Falleció Pocho Hernández

En la mañana del pasado lunes falleció en esta ciudad Orlando Enrique Hernández. Conocido por todos como “Pocho”, apelativo que le ganó a sus nombres de pila, fue una persona que perteneció al más pintoresco grupo de muchachos de los ‘70/’80 y ‘90.

 

Supo mezclar en su vida la política –como fiel escudero del doctor Ismael Amit--, con el fútbol, los caballos y sus amigos. Muchísimos amigos. Era un conversador de verba inagotable, simpático y querible.

 

Fue jugador de fútbol integrando alguna vez un gran equipo del Club San Martín, que era comandado por el profesor Horacio González; y después que dejó la práctica el turf resultó una de sus grandes pasiones. Llegó a tener caballos que él mismo cuidaba y ponía en la pista a competir.

 

En el diario La Capital.

 

En los años ‘80, el doctor Ismael Amit --líder indiscutido del Mofepa, que en ese tiempo tenía mucho peso en la provincia--, lo envió como su representante para comprar el Diario La Capital.

 

Había elecciones en ciernes y el Movimiento Federalista Pampeano se preparaba para esa contienda, y para eso necesitaba apoyarse en un diario propio para difundir sus propuestas.

 

La Capital, por entonces constituida en sociedad anónima --después de haber sido manejado por una Cooperativa de empleados que había conseguido su continuidad--, cambió de manos, y precisamente Pocho Hernández iba a ser el bastonero de esa operación.

 

Así quedó como administrador del diario, y fue manejando la editorial y las finanzas durante algún tiempo junto a algunos compañeros, hasta que emprendió solo el camino que conducía al acto eleccionario de 1983.

 

“Pocho fue generoso y sensible con los compañeros, pero duro y exigente con los demás”, lo recordó por estas horas Nelson Nicoletti, que ejerció en un momento la dirección del que era el diario decano de la provincia.

 

Cuando las urnas dieron su veredicto con el triunfo de Rubén Hugo Marín, y la debacle del candidato que apoyaba La Capital, Ricardo José Telleriarte –quedó tercero en la elección--, el diario cerró definitivamente sus puertas.

 

Con el paso del tiempo los bienes del matutino se fueron vendiendo, pero siempre quedó la duda de dónde había quedado la colección. Un material sumamente valioso porque era la historia misma de la provincia, ya que La Capital había sido fundada en General Acha, capital pampeana en ese momento, para luego trasladar su sede a Santa Rosa.

 

Una parte de esa colección está en el Archivo Histórico Provincial, y otra había quedado en manos de quien fue el último administrador del diario. Pocho la atesoró hasta ahora, y habrá que ver que destino tiene tan importante material.

 

El deceso.

 

Esta semana, a los 75 años, después que su salud se fuera deteriorando en los últimos meses, se produjo el deceso de Pocho Hernández, que enluta a la enorme familia que conformaban con su esposa Olga, sus hijos Laura, Lili, Sandra, Danilo y Gabriela; sus nietos y su bisnieta.

 

Pero además consterna a un amplio círculo de amistades que supo granjearse con su modo de ser, y su personalidad siempre bien dispuesta para la charla larga y amena.

 

Sus restos descansan en el cementerio parque de la ciudad.