persona de su confianza. Su desempeño fue de lo mejor del gobierno: anuló la intervención militar en seguridad interior que había dispuesto Maurizio Macrì; organizó el mayor despliegue del Ejército que se recuerde después de Malvinas, en apoyo a las medidas sanitarias por la pandemia y de distribución de alimentos, con 14 comandos conjuntos y 10 fuerzas de tareas; consiguió que el Congreso votara los anhelados fondos para el reequipamiento y la modernización de las Fuerzas Armadas, dentro de lo posible con producción nacional; puso fin al humillante pago en negro de una parte de los estipendios castrenses; consecuentemente, mejoró los haberes previsionales; recibió la obra social con un déficit de 5.500 millones de pesos, que redujo a 300; presentó al Poder Ejecutivo una nueva Directiva de Política de Defensa Nacional, que fue adoptada hace dos semanas.
Rossi se retira de la gestión con una imagen inmejorable. El viernes, al despedirse de las Fuerzas Armadas luego de la ceremonia de lectura de la orden de zarpada de la Fragata Libertad, fue aplaudido de pie por generales, almirantes y brigadieres, hecho sin precedentes en la democracia post-dictatorial. Luego, ante el personal del Ministerio, recapituló sobre los hitos de su gestión, y dejó un concepto sobre la conducción política de la Defensa que demuestra una comprensión que no todos en el peronismo han tenido. Para El Chivo, el gobierno político de la defensa se consolida a través de la profesionalización militar y no de un «ejército nacional y popular». Puso como contraejemplo en ese punto la experiencia de Evo Morales en Bolivia, cuya opción por el otro camino no le garantizó la lealtad militar ante el golpismo.
Quien también lo entendió fue Néstor Kirchner, quien en el primer año de su gobierno le dijo al jefe de Estado Mayor del Ejército, general Roberto Bendini:
-No quiero que me armes un Ejército nacionalista porque entonces nos van a contestar con un Ejército liberal, y ellos son más.
Es difícil imaginar que hubiera optado por César Milani.
La actitud oficial sobre la sucesión no es de urgencia. Rossi deja un equipo bien asentado, que podría mantener el funcionamiento ministerial hasta diciembre, cuando el Presidente decida acerca del gabinete que lo acompañará en los próximos años. Lo encabeza el Secretario de Estrategia y Asuntos Militares, el ingeniero Sergio Rossi, con rango de viceministro, quien acompañó todas las gestiones del Frente de Todos desde 2005. El Sapo Rossi es primo del Chivo.
Incluye también a la jefa de Gabinete, Ana Clara Alberdi; al secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa, Francisco Cafiero; a las secretarias de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa, Daniela Castro; de Coordinación Militar en Emergencias, Inés Barboza Belistri; las subsecretarias de Investigación Científica y Política Industrial, Fernanda Llobet; de Planeamiento Operativo y Servicio Logístico de la Defensa, Lucía Kersul; el subsecretario de Asuntos Internacionales, Roberto De Luise; la coordinadora de Salud y Bienestar de las Fuerzas Armadas, Marcela Ovejero; junto al director de Fabricaciones Militares, Iván Durigón; los presidentes de TANDANOR, Miguel Tudino; del Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF), Guillermo Carmona; del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA), Dario Díaz Pérez; y rector de la Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF), Jorge Battaglino.

 

La cumbre de Olivos.

 

