Cártamo en la Región Semiárida

El cártamo (Carthamus tinctorius L.), es una especie que ha sido cultivada durante más de 2000 años por sus características tintóreas. Pero además, ha despertado interés en diversos países por su adaptabilidad a diferentes condiciones ambientales y, más puntualmente, por la calidad del aceite de sus semillas. Sin embargo, su difusión aún es inferior a la alcanzada por otros cultivos oleaginosos como el girasol y la colza. En nuestra provincia este escenario productivo no es diferente aunque existen antecedentes de buen comportamiento en la región semiárida pampeana.
Promovido en el país en la década del `60 por el ingeniero agrónomo Guillermo Covas, ex Director del INTA de Anguil, La Pampa, este cultivo no se consolidó lo suficiente en la región. El principal motivo fue el desarrollo del cultivo de girasol que, con la llegada de los híbridos en la década del ´70 y un mercado mayor y firme, terminó por posicionarse mejor.
Un Boletín de Divulgación Técnica de 1965, editado en INTA Anguil, resumía la experiencia surgida donde, ya para entonces, se dejaba constancia de la importancia del cultivo en la provincia de La Pampa: "Ensayos conducidos en la Estación Experimental Agropecuaria de Anguil y varios cultivos en escala comercial totalizando unas trescientas hectáreas, realizados en la campaña agrícola 1964/1965, han puesto en evidencia las grandes posibilidades del cártamo en la región semiárida pampeana".
También conocido como alazor o falso azafrán, el cártamo es una planta anual, parecida a los cardos y adaptado a climas cálidos y secos. A principios de la década del ´60 se introdujeron al país distintas variedades de cártamo. En 1964, el INTA Anguil importó semillas de la variedad US 10, que junto con Gila fueron las más difundidas por la institución. La variedad Nebraska 10 fue la más productiva en Anguil, seguida por Gila y US 10, que mostraron resistencia a la podredumbre de la raíz.

Investigación.
El INTA también desarrolló trabajos de mejoramiento genético cuya finalidad fue obtener materiales con resistencia al frío, mayor rendimiento y alto contenido oleico. Otra línea de trabajo planteada por Covas en 1976 fue la obtención de un cultivar con buena capacidad de rendimiento de semilla y aceite que careciera de los aguijones que en el sector de las cabezuelas dan a esta planta un carácter agresivo, que dificulta su eventual utilización como planta forrajera. La variedad obtenida con estas características se la identificó como Don Ubaldo INTA.
Asimismo, trabajos realizados en 1990 en INTA Anguil, por Dreussi y Traverso, determinaron diferencias de rendimiento, con variaciones en la fecha de siembra y se comprobó que los materiales de mejor rendimiento no siempre poseían altos contenidos de aceite en la semilla. En cuanto al control de malezas, el Ing. Agr. Nicasio Rodríguez realizó numerosos trabajos a fin de determinar las alternativas de control de las mismas. Por su parte, el Ing. Agr. Alberto Quiroga llevó a cabo trabajos en cártamo, comparando siembra directa con convencional. Asimismo, el Lic. Julio Ves Losada, realizó muestreos periódicos para detectar qué insectos dañaban el cultivo.

Producción.
Originario de la India, hoy el cultivo de cártamo está extendido por todo el mundo. A nivel mundial, es considerada una oleaginosa de importancia secundaria. Se cultivan alrededor de 1.300.000 has. de las cuales India, Estados Unidos y México tienen la mayor relevancia. La participación de la Argentina en el ranking de países productores es poco significativa con apenas un 1,8%. En la actualidad se lo cultiva en Salta, Santiago del Estero y Chaco. En cuanto a producción de aceite de cártamo, los mejores posicionados en el mercado internacional son México, India y Estados Unidos. Siguen Etiopía, Kazakhstan, China, Argentina, Australia.
En 2007, la superficie sembrada con cártamo en Argentina fue de 44.100 hectáreas; la superficie cosechada de 44.100, con una producción en toneladas de 33.490 y un rendimiento de 759 kg.ha.
Según informaba oportunamente la Secretaría de Agricultura Ganadería Pesca y Alimentación, para el 2007 existían en el país 5 plantas aceiteras con capacidad para procesar semilla de cártamo. Las mismas se radicaban en la provincia de Buenos Aires, dos en la provincia de Santa Fe, una en Entre Ríos y la última en la provincia de Córdoba.

