Jueves 25 de abril 2024

Cerró la "Casa de los caballeros elegantes"

Redaccion Avances 02/01/2024 - 13.34.hs

La Santa Rosa calma de este comienzo de vacaciones veraniegas permite mirar todo más detenidamente, y que por allí que el caminante se sorprenda con algunos cambios que se van produciendo.

 

Por estos días, en la cuadra de avenida San Martín, entre Rivadavia y Moreno--, el negocio que durante medio siglo fue el lugar donde se vistieron “los caballeros exigentes” de la ciudad --como solía decir el periodista Juan Carlos Carasay-- aparece con sus puertas cerradas.

 

Los amplios ventanales –las vidrieras-- tapadas con papeles, algunos operarios realizando refacciones para un futuro comercio que se instalará (con otro rubro) en el local, es la escena que anuncia que “Creaciones Los Dos” ha dejado de ser. Definitivamente.

 

Rubén Giavedoni y Miguel Angel Holstein decidieron cerrar un ciclo, desde aquel 1 de octubre de 1973, cuando abrieron “Creaciones Los Dos”.

 

Antes Atlas y Danlow Sport.

 

Cuando el negocio de indumentaria inauguró, sus propietarios tenían ya una importante experiencia previa, desde cuando siendo muy jovencitos –casi niños-- comenzaron a trabajar en Casa Atlas, de Atilio Ligaluppi y José Pastor. Cuando esa sociedad llegó a su fin, Pastor abrió en calle Pellegrini –frente mismo al Banco de La Pampa (hoy hay una prestigiosa vinería allí)--   Danlow Sport. Una casa de venta de prendas y artículos deportivos que, también, marcó una época.

 

Hace un tiempo Giavedoni y Holstein habían anunciado que entraban en la etapa final, que aspiraban a que fuera, precisamente, después de cumplir  medio siglo al frente del comercio. Fueron 50 años de convivir con una clientela que adquiría en su negocio prendas de calidad, desde camisas, camperas, pantalones y otras, que vestían a buena parte de la sociedad santarroseña.

 

Los que conocen a ambos saben que se conocieron cuando pibes –en Atlas y Danlow Sport--, y desde entonces estuvieron vinculados al rubro. “Empecé con Pastor como cadete cuando tenía 12 años, y después uno va tomando cancha y se va haciendo vendedor”, comentó Miguel.

 

Los inicios.

 

Un día de 1973, al lado del Kiosco Pampa, en la misma avenida San Martín pero apenas a una cuadra de la plaza, pusieron “Creaciones Los Dos”, y desde allí y para aquí construyeron esa amistad que los une y trasciende las épocas y las modas.

 

En ese lugar estuvieron hasta 1985, y les fue tan bien ---con una amplia cartera de clientes que iban desde los empleados de los bancos, hasta los de Casa de Gobierno; y obviamente muchos otros que sintiéndose muy bien atendidos iban a hacer sus compras a su local--, que pudieron comprar una propiedad en San Martín 360. Hicieron las refacciones necesarias, y se mantuvieron en ese lugar hasta hace pocos días.

 

Trajes y ambos.

 

Giavedoni recordó que se decía en ese tiempo que “la avenida iba a explotar comercialmente para el lado del Centro Cívico”, y así fue. Si bien en algún momento también vendieron vestimenta para mujeres, se terminaron volcando a la indumentaria masculina. Así en un tiempo vendían “muchos trajes y ambos”, y más tarde llegó el momento de los jeans, las chombas y ropa “más descontracturada de la mano de los cambios que imponía la  moda”. Pero siempre –desde sus inicios-- “Creaciones Los Dos” fue una referencia obligada “para los caballeros elegantes”.

 

Vendieron muchísimo, y les fue de la mejor manera. “Hasta hace algunos años en la época de egresados de los colegios secundarios se buscaban mucho los trajes para los pibes, y venía gente de los pueblos a hacer sus compras. La verdad es que pese a los avatares económicos de este país –no tienen buen recuerdo del gobierno de Mauricio Macri-- Rubén y Miguel no se pueden quejar, aunque no todas fueron dulces.

 

La pandemia.

 

En ese sentido, como les pasó a casi todos, la pandemia fue complicada para los comercios, “por inesperada y por lo extensa”, coinciden. “Estuvimos dos meses cerrados y el panorama era desolador; pero por suerte pudimos aguantar”.

 

“Siempre tratamos de ofrecer buenas marcas y a buen precio", apunta Miguel sobre la variedad en distintas prendas que posee el local.

 

Los dos y el boxeo.

 

Al margen del comercio, hay que decir que Rubén Giavedoni y Miguel Holstein (también Juan Carlos Salatrino, cuñado del primero, que tiene en el local de al lado “El Emporio de las Toallas”), son amantes de los deportes. Y particularmente el boxeo los tuvo como grandes colaboradores, porque fueron integrantes –por décadas-- de la Comisión Municipal de Box. Cuando ellos estaban todo se hacía con corrección, “no había mulas”, y todo se hacía bajo el estricto régimen reglamentario.

 

Por su parte Rubén ha sido amante de las Danzas y así estuvo vinculado a algunos grupos folklóricos. Posteriormente y por muchos años se dedicó a la cría de perros Fox Terrier pelo duro.

 

Miguel, en tanto, es simpatizante de All Boys –supo colaborar con el fútbol del auriazul--, y se lo suele ver con frecuencia  en el “Ramón Turnes” en cada domingo futbolero.

 

Ahora le pusieron fin a una rutina de medio siglo, y dispondrán de más tiempo para el jubileo, para dedicarlo a sus familias; y a lo que a lo mejor no podían antes por la vorágine de un comercio que llenó buena parte de sus vidas. (M.V.)

 

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