Viernes 26 de abril 2024

Las verdades llegan en carretilla

Redacción 24/03/2024 - 11.53.hs

Una de las imágenes más comentadas y recordadas que nos dejó esta semana, entre tantas otras, fue sin dudas la de un comerciante de Huinca Renancó que fue a pagar el recibo de luz con una carretilla repleta de dinero. Su actitud tuvo por objetivo llamar la atención de propios y extraños para ensayar una fuerte crítica contra el gobierno de la provincia de Córdoba. Fue allí cuando, entre otras tantas apreciaciones, dejó una llamativa declaración: "A nosotros nos conviene ser más pampeanos que cordobeses".

 

Fue así como Darío Villarruel, tal el nombre del enojado propietario de un pequeño emprendimiento familiar, logró que su caso se viralizara. Logró su cometido, pero en cuestionamiento, curiosamente, no hizo alusión a la fuente original de su lamento: la quita de subsidios que hizo la gestión de Javier Milei y menos que menos habló de la liberación del precio de la energía.

 

Lo que buscaba el hombre era apuntar todos sus dardos hacia la gobernación cordobesa. "Acá no tenemos nada, no tenemos agua potable, no tenemos gas natural, la mayoría de la gente del pueblo va a atenderse en salud a Realicó, porque el servicio de acá es muy básico, todos vamos a cargar combustible a Realicó porque aun yendo y viniendo nos sale más barato que cargar acá", se lamentó.

 

El habitante de la cercana localidad siguió con su larga lista de reclamos, que se ve que tenía atragantada de hace un tiempo. "A nosotros nos conviene ser más pampeanos que cordobeses, eso lo tendrían que analizar los gobernantes de Córdoba, porque si no les servimos como ciudadanos de esta provincia que nos permitan ser de La Pampa", explicó amargamente.

 

Y por si quedaba alguna duda, añadió que se trata de un tema que "se comenta permanentemente en el pueblo, ya que si fuéramos pampeanos tendríamos todo más barato, combustible, energía eléctrica, gas natural porque acá compramos garrafas, y acceso a un mejor servicio de salud".

 

Con el mismo tono crítico hacia el gobierno de Córdoba, el quejoso comerciante contó que "cuando viene la época de la cosecha sí les interesa que seamos cordobeses porque recaudan un montón de impuestos gracias a la producción que sale de esta zona; se llevan un montón de plata de acá pero no nos devuelven nada a nosotros".

 

Finalmente, le dedicó un párrafo más a las autoridades provinciales. "Estamos desprotegidos, el gobernador viene a esta zona en avión y luego recorre en helicóptero los pueblos vecinos, no anda en camioneta porque no se puede andar en las rutas", aseguró.

 

Casi un millón de luz.

 

Para quienes no siguieron de cerca el caso, al negocio de Villarruel llegó una factura de luz de 806 mil pesos por el consumo del mes pasado, y a la casa le llegó otro recibo por 150 mil. Ese casi millón de pesos lo llevó a pensar junto a su familia en cerrar su local y dedicarse “a otra cosa".

 

Según relató, con su puesta en escena de la carretilla llena de billetes de baja denominación buscó “que el gobierno de Córdoba reaccione y ponga un precio justo por la energía, lo mismo que pagan en Río Cuarto o en Córdoba”, en alusión a la capital de la provincia.

 

Tras admitir que votó a Javier Milei, quiso aclarar que votó “el cambio” y que no pide subsidio, sino “precio justo” para su consumo. “Si Río Cuarto y Córdoba están pagando en una casa de familia 7 mil pesos, ¿cómo nosotros estamos pagando 150 mil?", se preguntó. La respuesta es que siempre ganan los de arriba, y que son contados con los dedos de la mano lo que se preocupan por los que menos tienen, por los laburantes, por los estudiantes y por los jubilados.

 

Distraídos.

 

Hasta el momento, a nivel provincial, los cordobeses se hicieron los distraídos con el caso. Mostraron el caso como una curiosidad más, casi una extravagancia, pero no se vieron tratamientos periodísticos que buscaran profundizar en la cuestión. Tampoco salieron las autoridades cordobesas a replicar al comerciante, no vaya a ser cosa que el tema se amplificara de manera inconveniente.

 

A nivel nacional, en tanto, nadie se ocupó de destacar que el contribuyente dijo una gran verdad, una irrefutable: en La Pampa hay mejores condiciones de calidad de vida que en Córdoba. En nuestra provincia, orgullosamente podemos decir que todos los habitantes son tratados igual, no hay ciudadanos de primera y de segunda. Y todos pagan lo mismo por el consumo energético, incluyendo los subsidios provinciales que ayudan a amortiguar el tarifazo nacional. Bien lo saben, por ejemplo, los padres que tienen hijos estudiando en Córdoba, que ven cómo mes a mes se agranda la diferencia entre lo que se paga por los servicios entre ambas provincias.

 

Pero claro, no hay peso electoral en La Pampa para competir contra un distrito que terminó inclinando la balanza a favor de un candidato que ahora los perjudica. Y quienes manejan los grandes hilos de los medios no están interesados en mostrar una realidad que no les conviene en lo más mínimo.

 

Lo bueno del caso de la carretilla es que empieza a mostrar que los que votaron creyendo en un cambio favorable se van dando cuenta que las drásticas medidas tomadas desde el gobierno nacional terminan siendo perjudiciales para ellos, Son votantes que fueron absolutamente engañados. Y ahora ven que ese cambio era para que ganaran otra vez los que más tienen. Así son las cosas en este país: mientras unos llevan la plata en carretilla, otros la juntan en pala.

 

DANIEL ESPOSITO

 

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