Un hecho trascendente

La semana que pasó, la provincia de La Pampa concretó un acontecimiento singular, acaso de mucha mayor trascendencia que la que se percibe: la inauguración de un parque de paneles solares con capacidad para abastecer de energía a más de 4.000 hogares de la provincia. El hecho concretó el Primer Parque Solar Fotovoltaico de la provincia. Ubicado en el predio del vivero forestal de Victorica, el suceso bien puede considerarse como un hito histórico en lo que hace a la política energética gubernamental pampeana.

El gobernador de la provincia, que presidió el acto, señaló acertadamente que el hecho “ no es una acción individual, alejada de cualquier contexto, tiene que ver con una política de Estado con un objetivo supremo, que es la soberanía energética. Ser dueños de nuestra energía. Poder generar la energía que consumimos".

Acto y palabras tienen una especial significación en tiempos como los presentes, cuando se pretende reducir el Estado a una comparsa sin significación ni trascendencia alguna, solamente útil para el enriquecimiento de las grandes corporaciones y de los avivados de siempre. Con la puesta en marcha del parque generador fotovoltaico, La Pampa se pone a la par de las pocas provincias que incursionan en estas nuevas “tecnologías limpias” que, además, son de condición netamente propia. Para una mejor comprensión de lo que significa el acto, hay que señalar que Argentina está entre los 40 mayores productores de energía solar, que puede conectarse al sistema nacional.

El suceso, como siempre, tiene una doble lectura. Por un lado se advierte la evidencia de nuestra provincia en no quedar retrasada con respecto a las nuevas tecnologías, obligatoriamente amistosas con el medio ambiente de un mundo cada vez más problematizado en ese sentido; por el otro, el comienzo de la concreción de una política largamente pensada en cuanto al autoabastecimiento energético, a menudo condicionado por una provisión de energía sujeta en sus valores a las caprichosas imprevisiones en pro de las grandes corporaciones y, como es habitual, en perjuicio de los sectores populares.

El costo de la obra -alrededor de ocho millones de dólares- también aparece como una inversión a mediano plazo, ya que comenzará a generar ahorro casi inmediatamente, además de dotar de energía segura a una región que comienza a dejar atrás su postergación debida a distintas causas. Además las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, vigentes ya en todos los poblados de la provincia, reclaman esa seguridad energética que los vinculará con el resto de la provincia, el país y el mundo.

En un tiempo en que el poder central de la Argentina desprecia el rol del Estado y brega porque esa actitud se encarne en la población, suenan esclarecedoras y definitorias las palabras con que el gobernador de la provincia cerró el trascendente acto en Victorica: “Con este hecho, desde La Pampa le decimos a todos que el rol del Estado por ideología, por convicción y por la realidad, seguirá siendo el principal sostén de la calidad de vida de cada pampeano y pampeana vivan donde vivan".