“Contexto de temor y de incertidumbre”

Ayer por la tarde estaba prevista una reunión en Buenos Aires para reactivar la paritaria salarial de los trabajadores de Anses. “Es imperativo un aumento salarial, porque hemos perdido mucho poder adquisitivo en los últimos meses”, advirtieron. Mientras tanto, en la UDAI Santa Rosa continúan “trabajando en un contexto de temor e incertidumbre. Todavía no fueron designadas las autoridades en la Región SUR 1 (Neuquén, Río Negro y La Pampa) y tampoco tenemos nuevo director en nuestra ciudad”, comentaron fuentes consultadas por LA ARENA.

A casi dos meses del inicio de la nueva gestión nacional “no hubo ninguna comunicación oficial y todas las noticias que llegan provienen de comentarios extraoficiales”, agregaron. Las fuentes recordaron que “nurestro gremio adhirió al paro del 24 y se mantiene en alerta y movilización, tras la situación generada por los despidos”.

En este contexto, La Pampa fue afectada por seis cesantías, entre ellas dos trabajadores de la UDAI Santa Rosa, quienes habían ingresado en julio de 2023 y renovado su contrato como operadores en diciembre. “Les rescindieron el contrato y se quedaron sin trabajo”, lamentaron. Los restantes cuatro desafectados fueron los jefes de las sedes de Victorica, Guatraché, Catriló y General Acha.

Mediante un documento, además de repudiar los despidos, el Secasfpi (Sindicato de Empleados de la ex Caja de Subsidios Familiares para el Personal de la Industria) hizo público su “repudio a la ampliación del universo de trabajadores y trabajadoras afectados por el Impuesto a las Ganancias” y rechazó “todo intento de traspaso del Fondo de Garantías de Sustentabilidad”.

“Miedo”.

En la UDAI Santa Rosa, “hubo otras oportunidades en que tuvimos que permanecer un tiempo sin jefe, como en 2015 tras la asunción de Mauricio Macri, cuando pasaron varios meses hasta que fue nombrada Marita Mac Allister”, recordaron las fuentes. Sin embargo, esta vez el personal atraviesa además una situación de “desinformación absoluta”, y permanece en un “una atmósfera de miedo e incertidumbre porque llegan comentarios y rumores muy negativos y preocupantes”, advirtieron.

Luego de los 320 despidos denunciados por el secretario general del Secasfpi, Carlos Ortega, el personal de la delegación santarroseña celebró “una asamblea para analizar la situación”. Entonces decidieron declararse “en estado de alerta permanente”, situación que persiste en la actualidad.