Para ir a la Capital habrá que pagar dos peajes más en la 5

Con el correr de los días y a medida que avanza el proceso de privatización de las rutas argentinas, se van conociendo detalles de lo que ese proceso implicará para la Ruta Nacional 5, en el tramo que une la ciudad bonaerense de Luján con Santa Rosa. Por lo pronto, los datos no son alentadores, pues de acuerdo a un artículo publicado en el sitio Letra P, se prevé que los peajes subirán hasta 1.746 % y las obras de ampliación serán mínimas.

Luego de la concesión de la autovía del Mercosur y el puente Rosario-Victoria, los tramos que siguen son dos: Sur-Atlántico–Acceso Sur, de 1.325 kilómetros, que abarca la autopista Ricchieri–Ezeiza–Cañuelas y las rutas nacionales 3, 205 y 226, y el que más interesa a quienes viven en el centro y sur de la provincia de La Pampa, que consiste en los 546 kilómetros de la RN 5 que unen a la capital pampeana con Luján.

El fuerte incremento en los peajes se daría por la combinación de dos factores: los valores tope de peajes fijados para las dos licitaciones en curso -entre 54% y 215% más altos que los valores vigentes- y el agregado de nuevas estaciones de peaje, que en el caso de la Ruta 5 sumará dos más a las tres ya existentes.

En la actualidad, entre Santa Rosa y Luján, los autos pagan tres peajes de 1.300 pesos en Trenque Lauquen, 9 de Julio y Olivera. Respecto de estas tres cabinas hay una diferencia sustancial: las dos primeras son sobre una ruta donde el carril ascendente y descendente no tienen ninguna separación física, más allá de la línea de demarcación horizontal, mientras que la tercera, se ubica pasando la ciudad de Mercedes, es decir, ya en el tramo en que la Ruta 5 se convierte en autopista.

Volviendo a la tarifa, el peaje que ahora es de 1.300 pesos, ahora tendrá un tope 4.100 -es decir que la empresa concesionaria podrá aumentar el precio hasta ese techo-, con el agregado que se sumarán dos cabinas nuevas en Lonquimay y Gorostiaga (localidad bonaerense ubicada entre Chivilcoy y Suipacha). Quienes viajen a Capital Federal, deberán luego abonar los peajes ya existentes sobre el Acceso Oeste (Ruta 7) y la Autopista 25 de Mayo.

A pesar del persistente reclamo de entidades civiles como la agrupación Autovía Ya, las mejoras más significativas que se prevén en los pliegos están previstas recién a partir del sexto año e incluyen la conversión en autopista de dos tramos que no incluyen la RN5: la RN3, entre Gorchs y Las Flores, y la RN205, entre Cañuelas y Lobos. El resto de los trabajos detallados en los pliegos gira en torno a repavimentaciones, adecuación de intersecciones, instalación de semáforos y construcción de rotondas y pasarelas.

Por otra parte, a pedido de empresas interesadas en el negocio, el Gobierno flexibilizó los plazos iniciales para reparaciones y mantenimiento, lo que resultó en que las concesionarias no tendrán obligación de realizar tareas de conservación de obras, sistemas de desagüe y alumbrado durante el primer año posterior a la adjudicación. Además, tendrán seis meses para cortar pastos, reparar alambrados y poner en funcionamiento semáforos e infraestructura básica.