Cumpleaños sin Micaela

La Ley Micaela la conmemora y recuerda, en un intento certero de neutralizar esos mensajes que coartan cualquier atisbo de vida libre de violencias.

 

VICTORIA SANTESTEBAN *

 

Hoy 9 de agosto cumpliría 27 años Micaela García, víctima de femicidio en 2017. A cinco años de su desaparición física, la lucha colectiva que convirtió su nombre en emblema y ley para la capacitación en género y violencia, ha significado un Estado en continua formación en perspectiva de género, para el refuerzo de su deber de debida diligencia en la prevención, sanción y eliminación de la violencia contra las mujeres.

 

Femicidio.

 

El primero de abril de 2017, en la localidad de Gualeguay en Entre Ríos, Micaela salía de un boliche cuando fue secuestrada por Sebastián Wagner, quien la abusó sexualmente y luego la asesinó. El cuerpo de Micaela fue hallado una semana después, debajo de un árbol en un campo llamado Seis Robles, ubicado a 2,5 kilómetros de la Ruta 12.

 

Wagner confesó haber violado a Micaela y fue condenado a cadena perpetua, mientras que Néstor Pavón -patrón de Wagner- se declaró inocente y manifestó que lo único que hizo fue prestarle el auto. Según Wagner, Pavón también violó a la joven y aseguró que fue quien ahorcó a Micaela, hasta causarle la muerte. Pavón fue condenado por el delito de encubrimiento a cinco años de prisión pero en 2020 se le otorgó la libertad tras entregar una camioneta como alternativa a la caución de 1 millón de pesos que había sido impuesta. Wagner cumple condena perpetua. Tenía antecedentes penales por dos causas por violación y andaba suelto por habérselo beneficiado con libertad condicional, a pesar de los informes interdisciplinarios que desaconsejaban la medida. El juez de Ejecución de Entre Ríos que había beneficiado a Wagner con la libertad condicional en enero de 2016, Carlos Rossi, fue suspendido por mal desempeño en sus funciones en diciembre de 2017. En julio de 2018 el juez fue absuelto y volvió a su cargo en agosto de ese año.

 

Violencia.

 

Aquella decisión jurisdiccional importó violencia institucional, conforme la definición de la ley 26.485, en tanto careció de perspectiva de género al no ponderar los informes técnicos que sugerían la no liberación de Wagner, además de las causas anteriores de violación por las que Wagner se encontraba en prisión. El femicidio de Micaela fue el resultado de una decisión que incumplió el deber de debida diligencia estatal, reforzado en casos de violencia de género conforme nuestra normativa nacional e internacional en la materia. Fue justamente esta falta de perspectiva de género que resultó en femicidio, el impulso de la familia y amistades de Micaela para la sanción de la ley 27.499 que lleva su nombre y exige a todas las personas que se desempeñen en el Estado a estar capacitados en la temática de género y violencia.

 

Ley.

 

La Ley Micaela 27.499 sancionada el 19 de diciembre de 2018 y promulgada el 10 de enero de 2019 establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación. El artículo 10 invita a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a las provincias a adherir, y a la fecha todo el país lo ha hecho. En el caso de La Pampa, la adhesión se realizó por medio de la ley 3175 el 12 de septiembre de 2019 y organismos provinciales especializados en la temática -como es el caso de la Secretaría de la Mujer y de la Oficina de la Mujer y Violencia Doméstica del Poder Judicial - son las dependencias principalmente a cargo de estas capacitaciones. Así, el articulado de la Ley Micaela refuerza lo insistido por la ley 26.485 desde 2009: brindar capacitación permanente, formación y entrenamiento en la temática a los funcionarios públicos y a colegios profesionales (artículo 9).

 

Género.

 

Micaela había salido a bailar, a divertirse y no es casual -como apunta la periodista Luciana Péker- que estos contextos de diversión sean lugares de riesgo para adolescentes y mujeres, que la asistencia a fiestas y boliches tengan desenlaces femicidas: la reacción patriarcal opera sobre las más jóvenes que desenfadadas salen para desafiar los mandatos que todavía oprimen. El mensaje machista para aguar la fiesta reivindica las calles y la diversión como privilegio masculino, y así reacciona ensimismado en no compartir el espacio, con violencia letal de género.

 

La Ley Micaela la conmemora y recuerda, en un intento certero de neutralizar esos mensajes que coartan cualquier atisbo de vida libre de violencias. Para que pisar el espacio público y caminar solas no haga peligrar nuestra integridad, para que la vida de niñas, adolescentes y mujeres deje de correr los riesgos de hoy, en una América Latina en la que cada dos horas se comete un femicidio. La Ley Micaela encarna su espíritu joven y feminista, que militaba soñando con un mundo más justo. Capacitarnos es continuar desde este plano con su lucha amorosa, con el compromiso que nos trasciende.

 

* Abogada, Magíster en Derechos Humanos y Libertades Civiles

 

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