Homenaje al Cacique Pincén

Tedeum.
Como es tradición, las autoridades caminaron desde allí hasta la Catedral donde se llevó adelante el Tedeum. En primera fila, Jorge y Larrañaga presenciaron el oficio religioso que estuvo a cargo del sacerdote Gerardo Cabezas. Luego, la actividad continuó con el depósito de ofrendas florales al pie del mausoleo que guarda los restos del fundador de la ciudad, Tomás Mason.
A las 11, se entregaron reconocimientos a los empleados públicos municipales y del Concejo Deliberante que cumplieron 15 y 25 años de servicio y al personal que está en condiciones de acogerse a los beneficios de la jubilación. Antes de la entrega de reconocimientos, el intendente Larrañaga agradeció el trabajo a todos los empleados. "Es un honor para mí reconocerlos porque todo nuestro esfuerzo no es posible sin su aporte", agregó.

Colectividades.
Por la tarde, en la casa-museo de la Reserva Natural Urbana La Malvina, fue inaugurada una muestra denominada "121° Años de Historia e Identidades", de la que participaron representantes de distintas colectividades y pueblos originarios de nuestra ciudad, entre los que se encontraban el Centro Vasco "Zelaiko Euskal Etxea", la Asociación de Alemanes del Volga, la Asociación Hispano Argentina, la Asociación Descendientes de Alemanes en La Pampa, Asociación Arabe de La Pampa, el Centro Trentino de la Pampa, la Asociación Israelita de La Pampa y representantes de la Comunidad Ranquel de nuestra provincia.
En la oportunidad, estuvieron presentes el viceintendente Baraybar y los secretarios de Gobierno, José Sevilla; Desarrollo Local, Mauricio Marquez, y Desarrollo Social, Miriam Vallejos, entre otros funcionarios y concejales. Durante la muestra, las colectividades ofrecieron sus danzas, trajes y comidas típicas, junto a elementos característicos de cada grupo.

Monumento.
A las 17.15, la rotonda de Luro y Edison reunió a un grupo numeroso de personas que se acercaron a participar del acto inaugural del monumento al Cacique Pincén, una obra realizada en metal por el escultor Rubén Schaap. Los oradores fueron el intendente Larrañaga y los representantes de las comunidades de los pueblos originarios, Oscar Guala, Natividad Cabral, María Inés Canuhé y Diana Oliva.
El acto contó con la presencia de algunos de los descendientes de Pincén, quienes llegaron de General Pico. El jefe comunal afirmó que el monumento era una "reparación histórica para un antiguo gobernante de las pampas". Guala lo consideró una reivindicación histórica para el pueblo ranquel. "Se merecía ser reconocido", dijo Canuhé, quien celebró también el cambio de nombre de la avenida Roca, ahora denominada San Martín Oeste.
Luego de los discursos, Natividad Cabral invitó a los presentes a caminar alrededor del monumento hasta completar cuatro vueltas en el sentido contrario al de las agujas del reloj. Así, el intendente y sus funcionarios, la vicegobernadora Norma Durango, legisladores, concejales, funcionarios, miembros de los pueblos originarios y el público que se acercó a la rotonda cumplieron con el ritual.

Teatro.
Al acto en la rotonda debía asistir Osvaldo Bayer pero el vuelo que trajo al escritor tuvo un retraso considerable y su arribo a la ciudad se produjo a las 18.30. El historiador se lamentó por no haber estado pero sí dijo presente en el Teatro Español, donde la figura de Pincén fue el centro de una noche que reunió historia, música y poesía. Apenas fue visto por el público, Bayer recibió un caluroso aplauso que se repetiría más de una vez en la velada.
El maestro de ceremonias, Ernesto Del Viso, fue el encargado de hilvanar cada uno de los actos previstos para la noche, luego que Larrañaga entregara a Bayer la resolución por la cual fue declarado Huésped de Honor de la ciudad. El Yacomuzzi Trío, con la Huella de Ida y Vuelta; la poeta Pilar Ramos, con una pieza de su autoría, denominada "Atalivar"; la palabra de Daniel Pincén, descendiente del cacique; el relato de José Carlos Depetris, sobre la vida de Pincén; la música de la salteña Micaela Chauque; la guitarra de Indio Fernández y, por último, la charla de Bayer, sobre Pincén y el genocidio cometido por el Estado argentino contra los pueblos originarios en la denominada "Conquista del Desierto".

Una calle que ya existe
La iniciativa del monumento al cacique estuvo acompañada por un proyecto para cambiarle el nombre a un tramo de la avenida Luro -desde El Mate hasta la rotonda sur- y reemplazarlo por el de Pincén. Sin embargo, en la ciudad ya existe una calle con ese nombre. Tiene una extensión de diez cuadras, está ubicada bien al norte y corre en forma tranversal entre la ruta nacional 35 y Stieben. La propuesta oficial apunta a algo similar a lo que ocurrió con la avenida Roca, que pasó a llamarse San Martín Oeste entre la plaza y la laguna.

