Marín y Verna se reunieron y dejaron afuera al gobernador
Redacción 20/08/2009 - 02.18.hs
"La reunión fue mano a mano, y lo que hablaron solamente lo saben ellos". Esta es la síntesis que hicieron del encuentro Verna-Marín allegados a ambos referentes del peronismo pampeano.
El encuentro entre Carlos Verna y Rubén Marín tuvo lugar en General Pico, durante la mañana del martes. Llamativamente, y pese al pedido público de Marín de que también participara el gobernador Oscar Mario Jorge, la reunión fue protagonizada exclusivamente por el líder de Plural y el de Convergencia, a tal punto que anteanoche el mandatario provincial no estaba al tanto de la "cumbre" cuando LA ARENA le preguntó al respecto a su regreso de Buenos Aires donde fue recibido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
"Sin dudas que la ocasión sirvió para limar algunas cuestiones personales", indicó una fuente vernista. Obviamente, aludía a los años de desencuentro entre Verna y Marín, enfrentamiento que se remonta a la época en que el primero se desempeñaba como intendente de General Pico y ya evidenciaba su intención de independizarse del entonces gobernador.
Luego, Verna fue senador y ahondó la brecha con Marín cuando vio abortada su intención de llegar a la titularidad del Ejecutivo provincial producto de la re-reelección del trenelense, incluso fue acusado de "traidor" al peronismo por haber jugado en contra de esa posibilidad durante la campaña para la asamblea de constituyentes de febrero de 1999.
En 2003, Marín se ve en la obligación de postergar la aspiración de sus delfines Oscar Jorge, César Ballari y Heriberto Mediza, y contra su voluntad debió aceptar la precandidatura a gobernador de Carlos Verna. Pesó en esa decisión la advertencia del piquense de que en su pago no iba a ganar el peronismo si presentaba otro candidato que no fuera él.
Verna superó la interna que le planteó Santiago Giuliano y fue candidato y gobernador. Semanas antes de las elecciones de octubre de 2003, se lo vio por la pantalla de Canal 3 junto a Rubén Marín. Fue en una puesta en escena propagandística, en plena campaña electoral, donde ambos simularon un diálogo amistoso.
En 2007, la llamada "Liga de Intendentes Peronistas" devino en la línea Plural que le plantó batalla al marinismo de Convergencia, al que derrota en las elecciones internas de julio de ese año. Eso derivó en la renuncia de Marín al Consejo Provincial del PJ y el ascenso de Verna como jefe máximo del peronismo pampeano, aunque por poco tiempo, porque en marzo de 2008, en medio de la tormenta desatada por la gestión Tierno en la Municipalidad de Santa Rosa, también renunció a la conducción partidaria.
En 2009, previo al comicio legislativo nacional del 28 de junio, el vernismo le ofreció a Convergencia integrar la lista de candidatos, pero el primer lugar en la lista de diputados nacionales no satisfizo a Marín, quien demandó una reivindicación de su persona y encabezar la nómina para senadores, lugar que Verna ya se había asignado.
Pasó esa elección, que el peronismo ganó por escasa diferencia de votos con respecto al Frepam. La diáspora peronista le restó 30 mil votos al PJ y se encendió la luz roja. El 1ª de agosto, en el Congreso Provincial peronista realizado en el Club Costa Brava de General Pico, y cuando ya se extinguían las voces acaloradas de los dos principales facciones peronistas, Carlos Verna lanzó el convite: "Rubén, hacete cargo de la presidencia del partido".
Diecisiete días después, en la misma localidad norteña, Verna y Marín volvían a encontrarse. "Lo que sabemos es que se pusieron de acuerdo en avanzar hacia la unidad partidaria y una vez finalizada la reunión ambos partieron hacia Buenos Aires", informó un colaborador del senador.
