Dan de alta a dos de los heridos en Guaminí

Dos de los cuatro internados en la Clínica Argentina de esta ciudad, que viajaban en el colectivo que volcó el jueves a la noche cerca de Guaminí, fueron dados de alta tras el accidente sucedido en una rotonda, que une las rutas 85 y 60. Los dos restantes evolucionan de manera favorable y esperan por recuperar el alta del establecimiento asistencial privado.
Marina Arnaudo, familiar de tres hospitalizados, dialogó con este medio y confirmó que su madre, Teresa García, fue intervenida quirúrgicamente por los profesionales y evoluciona de manera favorable. La mujer resultó con "traumatismo de cráneo, fractura de la mano izquierda y varios golpes en los ojos".
"Además quedó con la pierna izquierda muy cortada por los vidrios y parte del cuerpo afectado ya que se cayeron encima personas que viajaban en el piso superior del colectivo", expuso su hija.
En tanto, Marianella, una adolescente de 17 años amiga de una de las hijas de la familia Arnaudo, que también iba en el colectivo, fue operada el viernes a la noche por lo que mejora de manera progresiva, expuso la mujer consultada por LA ARENA. La accidentada terminó con varios tendones de los dedos de las manos cortados como así también con raspones, cortaduras y lesiones leves en sus piernas.
Teresa y Marianella, según la persona consultada, serían dadas de alta el lunes.

Alta.
Por su parte, Alberto Arnaudo, esposo de Teresa y padre de Marina y Antonella, recibió ayer el alta médica luego de sufrir la fractura de una de sus costillas y otros golpes de consideración.
"Mi hermana Antonella, de 15 años, también fue dada de alta pese a las importantes heridas sufridas en el brazo derecho y a otros golpes fuertes en el cuerpo", sostuvo Marina.
Según la mujer, los hospitalizados en Pico amanecieron ayer, en líneas generales, en buen estado de salud aunque "asustados" por el impacto del colectivo, perteneciente a la empresa Andesmar.
Los integrantes de la familia Arnaudo y Marianella residen en la localidad de Anchorena, en la provincia de San Luis y regresaban a su localidad de sus vacaciones en Mar del Plata.
Alberto es productor agropecuario, mientras que su mujer es ama de casa. Antonella y Marianella estudian en el colegio secundario de la localidad puntana.