Alrededor de un millón de no fumadores mueren cada año por exposición al humo de cigarrillo

La Conferencia Mundial sobre Tabaco o Salud que finalizó el viernes pasado en Sudáfrica tuvo, entre otras actividades, la presentación de la sexta edición del informe "El Atlas del Tabaco", el cual determinó que casi un millón de personas no fumadoras mueren cada año en el mundo debido al humo de cigarrillos ajenos, según publicó el sitio www.docsalud.com.

El mismo trabajo señala que mueren por año 5,1 millones de hombres y 2 millones de mujeres por causas relacionadas con el tabaco, y el 80% de esos fallecimientos ocurren en países subdesarrollados y poco desarrollados.

La página especializada en salud cita a la agencia de noticias EFE donde se informó que el estudio fue llevado a cabo por la Asociación Americana del Cáncer y la organización de salud Vital Strategies. El objetivo del informe, además de aportar datos sobre la gravedad de la problemática, es poner en el centro la intención de las grandes compañías tabacaleras de dirigir sus metas comerciales a los países más pobres y vulnerables ya que allí la regulación es muy poca o inexistente.

Según el sitio web del Ministerio de Salud de la Nación Argentina, "al humo ambiental del tabaco (o humo de segunda mano) se le agregó hace unos años el concepto de humo de tercera mano, que es aquel que describe la invisible mezcla de gases y partículas que permanecen adheridas al pelo y la ropa de los fumadores, a los muebles y a las alfombras o tapizados luego de que el fumador ya ha apagado su cigarrillo".

La cartera ministerial agrega que "estas sustancias incluyen metales pesados, sustancias cancerígenas e incluso materiales radioactivos que pueden permanecer hasta dos semanas después de que se ha ventilado la habitación donde se estuvo fumando. Los niños menores de edad son los más perjudicados por este tipo de humo. Los niños pequeños, sobre todo, pueden tomar contacto o incluso ingerir estas sustancias, especialmente cuando gatean o juegan en el piso".

Asimismo, desde dicho ministerio advierten que "cerrar la puerta de la cocina para fumar o abrir las ventanas NO protege a los niños ni al resto de la familia de los efectos dañinos del humo", y aconsejan que "la única manera de proteger a su familia de los efectos del humo del cigarrillo es declarar su casa y su auto como 100% libres de humo de tabaco".