Sabado 27 de abril 2024

Buen resultado pese a la sequía

Redacción 21/10/2023 - 00.26.hs

La vedette en cuanto a la producción de la última campaña fue el maíz con 3,1 millones de toneladas, apenas 600 mil menos respecto a la histórica campaña 2021/22. Fue seguido por la soja, el trigo, el girasol y la cebada cervecera.

 

JUAN JOSE REYES

 

Según la Secretaría de Agricultura de la Nación, la distribución de la superficie productiva de La Pampa según el uso de los suelos, tuvo buena performance durante la campaña 2022/23 a pesar de la sequía que azotó el territorio provincial. Fueron relevados 2,27 millones de hectáreas tanto en cultivos agrícolas de ambas campañas (fina y gruesa); de uso ganadero; potreros y desperdicio.

 

Para la Zona Norte que abarca unos cinco departamentos se utilizaron 1.116.315 hectáreas (el 49%) y en la Zona Centro-Sur para los restantes siete departamentos de alta producción de la tierra provincial la sumatoria en hectáreas llego a las 1.153.352, es decir el 51% restante.

 

Nuestra provincia tiene un uso de la tierra extensivo ya que la agricultura alterna con la explotación ganadera intensiva, basada en pasturas artificiales y en similar escala sobre pasturas naturales.

 

Una especie que adquirió gran importancia y difusión para la hacienda de cría y como excelente recurso para fijar suelos erosionables, es el pasto llorón. La zona norte es la de mayor producción por su capacidad de engorde; la centro-sur los es menor escala pero es la mejor en la cría, recría e invernada, pero el uso actual que se le da a las tierras en el oeste (clima árido) es ganadería de cría extensiva, salvo donde se practica agricultura bajo riego en los planos aluviales del río Colorado.

 

Tierra sembrada.

 

La definición de "tierra sembrada", es decir, todo lo introducido al factor de producción tierra hasta la fecha de la valuación, y que después dará su frutos con el ingreso de dólares al productor. Está de más decir que las existencias físicas de granos son aquellos que están "stockeados" (son tangibles y que podemos contar).

 

La superficie de cada departamento (expresada en hectáreas) corresponde a dos regiones claves de la provincia durante la campaña pasada que bien vale recordar sufrió una caída del 12% fruto de la falta de humedad en piso.

 

Aquella es la resultante de la suma de la superficie agropecuaria total (suelos agrícolas, ganaderos y con destino no especificado) más el desperdicio, es decir aquel que no incluye el descarte previo, constituido por áreas con probabilidad nula en el corto o mediano plazo de actividad agropecuaria. Toda esa área trepó en el estudio oficial a las 2.269.667 hectáreas.

 

Es importante dejar en claro que los suelos agrícolas son ocupados por coberturas de alpiste, avena, cártamo, cebada, centeno, colza, lino, maíz, maní, mijo, soja, trigo, otras oleaginosas, aromáticas, hortalizas, cultivos industriales, barbechos y rastrojos que quedan de la cosecha. En el avance de la agricultura, principalmente en siembra directa, ha sido un fenómeno conocido aunque en reducción por los bajos regímenes pluviométricos.

 

Sin embargo, resulta escasa la información acerca del cambio de uso de la tierra y la adopción de este sistema de manejo en suelos frágiles que ocupan áreas bajas, otrora de bajo uso ganadero. Sin dudas que la vedette fue el maíz con 3,1 millones de toneladas, apenas 600 mil menos de la histórica campaña 2021/22 donde superó aquella mítica barrera.

 

Luego se destacaron soja de primera y segunda con 692.870 y 66.550 toneladas respectivamente; el trigo con 436.220 ton.; girasol con 623.790 y la cebada cervecera con 129.072 toneladas. También fue importante el Alpiste (240); Avena (40.056); Centeno (35.050); Maní (44.548) y Sorgo con 9.500 ton. Pero el mal clima puso en serio riesgo ingentes pastizales naturales de toda la región, con lotes que tuvieron producciones muy debajo de su media histórica.

 

Cría, recría e invernada.

 

Más de dos millones de hectáreas es el total de las áreas ocupadas con campo natural, pasturas permanentes y verdeos estivales e invernales. En lo que tiene que ver con la Superficie de Desperdicio es aquella que no es utilizada con fines agropecuarios por estar ocupada con instalaciones y mejoras, formaciones naturales, formaciones arbustivas o arbóreas espontáneas o implantadas y unidades de uso no agrario.

 

Las cifras absolutas de las cuatro agrupaciones de uso general del suelo fueron obtenidas a partir de una metodología muestral basada en la selección de segmentos aleatorios, que por ser una muestra tiene asociado un inevitable error relacionado con el proceso de muestreo.

 

Con referencia al otro ítem clave como lo es el Potrero es factible decir que los hay con rastrojos, barbechos y cultivos guachos de cosecha fina provenientes de la campaña anterior, así como rastrojos de verdeos estivales y cultivos en pie de cosecha gruesa de la campaña pasada.

 

Por supuesto que por la sequía, el mal manejo del suelo y el exceso de pastoreo cayó la fertilidad, lo cual lo hace susceptible a la erosión eólica. Esta se ve favorecida porque los suelos son sueltos, con poca cobertura vegetal y por la presencia de vientos fuertes y frecuentes.

 

En total se estima una reducción del orden de las 629.282 hectáreas de cereales y oleaginosas, pasturas, verdeos y campo natural a causa de la seca. Estas cifras coinciden con lo esperado: las tierras ganaderas de mayor aptitud agrícola son en general aquellas sembradas con forrajeras. La ganadería pampeana entonces, ha reducido también en forma paulatina tanto la cantidad como la calidad del recurso tierra empleado. Pasamos de 4,4 millones de stock ganadero en 2007 a poco menos de 3 millones durante casi 12 años, pero según los últimos datos de las fundaciones de sanidad animal, en la primer vacunación de 2023 (en octubre comenzó la segunda) ya casi se llega a los 4 millones.

 

Es preocupante que las estadísticas y los estudios se realizan para La Pampa, deja de lado casi todas las tierras del oeste pampeano (clima árido) que es la ganadería de cría muy extensiva, salvo excepciones donde se practica algo de agricultura bajo riego (pequeñas extensiones en los planos aluviales del río Colorado y 25 de mayo).

 

En las zonas de escasa cobertura, la vegetación natural está compuesta por gramíneas duras y arbustos xerófilos, poco aprovechables por la hacienda con una receptividad muy baja. En estas áreas de escasa productividad, la alimentación se integra de pastos duros, las buenas forrajeras nativas escasean, así como el agua para la hacienda.

 

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