Sabado 27 de abril 2024

Allanaron y detuvieron a “cogolleros” achenses

Redacción 15/03/2024 - 00.13.hs

Luego de las reiteradas denuncias del director del Hospital Padre Buodo de General Acha y uno de los dueños de Pampa Sativa, Rodrigo Ortiz, la justicia de esa localidad ordenó tres allanamientos en los que se encontraron cogollos de marihuana compatibles con los sustraídos en la casa del médico, y se detuvo a cuatro personas que habrían estado involucradas en los robos del último fin de semana.

 

La fiscala Paula Duscher que se había negado a solicitar allanamientos y profundizar la investigación en la causa, actuó luego de que el miércoles LA ARENA publicara la información bajo el título "¿Prejuicios o haraganería?: la fiscal de Acha no investiga a los cogolleros". Ayer por la mañana, luego de los allanamientos de anoche, Duscher no pudo atender a este diario por encontrarse en audiencias, y dio la orden a la Policía de La Pampa de no dar precisiones de lo ocurrido en los allanamientos, este diario pudo saber que cuatro personas fueron detenidas y un menor de edad fue notificado en libertad. Uno de los detenidos, sería la persona que ingresó el lunes a la noche al pedio de la vivienda de Ortiz, y salió corriendo cuando el médico efectuó dos disparos al aire con una pistola. "Es una persona que estuvo varias veces presa en Acha, y había salido hace poquito. Se le encontró en la casa la ropa con la que se lo filmó en el video", dijeron fuentes ligadas a la causa. Asimismo, LA ARENA pudo saber que los damnificados por los robos, pudieron reconocer las plantas y la ropa utilizada en el momento de las filmaciones, que fue encontrada en los allanamientos.

 

Denuncias.

 

Rodrigo Ortiz le relató a LA ARENA el miércoles, que el pasado lunes sorprendió a un cogollero (como se conoce popularmente a los ladrones de plantas de cannabis) ingresando al patio de su casa y lo echó con dos disparos al aire. El médico señaló que es la décima vez que ingresan a robarle plantas de cannabis (entre su casa y la huerta de Pampa Sativa), pero a pesar de las denuncias y las pruebas aportadas, la fiscala no avanzaba en la investigación de los hechos.

 

El último de los intentos de robo se dio el lunes a la noche, pero Ortiz espantó al hombre que ingresó a su casa, con dos detonaciones de arma de fuego al aire. "Como se puede ver en la filmación, el sospechoso trepó al patio y yo realice dos disparos de la pistola al aire, por lo que salió corriendo", detalló.

 

El médico indicó a que "después de ingresar a mi casa el viernes, sábado, domingo, el lunes finalmente casi pasa lo peor. Estoy agradecido con el rápido accionar de la policía pero preocupado y fastidioso con la inacción de la fiscal Paula Duscher, la verdad que opaca todo lo bueno que pueden hacer nuestros efectivos a la hora de brindar seguridad y tranquilidad a la población achense", afirmó Ortiz.

 

Hechos reiterados.

 

Ortiz le había dicho a LA ARENA que "en los últimos días intentaron ingresar muchas veces a mi casa, pero también lo han hecho en la huerta. Allí hay seguridad permanentemente, así que también los han sacado. Entran con cuchillos “Tramontina” para cortar ramas, y flores para vender, a pesar de que son plantas que no tienen THC, tienen CBD, porque son para uso medicinal".

 

"La policía ha actuado muy bien, de hecho cuando alcanzaron a llevarse plantas, las recuperamos porque era fácil de reconocer que eran las nuestras y se hicieron pruebas para medir el THC que lo confirmaron. Pero en la fiscalía la investigación no avanza, no entendemos por qué la fiscala Duscher no actúa. Parece ser que las pruebas aportadas por un ciudadano como yo no son suficientes para que la fiscal continúe la causa, a pesar de que acerqué videos, huellas, ropa, e imágenes claras de los rostros", agregó en ese momento.

 

Cinco mil plantas.

 

Ortiz integra el directorio de Pampa Sativa, la primera compañía privada dedicada a la producción de cannabis medicinal y cáñamo industrial en La Pampa, con una plantación de más de 5 mil plantas en la huerta municipal de la localidad.

 

Pampa Sativa está integrada por una decena de profesionales de distintas disciplinas (cultivadores, médicos, abogados, contador, acompañantes terapéuticos, asistentes sociales, diseñador gráfico y un breeder, entre otros), la firma está encuadrada según los requerimientos establecidos por las leyes nacionales 27350 y 26669.

 

"Además de la producción e investigación, promovemos una articulación entre los sectores público y privado, mediante convenios con el Conicet, el Incitap, los municipios y los organismos públicos de salud", comentó Ortiz hace algunos meses a LA ARENA.

 

A diez años de una tragedia.

 

Hace exactamente diez años, en la madrugada del sábado 15 de marzo de 2014, un hombre le disparó a Claudio Méndez desde el techo de su casa, en el barrio Empleados de Comercio, y lo mató. El santarroseño fue el primer cultivador asesinado por un cogollero en el país y ello le otorgó trascendencia nacional al caso.

 

Semanas después, un cultivador apuñaló y mató a un joven de 20 años que había ingresado a su patio, en Castelar (Buenos Aires), provocando que esta problemática se mantuviera en agenda un tiempo más, pero pronto volvió a la oscuridad del closet donde permanece oculta.

 

Claudio era un cultivador solidario y esta fecha bien podría ser instaurada como Día de Lucha por el Acceso a la Salud, y dedicada a generar conciencia, informar y promover actividades para garantizar los derechos consagrados por la Ley 27350, de “investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados”.

 

Le decían “Mono”. Tenía 26 años, una esposa, dos hijos y trabajaba como empleado en una casa de repuestos. Sus amigos y conocidos todavía lo extrañan y recuerdan que era una persona generosa que cultivaba su enorme solidaridad con la misma dedicación que le prodigaba a las plantas. Hasta la policía se encargó de aclarar públicamente que era “un buen ciudadano, que vivía completamente ajeno al mundo delictivo”.

 

Los investigadores hicieron una decena de allanamientos y detuvieron a cinco sospechosos. Uno de ellos dio resultado positivo en la prueba con guante de parafina, pero nunca fue hallada el arma homicida ni se colectó prueba suficiente para identificar y condenar al asesino. Su crimen sigue impune.

 

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