Hace un mes, Cristina y Alberto analizaron las candidaturas bonaerenses en RPO, junto con Axel Kicillof, Sergio Massa, Wado de Pedro, Máximo Kirchner y Gabriel Katopodis. Kirchner mostró un estudio detallado sobre las elecciones legislativas de las últimas dos décadas, en el que se apreciaba que los allí reunidos representaban en forma estable la mitad del electorado provincial, en configuraciones distintas cada vez. Si bien se reducirían las ventajas obtenidas en los comicios de 2019 (18 puntos en las primarias, 14 en las generales), el dato que manejaba era una victoria por un mínimo de 4 y un máximo de 8 puntos. Citó el diálogo con un dirigente de la oposición, quien le dijo que para Juntos perder por no más de 6 puntos sería un buen resultado. Luego, Kirchner formuló una propuesta para la lista de diputados, representativa del universo oficial:
Santiago Cafiero, en nombre de Alberto, Luana Volnovich, por La Cámpora, Carli Bianco, en representación de Axel, y Malena Galmarini, compañera en la política y en la vida de Sergio Massa, quien había prestado su acuerdo para ello.
En tal caso, Kirchner cedería a Cafiero su actual cargo en la Cámara de Diputados. Lo dijo con una expresión llamativa: «Yo no nací presidente del bloque». También sugirió una alternativa: Sergio Massa y Luana Volnovich, aunque Massa tiene mandato hasta 2023.
Nadie hizo ningún comentario, pero a través de notas en Clarín, se instaló que el Presidente quería que la lista fuera encabezada por Victoria Tolosa Paz. Esto fue reforzado con una foto de Alberto y Victoria con sus respectivas parejas, festejando el triunfo de la Argentina sobre Brasil en el campeonato sudamericano de fútbol.
También se informó por esa vía que el comando de campaña sería presidido por Cafiero e integrado por De Pedro y Katopodis, cosa que no se había analizado en la cumbre. Si el Presidente hubiera aceptado que Cafiero fuera candidato en las elecciones legislativas bonaerenses de este año, Rossi era el número puesto para sucederlo. Eso pensaba Cristina, quien nunca se lo dijo al interesado. Alberto fue quien alentó a Rossi a que compitiera por una senaduría en Santa Fe. ¿Cómo fue posible entonces que terminara disgustando al Presidente y a la Vicepresidenta con la postulación para el Senado que se negó a bajar? A la inversa, él sólo tuvo palabras de agradecimiento para Alberto y Cristina.
El Presidente parece creer que la estabilidad de Cafiero garantiza la suya. En doce años de presidencia, los Kirchner tuvieron seis jefes de gabinete: Alberto, Massa, Aníbal Fernández, Juan Manuel Abal Medina, Jorge Capitanich y Aníbal de nuevo. Además, los acompañaron ocho ministros de economía: Roberto Lavagna, Felisa Miceli, Miguel Peirano, Martín Lousteau, Carlos Fernández, Amado Boudou, Hernán Lorenzino que se quería ir y Axel Kicillof.
Por eso creen que el liderazgo no depende de la conformación del gabinete.

 

La cancelación.

 

Cuando impulsó la candidatura de Rossi en Santa Fe, Alberto Fernández no sospechó la resistencia que provocaría en Perotti. Su idea no era que se enfrentaran, sino que compartieran la oferta. Rossi planteó tres alternativas, pero Perotti las rechazó todas. No quería que Rossi apareciera en la campaña ni siquiera por medio de terceros y, ante la posición conciliadora de Alberto, recurrió a la Vicepresidenta. Cristina está interesada en la reelección de Marilyn Sacnun, quien es una de sus principales agentes en el Senado, y aceptó la idea de Perotti, que la incluye como segunda candidata a senadora, detrás de un periodista deportivo, que no debe ser confundido con el goleador del Bayern Munich, aunque cuente con la simpatía de la hermana de Marcelo Bielsa.
Herido por la intransigencia cancelatoria de Perotti, Rossi decidió competir así se cayera el cielo. Santa Fe, como Mendoza, no permite la reelección consecutiva del Poder Ejecutivo, una disposición de republicanismo explícito, que provoca estos enredos y dificulta el ejercicio democrático.
Todos pagan precios y corren riesgos que hubiera sido mejor evitar:
– Si Perotti pierde la interna será menos que un pato rengo y Rossi quedará instalado como el candidato obvio a sucederlo en dos años.
– Para conservar a Marilyn, Cristina necesita dos victorias de la fórmula de Perotti, una en septiembre y otra en noviembre, sobre el revoltijo de fórmulas liberal-radical-socialistas que solo un egiptólogo de la Universidad Nacional del Litoral podría desencriptar.
– Alberto se ve obligado a prescindir de uno de sus ministros que mejor funcionan.
– El Chivo incomodó a las dos jefaturas que lo distinguían con su confianza y se juega todo a una sola carta.
Pero más allá de estos chisporroteos, el episodio no afectó la relación entre el Presidente y la Vicepresidenta.
En todo el trámite que condujo a este desenlace, Rossi fue el único que suministró argumentos políticos. Recordó que hace dos meses, Perotti lanzó una línea interna del PJ provincial, denominada Hacemos Santa Fe e intentaba instalar como sucesor dentro de dos años a su amigo Roberto Mirabella. «Subsumía a todo el PJ detrás de un hecho hegemónico, provincializaba la elección para ocultar a Cristina y Alberto, y el próximo paso era sacar al peronismo del Frente de Todos y emparentarlo con el peronismo cordobés». (La alianza de Juan Schiaretti se denomina Hacemos por Córdoba. El original fue Haciendo Buenos Aires, creado por el publicista Ernesto Savaglio para Horacio Rodríguez Larreta.) En una entrevista con la señal de cable del Grupo Clarín, Rossi dijo que va a seguir siendo cristinista en Santa Fe y que cuando haya que defender a Cristina, el único que lo hará en la provincia será él, y no Perotti, quien votó el pago de Maurizio Macrì a los buitres y dio quorum para allanar el domicilio de la ex Presidenta. Concluyó que tenía la conciencia tranquila porque sabía dónde estuvo ayer, dónde está hoy y dónde va a estar mañana.

