"Están los intendentes y un poco se acepta todo"

El árbitro Daniel Pereyra que el domingo fue agredido junto con sus colaboradores durante un partido de la Liga El Caldenal, en la localidad de Conhelo, agradeció el accionar de la policía para que la violencia no haya sido mayor. Los incidentes se generaron cuando restaban pocos minutos para la finalización del partido y los locales perdían 3 a 1 ante Telén, momento en que el público ingresó al campo de juego con la intención de agredir a los colegiados.
Entrevistado por un medio radial, Pereyra recordó que cuando expulsó al delantero local, a los 36 minutos del segundo tiempo por agresión verbal, se complicó todo. "El tema viene después, la policía lo va sacando, sigo con la jugada y en el contragolpe viene el gol de Telén donde se ponen 3 a 1. Ahí se termina de armar el lío", dijo.
El árbitro agregó: "en ese momento, se me viene el arquero (que ya había agredido a otro árbitro anteriormente y al no ser informado como correspondía pudo seguir jugando), saco un poco el cuerpo y lo tengo con la mano hacia un costado. Ahí empezaron a entrar espectadores y gracias a la policía que trabajó arduamente no pasó a algo más grave. En nuestro informe y en la exposición pusimos alrededor de 30 personas, pero tal vez eran más".
Pero eso no es todo, pudo haber sido mucho más grave. Explicó que en esos encuentros, donde se juegan cuatro partidos, "la mayoría llevan un asadito, obviamente hay vino, lo cual en una cancha de fútbol está prohibido, pero bueno...como son ligas de Gobierno, están los intendentes de por medio, un poco se acepta todo eso". Enseguida afirmó que en medio del tumulto "aparecieron dos simpatizantes con armas blancas en las manos, los cuales fueron controlados enseguida por la policía".