Una ruta que se sufre pero una fauna que se disfruta
La soledad del camino en determinados momentos regala momentos invaluables que permanecerán en la memoria de aquellos afortunados que lo transitaron y lo vivieron en carne propia.
Y, el territorio pampeano, no está ajeno a todo tipo de situaciones que resquebrajan muchas veces la quietud de un camino que por momentos se torna aburrido y monótono.
Una curiosa postal vivió el conductor de un vehículo que transitaba por uno de los pocos tramos de asfalto que tiene la Ruta 232 en territorio pampeano muy cerca de la laguna La Amarga.
El conductor, en pleno andar, observó un ejemplar de ñandú que corría en plena ruta bajo un intenso sol reflejado con brillo sobre el pavimento.
No dudó ni un segundo el automovilista en tomar su celular para grabar la secuencia que después le compartió a sus familiares y amigos y cuyo video llegó a la redacción de LA ARENA.
El conductor aprovechó el tiempo para filmar el animal siempre desde atrás por lo que en ningún momento lo pasó. Un claro ejemplo que si bien la ruta se sufre, por su estado, también se disfruta el paisaje.
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