Campeón hay uno solo

Alvear FBC se quedó ayer con la llave pampeana del Torneo del Interior de fútbol, al ganarle como local por 2-1 a All Boys de Santa Rosa, en un partido que tuvo una gran intensidad y que se definió en tiempo de descuento, y que fue revancha del 2-2 que se había dado en la capital provincial. Lucas Canciani en dos ocasiones para el dueño de casa, y Mauro Barreiro para la visita, fueron los autores de los goles.
Con este resultado, el Azul, campeón de los últimos dos provinciales, quedó como el único representante pampeano y se clasificó a los cuartos de final por un ascenso al Argentino "B". En la próxima instancia, en la que quedan ocho equipos que buscarán subir de categoría, se enfrentará con Once Corazones de Indio Rico, Buenos Aires (ver aparte).
Anoche, Alvear FBC comenzó a manejar mejor la pelota, porque Formigo tuvo el criterio suficiente en el arranque y porque Canciani ayudaba con su movilidad patrullando todo el sector. En esos minutos en que hizo mejor pie, llegó el primer gol del partido: un arranque furioso de Rosiere por el callejón central, apertura para Julio Gómez y centro preciso al punto del penal para que Canciani, a la carrera, le pegara con justeza a un palo para el 1-0.
A partir de allí, por todo lo que proponía Saffeni, por la tarea de Bello y lo que aportaba Barreiro, All Boys equilibró todo y decidió pisar terreno contrario. El conjunto alboyense se hizo dueño de esos pasajes, pero se encontró con la figura del arquero Raúl Alomo, que le tapó un cabezazo a Vassallo y, minutos después, un mano a mano al propio Saffeni.
All Boys siguió buscando, y cuando Barreiro podía sacarse de encima la marca pegajosa de Bertaina, todo era más claro para el conjunto de Sauro. Un tiro libre del "Tapón" encontró, otra vez, la respuesta del golero, que apareció cuando tenía que aparecer.
Alvear FBC, mientras tanto, empezó a encontrar el camino con Díaz y el quiebre con Rosiere, tratando de aprovechar algunos espacios que quedaban de tres cuartos de cancha hacia arriba. Así, el primer tiempo fue un juego de ida y vuelta que se consumió rápidamente, y que dejó mucha tela para cortar después del descanso.

Sobre el final.
A la vuelta de los vestuarios, Alvear FBC, más concentrado que su rival, volvió a poner en aprietos a Bartel, pero el disparo del 'Palomo' Gómez castigó en la parte exterior de la red. Después, el golero alboyense perdió una pelota arriba y ni Rosiere ni Gómez pudieron aprovechar la ocasión.
El Azul dejó pasar esas ocasiones propicias y All Boys, otra vez, comenzó a escalar rumbo a Alomo. Sauro movió el banco buscando más frescura en el ataque y, finalmente, le dio réditos. La tensión fue creciendo, y el sector medio era sólo de tránsito, porque Alvear FBC buscaba liquidar y All Boys se arrimaba para el premio. Y a los 30' la visita logró lo que buscaba, aprovechando uno de los tantos centros cruzados desde la derecha: por el medio ingresaron Jeremías Lucero y Mauro Barreiro, pero fue el mediocampista el que tocó el balón finalmente, para lograr el 1-1.
Ese cuarto de hora final fue a puro nervio, a pura suerte y verdad. Nadie regalaba nada, pero los dos querían todo. Gómez, de cabeza, arañó el ángulo superior derecho; mientras que Barreiro, del otro lado, midió un disparo que se fue pegado a un poste.
Parecía que ninguno de los dos quería los penales. Y no hubo penales. Porque a los 46', de un tiro de esquina, llegó la explosión: una pelota de esas en que puede pasar cualquier cosa cayó al punto del penal, y Canciani, casi de espaldas al arco, estiró el pie y con el taco cambió la trayectoria sorprendiendo a Bartel.
Se jugaron tres minutos más. Vassallo buscó con un último toque de cabeza sin suerte, hasta que el árbitro Ghitto, de impecable labor, pitó el final. Fue una revancha para romperse las manos aplaudiendo la actitud de unos y otros. Un duelo temerario de dos grandes del fútbol de La Pampa. La alegría quedó en el norte. El pasaje a la otra instancia era de color azul.