Jueves 18 de abril 2024

Un papelón que el radicalismo no merece

Redacción 15/06/2014 - 04.14.hs

I - El radicalismo pampeano quedó mal parado en la semana por la inexplicable visita que auspiciaron de Ernesto Sanz, presidente del partido nacional y uno de los mendocinos más cerradamente opuestos a cualquier atisbo de reconocimiento de la interprovincialidad del río Atuel. Su llegada a La Pampa justo cuando en nuestra provincia el tema se ha revitalizado luego que la Corte Suprema de Justicia de la Nación decidiera retomar el caso ante la negativa de Mendoza a cumplir con los acuerdos firmados, era, por lo menos, inoportuna. A menos que se utilizara su llegada como una oportunidad para que el radicalismo planteara, de boca de su máxima autoridad y candidato a presidente en ciernes, cuál es la solución que impulsan ante el despojo que privó hace décadas del río a La Pampa y provocó un desastre ambiental, productivo y humano de proporciones espantosas.
Pero, lejos de hacerlo, el visitante hizo, en cambio, gala de su oficio de político hábil para esquivar definiciones y navegar a dos aguas. Esa actitud elusiva a hablar con claridad en relación al río que su provincia le niega a La Pampa, no es desconocida para los pampeanos. La venimos soportando desde hace décadas de ninguneo cuyano a nuestro reclamo. Es la respuesta histórica de una posición que intenta justificar el despojo.
Para completarla, cuando le fue preguntado directamente qué pensaba del robo del curso se hizo el ofendido y en el colmo del oportunismo llegó a decir que la ausencia de solución había que endilgarla al justicialismo que gobierna la Nación, La Pampa y Mendoza. Como si los gobiernos radicales mendocinos hubieran hecho algo distinto. Como si el gobierno de De la Rúa hubiera avanzado en torno al tema. Como si el peronismo y el radicalismo mendocino sean partidos tan distintos en este y otros temas. Como si el ex gobernador radical de Mendoza Julio Cobos (que llegó a vicepresidente de un peronista) hubiera hecho algo distinto. En fin, como si el radicalismo mendocino pudiera exhibir una historia distinta de cara a los pampeanos en torno al robo de nuestro río.

 

II - El radicalismo pampeano hizo así un verdadero papelón. De sus filas han salido los más celosos defensores de nuestro derecho al río y los más consecuentes luchadores de las desviaciones que, en no pocas oportunidades, han cometido sucesivos gobiernos en nuestra provincia que no acertaban a tomar un camino de reivindicación que permitiera avanzar hacia la recuperación del curso de agua. Ese celo que le ha valido el reconocimiento de propios y extraños sobre un tema sobre el que los pampeanos no admitimos claudicaciones, fue dejado de lado esta vez. Ese papel señero en la defensa del río no se condice con la visita del mendocino, pues no se entiende la necesidad que tenían políticamente de traer a La Pampa a un dirigente cuya sola presencia, sin una propuesta sobre el tema que más nos interesa a los pampeanos, resulta por lo menos incómoda para los radicales e irritante para la histórica defensa del Atuel pampeano.

 

III - En el resto de los temas Sanz confirmó lo peor que tiene hoy el radicalismo: su servilismo a sus mentores mediáticos. Así, cumplió al pie de la letra repitiendo la agenda de los medios hegemónicos denostando al vicepresidente, repitiendo que "estamos aislados del mundo" y, desde luego, anticipando que si llega a la presidencia modificará la ley de medios. Su llegada a La Pampa fue, así, más que la proyección a futuro que todo político presidenciable debe saber comunicar, un paseo por lo peor del pasado argentino. Faltó que repitiera su desafortunada y recordada frase sobre el destino de droga y juego que tenía, según él, la Asignación Universal por Hijo o expresar aquél deseo suyo de que la economía siga mal hasta las elecciones para tener más chances de ganar. Su retrógrada visión de la Argentina que no soporta la distribución de la riqueza nacional se coló en sus declaraciones. En eso fue coherente al esquivar cualquier definición en torno a la distribución de la riqueza que otorga el agua del río Atuel que su provincia le niega a la provincia a La Pampa. (LVS)

 


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