 

Cada cual atiende su juego.

 

Nada de esto es discutible, pero la presencia del Movimiento Evita en la oferta de Rossi y la de Sacnun y La Tana González en la de Perotti dan la medida de la complejidad del tema. Más allá del caso santafesino, donde los representantes del Evita, Eduardo Toniolli y Lucila De Ponti, son de lo mejor de la política provincial, a la conducción de Emilio Pérsico y Fernando Navarro no le disgusta fastidiar a Cristina, lo cual no implica lealtad hacia Alberto, de cuyo gobierno forman parte en sendas secretarías. En Córdoba, por ejemplo, Navarro no tuvo en cuenta la decisión presidencial y anotó a Rosalía Cáceres novena en la nómina de diputados nacionales que encabeza Natalia De la Sota, en tándem con la candidatura al Senado de la esposa del gobernador Schiaretti, Alejandra Vigo. La decisión de Alberto y de Cristina era apoyar a la lista del FdT, que encabezan Carlos Caserio, quien busca la reelección en el Senado, y el secretario de obras públicas Martin Gill, intendente de licencia en Villa María. Pero el robusto Navarro dispuso lo contrario, aduciendo que el peronismo está en Hacemos por Córdoba, tal como afirma el matrimonio Schiaretti-Vigo. La novena candidata no tiene chances de ser electa, pero la conducción del Evita marca así su coincidencia con el cordobesismo en la aversión a Cristina.
Otra paradoja es que Constanza San Pedro, del Frente Patria Grande, rechazó el sexto lugar en la lista de Caserio y Gill, y en abierta discrepancia con Navarro denunció que el FdT se había peronizado (sic). San Pedro aspiraba al segundo puesto, que fue para la competitiva ex candidata a la intendencia de la Capital, Olga Ruitort. También en varios municipios bonaerenses los eviteros sostenían listas opuestas a las de los intendentes peronistas, que fueron dadas de baja por las juntas electorales. En La Matanza, la compañera sentimental de Pérsico encabezaba la lista, que ahora insta a votar en blanco en el tramo municipal. Consultado para esta nota, sobre el cierre de las listas y la política del Movimiento, Navarro no respondió, lo cual limita el análisis a la visión del autor.
La celebración por haberse desembarazado del ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo le duró al MEV apenas lo necesario para aprestarse al esmerilado del nuevo ministro. Al tanto de tal disposición, Andrés Larroque declinó el convite presidencial para trepar a ese palo enjabonado, que quedó para Juan Zabaleta. Igual que en 2017, Zabaleta amagó con enfrentar a La Cámpora en su municipio de Hurlingham, pero ante la posibilidad cierta de una derrota dio marcha atrás y comenzó el entrenamiento para resistir lo que le espera. Sucederá a Zabaleta el presidente del concejo deliberante, el camporista ilustrado Damián Selci.

 

Hasta les Manes.