La palabra de Osvaldo Bayer
El escritor Osvaldo Bayer celebró la colocación de un monumento al Cacique Pincén en nuestra ciudad. El escritor e historiador se lamentó de no haber podido participar del acto en la rotonda de la avenida Luro por un retraso en el vuelo que lo trajo a La Pampa. “El avión de Aerolíneas, desgraciadamente, nos tuvo desde las 11 en el aeropuerto, recién llegamos a las 19 y nos perdimos el acto que yo tanto quería estar, con el cual soñé desde que nací”, dijo.
Bayer dialogó con la prensa minutos antes de participar del acto en el Teatro Español donde brindó una breve charla sobre la historia del genocidio sufrido por los pueblos originarios sobre finales del siglo XIX. El intelectual es el máximo referente del plan de desmonumentalización del General Julio Argentino Roca, que propone eliminar todos los homenajes al militar que encabezó la denominada “Conquista del Desierto”, por la cual fueron asesinados miles de indígenas.
“Pincén fue el hombre ‘puro coraje’ que defendió su tierra. No cometió ningún pecado y así le fue... Estuvo prisionero en (la isla) Martín García casi una década y después murió no se sabe dónde, porque estuvo de una estancia en otra estancia y se lo hizo trabajar tremendamente como viejo en la isla Martín García. Cosas del General Roca... Pero lo bueno es la fidelidad, porque siempre puso la cara y defendió a todos sus congéneres. Ha sido uno de los mejores caciques que ha pasado a la historia. Por eso está muy bien que acá en Santa Rosa le hayan levantado un monumento”, sostuvo.
Durante el acto en el teatro, Bayer fue declarado Huésped de Honor de Santa Rosa y recibió presentes de parte de los integrantes de las distintas comunidades de pueblos originarios de la provincia. El autor de La Patagonia Rebelde, también se refirió a Roca como un dirigente que no solo persiguió y reprimió a los pueblos originarios sino también a los trabajadores anarquistas que encabezaron las luchas obreras por la instauración de la jornada de ocho horas de trabajo.

Descendientes del cacique estuvieron el los actos
Los familiares de Pincén, llegados de General Pico, algunos, y de Buenos Aires, otros, estuvieron en los actos por el aniversario de Santa Rosa, en los cuales la figura del cacique nacido en Caruhé fue central. Daniel Canhué, ingeniero en Recursos Naturales, egresado de la UNLPam, radicado actualmente en Buenos Aires, fue el encargado de leer en el Teatro Español, por la noche, una carta de Luis Eduardo Pincén, lonko de la comunidad Vicente Catrunau Pincén.
En el texto, el líder explicó que su comunidad viene trabajando desde hace tiempo en la recuperación de la cultura y la espiritualidad de su pueblo y solicitó que al monumento de la avenida Luro se le agregue un jaguar, puesto que el nombre Catrunau significaba "cazador de jaguares". El cierre del escrito leído por Daniel Pincén expresaba los deseos del lonko de que las personas puedan vivir en comunidad en un mundo que respete las diferencias.
A la tarde, al finalizar el acto en la avenida Luro, LA ARENA dialogó con otros descendientes de Pincén, Sebastián y Joaquín, hermanos de Daniel. Los tres son choznos del antiguo gobernante de las pampas. Los dos primeros llegaron a Santa Rosa desde General Pico, donde reside buena parte de la familia.
"Este es el reconocimiento a un pueblo que siempre existió, siempre estuvo", dijo Sebastián, quien trabaja en un comercio piquense. El es el mayor de cinco hermanos, entre los cuales falta mencionar a Maximiliano, quien está en el liceo militar en Buenos Aires, y María del Luján, quien cursa estudios secundarios en Pico, al igual que Joaquín.
Sebastián explicó que su abuelo, Rubén Pincén, huérfano, fue adoptado por la familia Lazo, de General Pico. Cuando lo anotaron en la primaria, sus padres adoptivos gestionaron su partida de nacimiento en Trenque Lauquen y allí supieron que su padre, José Pincén lo había reconocido. De esa historia nació la inquietud de él y su hermano Daniel de averiguar sus orígenes hasta reconstruir el árbol genealógico desde 1878 hasta hoy.
El chozno de Pincén dijo que los pueblos originarios están integrados y remarcó que en el acto no había ni mapuches, ni ranqueles, ni tehuelches, sino el pueblo de La Pampa, donde todos nacieron y se criaron. "Esto es el inicio de algo grande, es un reconocimiento histórico. Es una gran felicidad contar con una escultura tan bonita y colocada en un lugar estratégico", afirmó.