JxC tiene un desafío colectivo para el futuro de La Pampa

POR DANIEL KRONEBERGER

 

La recuperación de Argentina y el fortalecimiento de Juntos por el Cambio van de la mano. No hay dudas de que ese gran paso se da con diálogo, generosidad y poniendo sobre la mesa las coincidencias de los espacios que conformamos esta coalición política que quiere gobernar la Argentina a partir del 2023.

 

Ese enorme desafío que tenemos por delante no es más que una necesidad que vive por estas horas el país. Aquí no se trata de salvadores, ni de superhéroes; se trata de la elaboración de un proyecto de país sostenible, posible y a largo plazo. Cuando se den esas condiciones vamos a poder soñar con un país desarrollado.

 

No hay desarrollo si la educación no llega a todos los argentinos. No hay desarrollo si las PyMEs, el campo y las industrias se ven obligadas a cerrar sus puertas, golpeadas por la carga impositiva. No hay desarrollo si las juventudes no tienen acceso a un trabajo genuino y si ven a Ezeiza como la única salida posible. No hay desarrollo si el bolsillo de los jubilados es castigado todos los meses. No hay desarrollo si las escuelas no cuentan con las tecnologías del siglo 21. La Pampa no es una isla

 

No es novedad que, tras tantos años de gobierno del mismo signo político, el cambio le vendría muy bien a la provincia. Pero no cualquier cambio, sino un cambio que tenga a la matriz productiva en primer lugar, y que entienda que la educación, la ciencia, la tecnología y el conocimiento pueden revolucionar a nuestra provincia. En los años que lleva gobernando el justicialismo, más allá de los contextos, se han tomado buenas decisiones, malas y no tan buenas. Por eso, es momento de un cambio profundo.

 

En las elecciones legislativas del año 2021, el pueblo de La Pampa se expresó de manera categórica y la propuesta que impulsamos con el radicalismo y Juntos por el Cambio contó con un apoyo contundente. Seguramente, ello fue fruto de un momento histórico, de la necesidad de cambio y de animarse a elegir pensando en el futuro. Las juventudes, sin dudas, son centrales en ese proceso. Pensar en construir La Pampa del futuro incluye, necesariamente, a las voces de las juventudes, de los educadores, del sector de la salud, la economía y el comercio.

 

Para que esto ocurra, es necesario seguir fortaleciendo a Juntos por el Cambio en La Pampa. La conformación de la Mesa Provincial fue un importante paso en ese sentido. También, necesitamos conformar equipos técnicos para el diagnóstico y la elaboración de propuestas que tengan como eje el despegue de la provincia. En ese sentido, el Comité Provincia de la UCR viene impulsando encuentros regionales y congresos temáticos para abordar temas de interés como empleo, seguridad, salud y educación.

 

Además de seguir fortaleciendo al radicalismo y a Juntos por el Cambio, tenemos que expandir nuestra coalición, incorporando organizaciones en base a nuestros valores e ideas. No se trata de sumar por sumar; se trata de sumar con una estrategia que sea creíble, colectiva y posible en La Pampa. Ya sabemos que los proyectos que se basan 100% en el marketing no traen soluciones reales a los problemas cotidianos.

 

Está en juego el futuro de Argentina y, por lo tanto, el de La Pampa. Solo con desarrollo y productividad vamos a tener comunidades sostenibles en el tiempo; en un contexto de entendimientos colectivos y de confluencias partidarias. Con esa premisa, el radicalismo de todo el país ratificó a través de su Convención Nacional su pertenencia a Juntos por el Cambio.

 

En ese proceso, el diálogo fue y es central; en especial, en los momentos difíciles. Ya aprendimos que construir no es lo mismo que romper y que los fanatismos no nos llevan a ninguna parte. El diálogo, además, implica escucha y cercanía. Por ello es que seguimos recorriendo cada rincón de la provincia para escuchar las demandas y elaborar iniciativas a corto, mediano y largo plazo. En cada recorrida, al unísono se escucha que los impuestos están asfixiando al sector productivo. No puede ser que el Gobierno Nacional decida tapar cada espacio vacío con un nuevo impuesto. Parece que para este gobierno, esa decisión se terminó transformando en su zona de confort.

 

Con incertidumbre no hay futuro posible en Argentina; en cambio, con reglas claras se da previsibilidad hacia el interior y el exterior del país. Solo así vamos a lograr una inserción real en el mundo y a integrar a cada argentino y argentina que aún espera respuestas. Por eso, en La Pampa tenemos un enorme desafío, que tiene que ver con un proyecto colectivo y a largo plazo para cambiar la provincia.

 

Por Daniel Kroneberger

 

Senador Nacional

 

UCR - Juntos por el Cambio La Pampa