 

A los opositores les cuesta ordenar el Todos contra Todos que ha reemplazado a Juntos por el Cambio y, tal como vaticinó Más Jorge que Macrì, se están despedazando entre ellos. Hasta Mario Negri y Martín Lousteau se cruzaron agravios, y Margarita Stolbizer fulminó a la automovilista pro-kelper Sabrina Ajmechet, quien fue defendida por Patricia Bullrich y el Hada Buena. Ajmechet llegó a explicar la Noche de los Lápices por la militancia montonera de las víctimas, al mismo tiempo que Ricardo López Murphy retomaba el pérfido cuestionamiento a la cifra de detenidos-desaparecidos durante la dictadura. Lo refutó su correligionario Facundo Suárez Lastra. El panelista Martín Tetaz de Lanata, segundo candidato en la lista de María E. Vidal, anunció un proyecto de ley para acabar con la inflación, limitando la facultad emisora del Banco Central y disponiendo mayorías especiales para la designación de sus directores. Está tan en línea con las fantasmagorías económicas del neoliberalismo, que su orientador es Federico Sturzenegger, uno de los grandes especialistas en inflación (altísima).
La lógica con que el oficialismo observa el cruce de jurisdicción del Hada Buena no coincide con los matices que aprecian quienes militan en la alianza Juntos (por Algo). Para los dirigentes y candidatos del FdT, María Eugenia Vidal procura que se olvide su gestión bonaerense, que fue repudiada en las urnas hace dos años con una derrota tan contundente que también selló la suerte de Maurizio Macrì, quien ni siquiera pudo disputar una segunda vuelta. Pero dentro de Juntos se acentúa otro aspecto: la voluntad de Horacio Rodríguez Larreta de asegurarse la sucesión en la Ciudad Autónoma, que el PRO gobierna desde 2007, e impedir que crezca la alternativa de Martín Lousteau, el ex ministro de Felipe Solá y CFK, ahora reconvertido al UCeRreismo. La respuesta radical fue el lanzamiento del mediático Facundo Manes en la provincia, quien cuestionó el enroque Vidal-Diego Santilli, en forma tan o más dura que el oficialismo.
Por un rebrote del optimismo de la voluntad, la UCR piensa que el poco conocido Manes le permitirá volver a jugar en las grandes ligas. El médico y filósofo Juan Carlos Tealdi, director del comité de Bioética del Hospital de Clínicas, quien ha seguido con atención la trayectoria de Manes, sostiene: «Inicialmente se limitaba al dominio restringido de la neurología y tuvo algunos aportes interesantes sobre un cuadro conocido como Estado de Conciencia Mínima, cuando todavía se seguía hablando en general de estado Vegetativo Persistente. Después fue haciendo, como otros en medicina, el salto desde la neurona al intento de explicar la totalidad de la conducta humana y la razón desde la neurociencia, lo neurocognitivo, etc, y por qué no la pobreza y la política. Ese salto se potenció cuando tuvo el respaldo de acompañar la intervención a Cristina por su hemorragia subdural. Hoy es de la corriente de los poco serios que mezclan verdades con intereses. Mi parecer es que en política va a ser lo mismo: saltar de una categoría a la otra, o sea, de lo verdadero a lo falso». En ediciones anteriores mencionamos su pedido de 2002 a George W. Bush de que el FMI presionara a la Argentina por la reducción del gasto público y la reforma política para asegurar «que se vayan todos», y cómo hizo la acumulación primitiva, firmando un certificado falso para encerrar por demencia a una millonaria en un manicomio. Con una soberbia que los años no han atenuado, entonces dijo que bastaban seis días, como en el Génesis, para hacer las transformaciones necesarias. Seguramente le resultaría tan fácil como a Macrì el control de la inflación.
Sus primeras declaraciones actuales como candidato desataron todas las furias:
– «Esta interna es David contra Goliat. Espero que no se gasten los impuestos de los porteños en la campaña».
– «La doctora Carrió vino a ofrecerme ser candidato a Vicepresidente de ella en 2015. Yo no cambié nada desde 2015 hasta acá».
– «No me parece bien que el vicejefe porteño en una pandemia vaya a la provincia ni que María Eugenia haya venido a la Capital. Eso desprestigia a la política y hace que la gente crea menos por la especulación electoral».
