En el paraíso no hay pandemia

La OMS informó ayer que la pandemia Covid-19 se instaló en 181 países, de los 195 reconocidos por la ONU. Solo 14 no han informado casos de coronavirus: once de ellos resultan islas perdidas en el Pacífico, otros dos resultan estados enigmáticos, poco afectos a brindar información, y el restante, una curiosa república escondida en las montañas sudafricanas.
Hasta ayer, ni Corea del Norte ni Turkmenistán habían reportados contagios de Covid-19, aunque la ausencia de datos desde sus gobiernos no es ninguna novedad para la ONU y sus organismos. Si bien no informó casos positivos de coronavirus, tampoco la OMS sabe si Norcorea realiza tests de detección, ni cuál es el estado actual de su sistema público de salud.

Por decreto.
Para las cadenas globales de medios Turkmenistán es «la dictadura más hermética del mundo». Al menos, resulta la nación más excéntrica: todavía está prohibido lucir barba antes de los 40 años, cambiarle el nombre a un caballo, circular con el coche sucio o comprar un paquete de tabaco. Además, podría convertirse también en el único país que «elimina» el coronavirus por decreto.
Su presidente, Gurbanguly Berdymukhamedov no sólo rechazó adoptar medidas restrictivas, a pesar de ser vecino de Irán, uno de los más afectados de Asia. También firmó un decreto «prohibiendo utilizar el término coronavirus y autorizando la detención de personas que utilizan barbijo o hablen en público de la pandemia», denunció la ONG Reporteros sin Fronteras. Todos los medios del país son controlados por el Estado y la información sobre la Covid-19 fue borrada de los folletos de salud oficiales, denunció Human Rights.
La capital turcomana es Ashgabat. Al igual que Corea del Norte es un país reacio a recibir turistas y sólo es posible recorrerlo acompañado por un guía oficial. De todos modos, la cultura turcomana siempre fue reconocida entre las más hospitalarias del mundo

Paraísos remotos.
Oculto en las montañas de Sudáfrica se encuentra el Reino de Lesoto, sin casos de coronavirus hasta ayer. Se independizó de Reino Unido el 4 de octubre de 1970, tiene el tamaño de Bélgica y era conocido como Basetulandia. Aunque sus fronteras permanecen cerradas, los guías turísticos están elaborando un protocolo para reclamar la reapertura gradual del turismo.
Para quienes aprecian destinos exóticos, con playa, sol y palmeras, hay un conjunto de once estados insulares, islas o grupos de islas minúsculas, perdidas en el Pacífico, a las que el coronavirus tampoco ha podido llegar. Mantienen sus fronteras celosamente controladas, porque en 1918, durante la «gripe española», las islas del Pacífico resultaron muy castigadas. Sin embargo, ahora evalúan una reactivación de la economía, algo no tan sencillo ya que viven del turismo.

Esperando turistas.
Samoa, otro gigante de la Polinesia que depende casi exclusivamente del turismo, ha logrado mantenerse hasta hoy sin casos de coronavirus y desde hace dos semanas inició la relajación de la cuarentena decretada el 21 de marzo. Dentro del programa de levantamiento de las restricciones las autoridades evalúan un programa de restauración controlada de los vuelos hacia el país, entre las medidas tendientes a sostener la economía.
También las Islas Salomón esperan la reactivación del turismo, luego de haber logrado mantenerse al margen de la pandemia, mediante medidas de aislamiento que incluyeron la evacuación de habitantes para devolverlos a sus islas de origen. Son dos archipiélagos con un millar de islas, al este de Papúa Nueva Guinea. El gobierno ya anunció que elabora un protocolo que permita una reapertura gradual de su principal industria, absolutamente ligada también a la reapertura de los aeropuertos internacionales.

Oceanía.
El Reino de Tonga es un destino turístico popular en Oceanía y otro de los paraísos que se mantiene sin casos de coronavirus, a pesar de que más del 70% de la población reside fuera del país, y muchos regresaron durante la pandemia. Dos tercios de los tonganos trabajan como mano de obra barata en Nueva Zelanda y otras islas, por lo que la reactivación económica está ligada a los programas de relajación de esos lugares.