El Argentino con menos pampeanos

Los clubes culturalistas no están en condiciones económicas de afrontar el certamen, que exige una inversión de casi 100 mil pesos para llegar a las instancias finales. En la Liga Pampeana ocurriría lo mismo. Así, podría jugarlo sólo el campeón del Provincial.
El Torneo del Interior de fútbol 2010 contará con menos equipos pampeanos. Las dos ligas de la provincia cuentan con tres plazas cada una para ocupar en este certamen nacional, también llamado Argentino "C", pero en esta oportunidad la mayoría de los clubes le dará la espalda, principalmente por cuestiones económicas, y lo mismo ocurriría con instituciones de otros puntos del país como las sureñas.
En principio, el Consejo Federal extendió ayer oficialmente el plazo hasta el lunes 16 de noviembre (antes estaba fijado para el pasado 30 de octubre) para que cada una de las ligas del país confirme cuántas plazas utilizará en la nueva edición del torneo -que comenzará el domingo 17 de enero de 2010-, pero ante la imposibilidad manifiesta de los clubes, la Liga Cultural, por ejemplo, ya decidió reservar sólo una de las tres plazas que le corresponden. Y esa reserva se hará, en principio, por si alguno de los clubes de esta jurisdicción gana el Torneo Provincial, porque quien lo logre contará con el apoyo del gobierno para afrontar el Argentino.
Pero si ningún elenco culturalista se consagra campeón, es probable que no haya representantes de la Liga en el nacional, aunque igualmente hay un interés concreto de un equipo, All Boys, que aún no lo definió (anoche avanzó en una reunión hecha para tal fin), y que si finalmente decide jugar utilizaría esa plaza que reservará la Liga. Lo mismo ocurriría con la Liga Pampeana, aunque en ese caso aún no se sabe cuántas plazas reservará. Sin embargo, ya desde el año pasado los clubes norteños también se mostraron reacios a jugar este torneo si no cuentan con el apoyo gubernamental, como ocurrirá con el campeón provincial.
Lo cierto es que, a más de dos meses del inicio del torneo, ningún club se anima a decir que sí, porque no sabe cómo llegará a esa fecha. Y así, mientras en 2009 representaron a La Pampa cinco equipos (All Boys y Deportivo Mac Allister de Santa Rosa; Ferro de Pico; Alvear FBC y Ferro de Alvear), en 2010 podría ser sólo uno el pampeano en competencia.
De todas maneras, son muchos los clubes que en principio quieren jugar el certamen nacional, debido a que se juega en una época linda del año y que si logran subir escalones pueden enfrentarse con rivales diferentes a los que tienen durante toda la temporada. "Todos queremos jugarlo, pero la realidad es que es muy difícil afrontarlo", dicen una y otra vez los dirigentes.
Y la explicación a esta situación es bastante simple, porque con el actual sistema de disputa del Argentino, el poco apoyo tanto público como privado y la escasa cantidad de público que va a las canchas, intervenir en esta competencia significa prácticamente endeudar al club, más teniendo en cuenta que la situación económica de las instituciones es bastante precaria en general.
El Torneo del Interior otorga tres ascensos directos al Torneo Argentino "B" y da la posibilidad de otros tres ascensos mediante promociones, pero el camino para lograrlo es muy largo y oneroso, debido a que participan unos 250 equipos de todo el país. En ese contexto, de acuerdo a cálculos hechos por diferentes instituciones, para llegar a una instancia superior con chances de pelear por un ascenso, un club de esta región del país necesitaría invertir entre 70 y 100 mil pesos, teniendo en cuenta el plantel, traslados, alojamiento, costos de arbitraje y seguridad, entre otros gastos que no son fijos, y siempre "cuidando el bolsillo y sin hacer grandes contrataciones".
La otra opción que se manejó, al menos en el ámbito de la Liga Cultural, es formar un equipo de la ciudad que contara con el apoyo de All Boys, Belgrano y Atlético Santa Rosa (los tres interesados en participar), pero con el correr de los días esa idea, que en principio sería como la óptima para esta realidad del fútbol local, fue perdiendo fuerza por los históricos celos y rivalidades que hay entre las instituciones.