– «Yo no fui parte de Cambiemos, no pertenecí al gobierno de Macri ni de Vidal. Me estoy incorporando a una coalición y quiero plantear un salto cualitativo».
Desde el PRO responden que:
– Macrì lo contrató en 2016 como asesor en cuestiones educativas, y
– al año siguiente el Hada Buena lo designó al frente de la Unidad de Coordinación para el Desarrollo del Capital Mental, de lo que hay incluso testimonios gráficos.
– «Decís que llegás para sacar lo mejor del potencial argentino pero solo sembrás desconfianza y dudas en tu propio espacio. No caigas en las peores costumbres de la vieja política si querés renovación», le respondió Cristian Ritondo.
– «No contesto chicanas», quiso desentenderse Rodríguez Larreta.
– «Estas palabras lastiman a la gente que nos quiere ver unidos y trabajando. Los únicos adversarios que tenemos son la inseguridad, el sueldo que no alcanza para llegar a fin de mes, la inseguridad y la inflación. Tenemos que recorrer los municipios y hablar con la gente», dijo Santilli.
– «Me enteré de la composición de la lista después de que estuviera hecha, obvio que también me sorprendí pero Cariglino ya formaba parte de Juntos, del gobierno de Vidal. Soy la única incorporación novedosa», dijo Margarita Stolbizer.
– «Dicen que son la nueva política, pero llevan en la lista a Jesús Cariglino y a Stolbizer», replicó Elisa Carrió, quien se enconó con Manes aún antes de que oficializara su candidatura. Por ejemplo:
– «Una cosa es ser neurocientífico y otra es tener cultura (…) Quiere ingresar a la política para llegar a la presidencia en dos años, llegar a la Casa Rosada en helicóptero, como una cuestión religiosa. Quieren que todos nos pongamos a disposición de ellos».
– «Es un mentiroso y un mitómano. Si recuerdan, Manes estaba con el radicalismo desde siempre, con Ernesto Sanz, y yo, que soy parte de la Coalición Cívica, estaba con Toty Flores, mi candidato a vice desde 2013. Nunca pude pedirle algo así. (…) Los que están en el campo científico real de la Argentina saben quién es Manes».
Con su habitual sutileza, el carcelero de Milagro Sala se hizo escuchar desde Jujuy: «El responsable de esta campaña para desprestigiar a Facundo es Horacio Rodríguez Larreta, quien se cree el dueño de Juntos por el Cambio y se ha puesto el traje de Presidente antes de serlo. (…) Tiene una lógica muy compleja de construcción. Debería revisarlo. Por este camino vamos a debilitar Juntos por el Cambio y a ponerlo en riesgo. El radicalismo va a avanzar y a sostener a Facundo (porque) tomó la decisión de dejar de ser furgón de cola. Espero que la paren y que en todo caso confrontemos ideas. Esto es un análisis de la política y de la lógica de construcción que tiene una persona que hasta acá es responsable de cómo se vaya deteriorando el vínculo dentro de Juntos por el Cambio, que tiene nombre y apellido y es Horacio Rodríguez Larreta», dijo el contador Gerardo Morales.
La confrontación se inició con tal salvajismo, que los Juntites empezaron a preparar un código de convivencia, con obviedades como no insultar al compañero, porque el adversario es el kirchnerismo, ni mentir, porque así lo exige Carrió. Pero la disensión es tan profunda que no consiguieron ponerse de acuerdo. Carrió anunció que denunciará a Manes ante la justicia (se supone que con una experiencia de cuatro décadas en los tribunales ya debe haber identificado en qué delito incurre alguien que recuerda un hecho de otro modo que ella) y el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo pidió una reunión de urgencia para mañana. Alguien recordó la famosa frase de otro médico, que no se dedicaba a la política sino a dirigir el combinado argentino de fútbol, quien en el entretiempo de un partido decisivo con Brasil en el campeonato mundial de 1990, sólo le dijo a sus jugadores:
-Tratemos de no dársela a los de amarillo-, un color que aún no había perdido su ingenuidad.
El propio Manes terció en su descargo:
-Yo me entrené para curar, no para lastimar.
¿Habrá oído hablar de la iatrogenia?

 

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