Familiares de Lucía Tartaglia se extrajeron sangre

La mamá y una hermana de Lucía Tartaglia cumplieron ayer con el trámite de extraerse sangre en el Hospital Lucio Molas, muestras que serán comparadas con los estudios genéticos de los restos óseos de personas que localizó el Equipo Argentino de Antropología Forense.
La omisión de la Secretaría de Derechos Humanos del gobierno provincial, que no avisó a los familiares de Lucía que debían cumplimentar esa diligencia desató la bronca de los familiares de la joven pampeana desaparecida y asesinada durante la última dictadura militar.
Precisamente los familiares accedieron a conocer que debían realizarse esa extracción de sangre por una comunicación de dos antropólogas del EAAF. Al no serles comunicada la información por la Secretaría de Derechos Humanos -que cajoneó durante un año los formularios para ese trámite-, los familiares de Tartaglia expresaron sentirse "traicionados" y enviaron una dura nota al gobernador Oscar Mario Jorge pidiendo explicaciones de lo sucedido y dando cuenta de su enojo.
María y Graciela Tartaglia, madre y hermana respectivamente de Lucía, fueron las familiares que accedieron a extraerse sangre en el Hospital Lucio Molas.
Hubo pedidos de disculpas de Rubén Funes, el secretario de Derechos Humanos, y también el gobernador señaló que iban a pedir explicaciones al funcionario.
Funes, quien fue inhallable para los periodistas, sostuvo a modo de excusa que el programa de recolección de muestras de sangre que lleva adelante el Equipo de Antropología Forense tuvo amplia difusión en medios de comunicación de nuestra provincia y también del país.

“Se cumplió con un aviso masivo”
Oscar Gatica, molesto porque su nombre apareció en los diarios acompañado por el término “traición”, habló con Radio Noticias sobre la polémica abierta con la familia Tartaglia. Aclaró que lo hacía desde lo personal y como director de Coordinación Institucional de la Secretaría de DDHH.
“Fue una omisión involuntaria no haberle comunicado a la familia Tartaglia que existía una campaña nacional, fundamentalmente a doña María que es con quien siempre he tenido comunicación y una vinculación muy estrecha”, explicó el funcionario.
“En noviembre del año pasado llamamos a una conferencia de prensa y junto con la gente de Salud Pública, se informó del lanzamiento de la campaña nacional del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para la identificación de víctimas de desaparición forzada entre los años 74 y 83. En Santa Rosa, el centro de toma de muestras de sangre es el hospital Lucio Molas y el Gobernador Centeno en General Pico”.
Esa campaña es consecuencia de un acuerdo tripartito entre el EAAF, el Ministerio de Salud nacional y la Secretaría de DDHH de la Nación. En cada provincia, la oficina de derechos humanos, junto a Salud, la implementaron siendo la repartición de DDHH depositaria de las planillas que debían retirarse para las muestras y acordar el turno correspondiente.
“El compromiso institucional era el lanzamiento de la campaña masiva, la EAAF no mandó una planilla para que la familia Tartaglia pidiera el turno, se hiciera el examen y que nosotros nos olvidamos”, aclaró Gatica.
“Fue una omisión involuntaria por la relación personal que tenemos con doña María (Tartaglia), que en mi caso debería haber tenido la deferencia de avisarle el lanzamiento de la campaña, éste es el error que asumo, pero no se le avisó a ninguna familia porque eso no estaba previsto institucionalmente, sí en hacer un anuncio masivo”.
El director dijo que “11 familiares (de desaparecidos) que fueron a la Secretaría, retiraron las planillas, se hicieron las extracciones y se remitieron las muestras de sangre al EAAF”.
“Todo esto me duele, porque todos saben de mi vinculación personalísima por el caso de Lucía Tartaglia, no empecé a hablar de Lucía en 2003 ó 2004. Mi hija Lucía Victoria, que va a cumplir 19 años, se llama así por Lucía Tartaglia y la invité a doña María Tartaglia para el bautismo”.
“Me duele que alguien de la familia Tartaglia, no doña María, diga las cosas que dice sobre mi persona. No sé si esto tiene alguna implicancia de tipo político, eso pasa a un segundo plano, pero me duele como Oscar Gatica, como militante peronista de toda mi vida, el que la conoció a Lucía y que compartió con ella algunas reuniones donde por asistir se ponía en riesgo la vida”, agregó el director de DDHH.