El encuentro entre Carlos Verna y Rubén Marín tuvo lugar en General Pico, durante la mañana del martes. Llamativamente, y pese al pedido público de Marín de que también participara el gobernador Oscar Mario Jorge, la reunión fue protagonizada exclusivamente por el líder de Plural y el de Convergencia, a tal punto que anteanoche el mandatario provincial no estaba al tanto de la "cumbre" cuando LA ARENA le preguntó al respecto a su regreso de Buenos Aires donde fue recibido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
"Sin dudas que la ocasión sirvió para limar algunas cuestiones personales", indicó una fuente vernista. Obviamente, aludía a los años de desencuentro entre Verna y Marín, enfrentamiento que se remonta a la época en que el primero se desempeñaba como intendente de General Pico y ya evidenciaba su intención de independizarse del entonces gobernador.
Luego, Verna fue senador y ahondó la brecha con Marín cuando vio abortada su intención de llegar a la titularidad del Ejecutivo provincial producto de la re-reelección del trenelense, incluso fue acusado de "traidor" al peronismo por haber jugado en contra de esa posibilidad durante la campaña para la asamblea de constituyentes de febrero de 1999.
En 2003, Marín se ve en la obligación de postergar la aspiración de sus delfines Oscar Jorge, César Ballari y Heriberto Mediza, y contra su voluntad debió aceptar la precandidatura a gobernador de Carlos Verna. Pesó en esa decisión la advertencia del piquense de que en su pago no iba a ganar el peronismo si presentaba otro candidato que no fuera él.
Verna superó la interna que le planteó Santiago Giuliano y fue candidato y gobernador. Semanas antes de las elecciones de octubre de 2003, se lo vio por la pantalla de Canal 3 junto a Rubén Marín. Fue en una puesta en escena propagandística, en plena campaña electoral, donde ambos simularon un diálogo amistoso.
En 2007, la llamada "Liga de Intendentes Peronistas" devino en la línea Plural que le plantó batalla al marinismo de Convergencia, al que derrota en las elecciones internas de julio de ese año. Eso derivó en la renuncia de Marín al Consejo Provincial del PJ y el ascenso de Verna como jefe máximo del peronismo pampeano, aunque por poco tiempo, porque en marzo de 2008, en medio de la tormenta desatada por la gestión Tierno en la Municipalidad de Santa Rosa, también renunció a la conducción partidaria.
En 2009, previo al comicio legislativo nacional del 28 de junio, el vernismo le ofreció a Convergencia integrar la lista de candidatos, pero el primer lugar en la lista de diputados nacionales no satisfizo a Marín, quien demandó una reivindicación de su persona y encabezar la nómina para senadores, lugar que Verna ya se había asignado.
Pasó esa elección, que el peronismo ganó por escasa diferencia de votos con respecto al Frepam. La diáspora peronista le restó 30 mil votos al PJ y se encendió la luz roja. El 1ª de agosto, en el Congreso Provincial peronista realizado en el Club Costa Brava de General Pico, y cuando ya se extinguían las voces acaloradas de los dos principales facciones peronistas, Carlos Verna lanzó el convite: "Rubén, hacete cargo de la presidencia del partido".
Diecisiete días después, en la misma localidad norteña, Verna y Marín volvían a encontrarse. "Lo que sabemos es que se pusieron de acuerdo en avanzar hacia la unidad partidaria y una vez finalizada la reunión ambos partieron hacia Buenos Aires", informó un colaborador del senador.
Lista para cargos.
Además de la coincidencia de trabajar para la unidad peronista, aspecto sobre el que las líneas deberán enfatizar a nivel local, donde el partido aparece dividido en muchas localidades, en la reunión del martes se decidió que un grupo de allegados a Verna y Marín (serían los diputados provinciales) se encargará de elaborar la nómina de candidatos para los cargos partidarios.
El 4 de septiembre vence el plazo para la presentación de las candidaturas ante la Junta Electoral. "A nivel provincial está allanado el camino, las dificultades podrían darse en los pueblos y allí deberán tallar los intendentes, sobre todo, para reencausar a propios y extraños en el marco de la unidad", reconocieron tanto vernistas como marinistas.
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