En INTA Anguil.
Resultados parciales de los ensayos realizados en INTA Anguil muestran rendimientos de semilla de entre 1500 y 2500 Kg./ha y un contenido de materia grasa que supera el 40%. Algunos cultivares linoleicos utilizados poseen un contenido superior al 70% de ácido graso en la semilla.
Técnicamente, el cártamo es una planta que se adapta a suelos poco fértiles, a diferentes climas y necesita poca agua, por lo que es una especie altamente adaptada a condiciones de aridez, lo que la convierte en una especie rústica con potencial en la región semiárida pampeana, subhúmeda pampeana y valles irrigados de la Patagonia Norte. Además, puede ser sembrado y cosechado con los mismos equipos usados para los cereales de "fina". Puede cultivarse en una secuencia con trigo y utilizar la misma maquinaria para su cosecha. Posee buen comportamiento en siembra directa y un valor de mercado asociado al precio de girasol, entre otros.

Posibles usos.
Tradicionalmente, el cultivo fue utilizado por sus flores -que eran destinadas a la industria del colorante (amarillo y rojo)-, y de especias, especialmente antes del abaratamiento y disponibilidad de la anilina, y en medicinas. Cabe decir que desde 1950 a la fecha, la planta se cultiva, principalmente, para aceite vegetal comestible extraído de sus semillas. También se produce jabón, harina de extracción y alimento para pájaros, también como alternativa para la producción de biocombustibles. El aceite de cártamo se usa en pinturas en lugar de aceite de linaza, particularmente con el blanco, ya que no da el tinte amarillo que posee la linaza.
Como cultivo oleaginoso, produce un aceite comestible de alta calidad, el valor de mercado del cártamo es idéntico al del girasol con bonificaciones por materia grasa. En nutrición es similar al aceite de girasol. Muy usado como aceite de cocinar, en ensaladas y para producir margarinas. Es consumido también como suplemento nutricional. Las flores de cártamo se usan ocasionalmente en la gastronomía como un sustituto barato del azafrán. También sus semillas se usan comúnmente como alternativa a las semillas de girasol en la alimentación de aves y mamíferos.

Mercado.
Tecnológicamente, no existen respuestas a todos los interrogantes, pero el interés de la industria oleaginosa de la región (aparición del mercado en el sur del país) y el de muchos productores incentivan a continuar con las pruebas del cultivo.
La misma publicación técnica del INTA afirmaba que "durante el corriente año (1965) el interés de los agricultores de la región se ha traducido en una activa demanda de semilla de esta oleaginosa, no siendo aventurado vaticinar que dentro de pocos años el cártamo será uno de los principales cultivos de cosecha en la provincia de La Pampa".
Agregaba la publicación que "la productividad y seguridad de producción del cártamo, su corto ciclo vegetativo, la facilidad de siembra y cosecha, el valor de la producción tanto del aceite como de la torta, hacen que las posibilidades de este cultivo en la región semiárida pampeana sean altamente promisorias, con el agregado de que puede dar origen a una próspera industria aceitera y de derivados del aceite (jabones, cosméticos, pinturas, etc.) de amplias perspectivas para la región". Se abrían ya para entonces potenciales nichos de mercado que, además de productivos, se constituían en alternativos. (Más información: ing. agr. María Lang, mlang@anguil.inta.gov.ar Tel.: 02954-495057)

Lic. Luz Lardone
EEA Anguil "Ing. Agr. Guillermo Covas", INTA.